Por las centenarias planchas de Deauville
Exactamente dentro de un mes, el 6 de septiembre, comenzará uno de los acontecimientos artísticos y mundanos más esperados del verano europeo. Durante diez días se celebrará como ocurre todos los años desde 1975 el Festival de Cine Norteamericano de Deauville, que organiza esa ciudad francesa.
En esta oportunidad, también se conmemora un hecho que cambió la vida social del balneario. Es el centenario de la célebre avenida costera Les Planches de Deauville, las planchas o tablas inauguradas el 6 de julio de 1924, meses después de la apertura de los baños pompeyanos de inspiración clásica edificados con cemento y mosaicos muy coloridos. Ambos proyectos fueron diseñados por el arquitecto Charles Adda. Desde 2019, están registrados entre los monumentos históricos de Francia.
Las planchas forman una avenida que corre paralela a la orilla del mar. En la actualidad, las recorren 1.500.000 visitantes anuales. En su origen el largo de ese paseo era de 444.44 metros; en 2022, se prolongó hasta alcanzar los 762. El ancho es de 8 metros. Las tablas son de azobé, un árbol africano. Las cabinas de la playa eran 250 al principio. Después el establecimiento se agrandó y pasó a tener 450. Hoy, están delimitadas sobre la arena por separadores y, desde 1987, en ellos están escritos nombres de actores y directores célebres, entre otros, Cate Blanchett, Keanu Reeves, Laureen Bacall, Kim Novak, Clint Eastwood, King Vidor, Stanley Donen y Steven Spielberg.
El camino sobre la arena se convirtió en la pasarela para ver y ser vistos. Deauville era un destino de lujo, frecuentado por reyes, aristócratas, millonarios y celebridades. Allí, en 1931, Josephine Baker, la bailarina negra que había conquistado Europa, se paseó con su pantera Chiquita, y se exhibieron Winston Churchill, Coco Chanel, Elizabeth Taylor, Yul Brinner, André Citroën, y los actores de Hollywood que viajaron para el Festival desde 1975.
En 1966, el director Claude Lelouch filmó en la ciudad y sus playas un clásico del cine romántico, Un hombre y una mujer, con Anouk Aimée y Jean-Lois Trintignant. Esa historia de amor sin lujos ni glamour y la música pegadiza de Francis Lai sedujeron al público de todo el mundo. Había escenas rodadas precisamente sobre les planches. El film ganó el Oscar a la mejor película extranjera y la Palma de Oro del Festival de Cannes.
La Argentina, que seguía las tendencias europeas, tuvo su paseo costero desde el siglo XIX. En 1888, se construyó el primero, se lo llamó “rambla”, un argentinismo. En 1905, un incendio la destruyó por completo. En un mes, se la reconstruyó. En enero de 1913, se inauguró una rambla de mampostería de doce metros de ancho: la elegante Rambla Bristol. Aún era la época de la Mar del Plata aristocrática, que empezó su agonía en la década de 1930. Ese proceso culminó con la Ley de Propiedad Horizontal de 1948, que haría florecer el turismo masivo. A esa rambla, le sucedería la actual, inaugurada en 1941, proyecto de Alejandro Bustillo, con los edificios del Casino y del Hotel Provincial.
La gran fiesta del turismo popular fue la inauguración del Festival de Cine Internacional de 1954, organizado por el gobierno del general Perón. En la moderna rambla de Bustillo, se lucirían Joan Fontaine, Mirtha Legrand, Gina Lollobrigida, Errol Flynn, Tita Merello, Walter Pidgeon y Mary Pickford, Ana María Lynch, Jeanne Moreau. Laura Hidalgo, Narciso Ibañez Menta, Claire Trevor, Edward G. Robinson y Fanny Navarro.ß
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