Por carta: renunció la directora de la Biblioteca Nacional y Sasturain se reuniría con el ministro Bauer
Esta mañana se hizo pública la carta en que la directora de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM), la bibliotecóloga, investigadora y docente Elsa Barber, renunciaba a su cargo en esa institución. Barber, que había sido subdirectora durante la gestión de Horacio González, había reemplazado a Alberto Manguel cuando este dejó su cargo, alegando motivos de salud, en agosto de 2018.
"Estimados, el día 7/01/2020 he presentado mi renuncia como directora de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno a fin de facilitarles a las nuevas autoridades del Ministerio de Cultura de la Nación la designación de mi reemplazo –se lee al inicio de la carta de Elsa Barber dirigida a sus colaboradores–. Ha sido un gusto haber podido trabajar e interactuar con ustedes en todo este tiempo. Agradezco el acompañamiento recibido primero en mi gestión desde 2007 como subdirectora y luego desde agosto de 2018 como directora de la biblioteca. Les deseo lo mejor para el año que comienza. Seguramente nos reencontraremos en otros ámbitos. Un gran abrazo y gracias!!! Elsa Esperanza Barber".
La carta fue recibida con sorpresa entre los trabajadores de la BNMM. Algunos todavía confiaban en que la labor de Barber sería valorada por las nuevas autoridades y que ella continuaría colaborando con la institución. Según trascendió, el actual ministro de Cultura, Tristán Bauer, no se reunió ni habló con Barber. El ministro había anunciado el 31 de diciembre pasado que en esta semana se conocerían los nombres del nuevo director de la BNMM, del presidente de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y del director del Teatro Cervantes. Como dice Barber en su carta, la designación del nuevo director de la BNMM ha sido facilitada por ella en un gesto que algunos interpretaron como noble. No todos los funcionarios del gobierno anterior presentaron sus renuncias.
Uno de los primeros en expresarse luego de conocida la renuncia de Barber fue el exsecretario de Cultura del gobierno anterior, Pablo Avelluto. "Hoy leo con tristeza la noticia de la renuncia de Elsa Barber y las acusaciones falsas y canallas que hace un empleado que llama 'controles policiales' a dispositivos de control horario de un trabajo cuyo salario pagamos todos los argentinos", escribió en su cuenta de Twitter. Al ser consultado por este diario, Avelluto detalló que durante la gestión de Barber se licitaron por primera vez los servicios de seguridad y limpieza, se obtuvo un crédito por siete millones de dólares para equipar la institución y digitalizar el acervo, se hicieron reparaciones en el Museo del Libro y de la Lengua y se declararon nulas las concesiones de las cocheras en la avenida Las Heras, que el exfuncionario definió como "uno de los curros más grandes de la historia". Y agregó que en los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri, la BNMM tuvo "más visitantes que en los cuatro años anteriores".
Los rumores sobre el sucesor de Barber en la BNMM que circulan en la sede del Ministerio de Cultura de la Nación tienen como protagonista al escritor Juan Sasturain. Su colega Carlos Bernatek, que oficia como asesor literario de la institución, hizo circular una carta de apoyo al nombramiento de este escritor, periodista y guionista de historietas, y agregó que los trabajadores "están en un limbo que genera mucha inquietud".
Sasturain, autor de Manual de perdedores y El último Hammett, entre muchos otros títulos, estuvo presente en el lanzamiento del Plan Nacional de Lecturas, que tuvo lugar el 30 de diciembre pasado en el Museo Casa Rosada. Consultado por LA NACION, respondió que era el ministro Bauer el que debía anunciar el nombre del que será el primer director de la BNMM durante el gobierno de Alberto Fernández. Nacido en 1945, es egresado de la carrera de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y se hizo conocido entre el público por los programas televisivos de cultura Ver para leer y Disparos en la biblioteca. Mientras el misterio se resuelve, Sasturain y su mujer, la escritora y guionista Liliana Escliar, descansaban en un pueblo de la costa atlántica. LA NACION pudo saber que, debido a un llamado telefónico de Bauer, están volviendo a Buenos Aires.