Ponen de “guardia pasiva” al personal del Conti, pero el Gobierno afirma que el centro cultural continuará abierto

El último día de 2024, decenas de trabajadores del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, ubicado en el Museo de Memoria ESMA (Avda. del Libertador 8151), advirtieron sobre el cierre del espacio que depende de la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo del exjuez Alberto Baños, que dijo a LA NACION que el Gobierno no tiene previsto cerrar la institución creada en 2008 sino “reestructurarla”. Ayer a la tarde, cerca de noventa trabajadores del Conti recibieron un mensaje por WhatsApp en el que se les comunicaba que a partir del jueves 2 no debían presentarse en el Conti.

“El secretario de Derechos Humanos hace saber a todo el personal del Centro Cultural Haroldo Conti que se procede al cierre del mismo a partir del día 2 de enero de 2025 -se lee en el mensaje-. Ello a efectos de velar por una adecuada reestructuración interna, rearmado de equipos de trabajo y análisis de la programación del año entrante”. El centro cultural no tiene director asignado desde inicios de 2024.

También se comunicó que el personal debe quedar “en guardia pasiva en sus respectivos domicilios, atentos a convocatorias que se cursaran por etapas a los fines aludidos”. El cierre del centro cultural se hace, según el comunicado, “a efectos de velar por una adecuada reestructuración interna, rearmado de equipos de trabajo y análisis de la programación del año entrante”. En principio, el Conti estará cerrado durante todo enero; en ese periodo, las autoridades planificarán la programación que comenzaría a desarrollarse en marzo.

Un espacio para todas las artes

El Conti abarca distintas disciplinas de trabajo. Se hacen obras de teatro, danza y música. Hay salas de artes visuales, una fotogalería y una biblioteca especializada en derechos humanos y memoria, con un gran acervo de libros. Cuenta con una cinemateca y una colección permanente de obras de artistas prestigiosos como León Ferrari, Ricardo Carpani, Carlos Alonso, Juan Carlos Distéfano, Diana Dowek, Antonio Seguí, Adolfo Nigro, Carlos Gorriarena, Roberto Elía y Luis Felipe Noé [ellos y sus herederos seguramente querrán saber qué pasará con esas obras en el marco de la “reestructuración”]. El personal se distribuye en diferentes áreas (diversidad, literatura, estudios de memoria, educación, y otras “transversales” como logística y comunicación). Desde hoy, la página web del Conti está siendo actualizada por el área de prensa del Ministerio de Justicia “en el marco de la implementación del Decreto 8/2023″.

En el centro cultural -donde trabajan 87 personas- hay distintas modalidades de contratación: veinte personas son de planta permanente, otras diecisiete de planta transitoria y otras cincuenta contratadas a través de Acara, un ente del Ministerio de Justicia. Según la Asociación de Trabajadores del Estado, estos últimos serían despedidos. Al resto del personal -barajan- se le reduciría el sueldo a la mitad.

Además, las autoridades informaron que quienes no se hayan adherido al Plan de Retiro Voluntario tampoco debían presentarse a trabajar el jueves. “A todo aquel que NO se haya adherido al Plan de Retiro Voluntario, o en su defecto, se haya adherido y por falta de interés propio o porque no se lo haya considerado ‘trabajador imprescindible’ para obtener su continuidad mediante un ART. 9, NO DEBE PRESENTARSE a partir del día 02 de enero de 2025″.

En diálogo con LA NACION, el secretario de Derechos Humanos afirmó que el Gobierno no tiene previsto cerrar el Conti sino reestructurarlo, y que la reestructuración incluye la no renovación de contratos de trabajo. “No vamos a cerrarlo, sino a reestructurarlo -aseguró el funcionario-. Hay personal que no adhirió al acuerdo [de retiro voluntario, que se hizo dos meses atrás] y no sigue, y otros que adhirieron al acuerdo y no aceptaron el ofrecimiento que se les hizo. U otro que adhirió el acuerdo pero no se considera imprescindible que siga, es decir que hay que hacer una reestructuración general de las distintas aéreas que integrarán el Centro. Para eso se lo cierra, para facilitar esa tarea el armado de los nuevos equipos y definir la grilla de actividades para el año. La guardia pasiva es para que no estén sin hacer nada junto con los trabajadores que no siguen”.

Baños agregó que, una vez reabierto, el Conti no se centrará exclusivamente en el periodo de la última dictadura militar y el terrorismo de Estado, sino que abordaría otras problemáticas de derechos humanos en democracia. Desde el Gobierno, se cuestiona la política de derechos humanos del kirchnerismo.

Según los trabajadores consultados, que optaron por mantener el anonimato, el secretario “no sabe qué áreas del Conti quedaron arrasadas; ni siquiera sabe que no quedó personal en el área de educación, que es la que recibe las visitas guiadas de escuelas”. Este año fueron despedidas tres personas y, en octubre, se canceló un seminario internacional de Políticas de la Memoria. Los trabajadores realizaron una convocatoria para este jueves a las diez de la mañana en la sede de la Secretaría de Derechos Humanos.

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