Polémica propuesta oficial para la Feria del Libro de Francfort
Maradona y el Che, símbolos culturales
Una fuerte controversia comenzó a suscitarse en el mundo cultural al conocerse instrucciones del Gobierno con vistas a la participación de la Argentina en la Feria del Libro de Francfort, en 2010, a la que el país concurrirá como invitado.
La presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, propuso que, para la mayor cita cultural del mundo, la "argentinidad" esté representada por cuatro figuras populares sin reconocimientos en el universo literario: Eva Duarte de Perón, Carlos Gardel, Diego Armando Maradona y Ernesto "Che" Guevara.
La elección de estos cuatro representantes como ejes de la participación argentina causa preocupación en los círculos vinculados con el mercado editorial. Fue durante una reunión convocada por la conductora del comité organizador de la representación argentina en la Feria de Francfort, la embajadora Magdalena Faillace, que los editores se enteraron de la instrucción presidencial.
De inmediato, varios de ellos propusieron sumar a Jorge Luis Borges, el argentino más universal desde el punto de vista literario. Faillace aceptó la propuesta, aprobada más tarde por Cristina Kirchner, que a su vez sumó a Julio Cortázar. La semana pasada, la Presidenta firmó el decreto 1316/08, que da forma al comité organizador.
Anoche, Faillace confirmó a La Nacion que, en efecto, aquéllos fueron los nombres iniciales propuestos para Francfort, pero que "ahora los íconos son seis". Y aclaró que trabaja con "la Biblioteca Nacional para hacer un recorrido de la literatura argentina. Estamos trabajando sobre nombres de escritores. La idea es tomar el idioma de los argentinos y mostrarlo en las distintas etapas de nuestra literatura".
-¿Entonces también van a sumar a la Academia de Letras?
-No, porque vamos a una feria y no a un congreso lingüístico.
La pregunta se vincula con la integración del comité organizador. Según el decreto 1316/08, que declara de interés nacional la participación argentina en Francfort, ese órgano contará con una partida especial de Cancillería y se integrará con un representante de la Jefatura de Gabinete, de la Secretaría General de la Presidencia, la de Medios, la de Cultura y la de Turismo, así como la Fundación Exportar, las cámaras argentinas del Libro y de Publicaciones y la Fundación El Libro (organizadora de la Feria del Libro de Buenos Aires), además de Faillace, por la Cancillería.
Es llamativo que, tratándose de semejante acontecimiento cultural, el Gobierno excluya en el decreto la participación de la ciudad de Buenos Aires y las provincias, cuyo aporte es constitutivo de la industria editorial. En Buenos Aires se ubica el mayor porcentaje de casas editoriales. Y las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, por mencionar algunas, tienen sellos muy productivos.
La elección de los cuatro nombres iniciales condujo anoche al presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, quien participa de un congreso en Uruguay, a preguntarse "dónde está escrito que los íconos sólo pueden ser populares. Si alguien representa la literatura argentina en el mundo, ese nombre es Borges". La Academia Argentina de Letras analizó la posibilidad de emitir un comunicado, en caso de que las cuatro figuras iniciales fueran los únicos representativos del país en Alemania.
Un correo electrónico dirigido a Faillace, escrito por el editor Isay Klasse y publicado en el diario Ambito Financiero , puso las cosas al rojo vivo. En ese texto, Klasse manifestó su extrañeza "porque no se han tenido en cuenta autores y escritores vinculados al propósito básico de esa exposición [Francfort], que consiste en la compra y la venta de derechos de autor, sustento de la industria editorial".
Anoche, la embajadora Faillace dijo a LA NACION que no responderá a Klasse, a quien conoce desde hace muchos años, "porque soy su amiga y él está chocho. Fui promedio 9,85 en la Facultad de Letras y me trató como si fuera una ingeniera electrónica bruta. Voy a contestar con los hechos". Fiel a su estilo, agregó: "La mitad de los que critican, que tienen su derecho, no entienden lo que es un ícono. En esa categoría no entran un libro ni un escritor, con excepción de Borges".
La embajadora Faillace señaló que en reuniones que mantuvo ayer con el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, y los escritores Mario Goloboff y Noé Jitrik, fue despejando la paja del trigo: "El eje está puesto en dar una imagen del país a partir de nuestra identidad cultural. La idea es tomar el mundo como un laberinto. Y hacer una especie de laberinto quebrado y circular, porque eso es central en Borges y Cortázar".
Tras señalar que el comité se propone trabajar por áreas temáticas, subrayó que "el eje vinculante serán siempre el libro y la lectura. Ya le pedí a Tristán Bauer que hagamos un ciclo de cine sobre Borges y Cortázar". Para Faillace, así como la Argentina agropecuaria fue la del Centenario, la productora de alimentos es la del Bicentenario de 2010. Precisamente, la presencia en la Feria de Francfort cerrará un año de festejos.
"Para Francfort -agregó Faillace- queremos hacer ediciones del Martín Fierro en todos los idiomas, porque el Martín Fierro tiene que ver con la tradición y el campo. El imaginario del campo tiene que estar en esa Argentina productiva que será parte del pabellón en la Feria."
El país dispondrá, según dijo a LA NACION la presidenta de la Unión Internacional de Editores, la argentina Ana María Cabanellas, de un pabellón gratuito de 2500 m2 y otro que compran los editores para exponer su oferta y vender derechos de autor.
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