Piden la renuncia de la directora de la Casa del Puente, que registró a la joya patrimonial como una marca a su nombre
La polémica medida fue tomada por Magalí Marazzo, al frente del edificio público marplatense, declarado Monumento Histórico Nacional y famoso en el mundo
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MAR DEL PLATA.- Una funcionaria municipal decidió registrar a su nombre la marca y el logo de Casa sobre el Arroyo -o Casa del Puente-, inmueble que desde 1997 está declarado monumento histórico artístico nacional y es reconocido a nivel mundial como una de las obras arquitectónicas referenciales del movimiento moderno.
El trámite lo realizó Magalí Marazzo, que es directora general de Casa sobre el Arroyo, además de vocal de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y Bienes Históricos. “Lo hice para proteger la marca antes de que lo haga un privado”, dijo a LA NACION sobre el expediente que abrió el pasado 18 de octubre ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI).
El paso que dio disparó comentarios, quejas, acusaciones, pero por sobre todo varias especulaciones sobre un mecanismo de procedimientos que tendría muy pocos antecedentes, como es que la responsable de un edificio público registre alguna variante de derechos a su propio nombre.
Este mediodía, al cabo de una reunión y según pudo confirmar LA NACIÓN, desde el gobierno del intendente Guillermo Montenegro y a raíz de este hecho se resolvió pedirle la renuncia al cargo ejecutivo que tenía, al frente de la Casa sobre el Arroyo, con rango de directora dentro de la Secretaría de Obras comunal. Su respuesta, hasta el momento, se mantendría por la negativa.
La situación de Marazzo no es común y amerita algunas cuestiones en caso que mantenga esa postura ya que, a diferencia de otros funcionarios políticos, ella es personal de planta municipal y la designación como directora vence el próximo 31 de diciembre. En caso de decidir continuar hasta esa instancia no solo perderá el cargo sino que se expondría a un sumario administrativo.
En su defensa aseguró que las autoridades “estaban al tanto” de esta gestión de registro de marcas y logo y que “está clara” su decisión de ceder esos derechos al municipio. “Está todo listo para ser firmado”, aseguró. Sin embargo, desde el gobierno municipal aseguraron a LA NACION que no tenían claro que avanzaría con ese trámite ante el INPI de manera personal.
Marazzo hizo las reservas por los nombres Casa sobre el Arroyo y Casa del Puente en cinco de las categorías disponibles que habilitan el registro de esta propiedad de marca. Señaló que solo apuntó a aquellas que involucran la función de museo que la Casa sobre el Arroyo tendrá a la brevedad, apenas se ejecuten, completen y habiliten obras de infraestructura de servicios complementarias que se acaban de licitar. Abarcaría desde publicaciones hasta merchandising, entre otros rubros.
Esta mañana, durante esa reunión en el palacio comunal entre Marazzo y responsables de la Secretaría Legal y Técnica y según pudo confirmar LA NACION, la funcionaria se habría comprometido a transferir el registro de marca a manos del municipio, acto que deberá plasmar ante escribano público. Pero, al mismo tiempo, desde el Ejecutivo se avanzará con el trámite de oposición ante el INPI para que no prospere el trámite que ella había hecho en su favor. “De palabra se comprometió a hacerlo”, confiaron fuentes del gobierno local.
La Casa sobre el Arroyo es una obra de los arquitectos Amancio Williams y Delfina Gálvez Bunge, lograda entre 1943 y 1945. Su diseño tiene como elemento distintivo y y adicional la construcción sobre un curso de agua. Hasta hace poco más de una década sufrió situación de abandono y vandalismo, que deterioraron la imagen de la construcción y arrasaron con gran parte del mobiliario e instalaciones internas.
El gobierno nacional atendió un planteo de las autoridades municipales y dispuso los fondos para comprar el inmueble a un particular, que se lo había adquirido a los herederos del dueño original. En los últimos dos años se avanzó y concluyó con un programa de restauración que le devolvió sus mejores condiciones. Si bien había ilusiones de llegar con las obras a este verano, se espera que recién a mediados del año próximo puedan habilitarse las visitas abiertas al público. Faltan construir accesos, oficinas, baños públicos inclusivos y un depósito en general, que demandará inversión de otros $ 92 millones.
La inauguración de las obras de restauración se realizó el pasado 20 de abril, acto encabezado por el presidente Alberto Fernández; el ministro de Obras, Gabriel Katopodis, y el de Cultura, Tristán Bauer.
Este registro de marca, según explicó Marazzo a LA NACION, lo hizo a partir de contar con información que había otro particular para registrar los derechos a su nombre, lo cual implicaría a futuro una traba para el municipio. “Si quería sacar algún rédito personal hubiese registrado todo a nombre de un tercero”, dijo para despejar especulaciones sobre su voluntad de preservar este otro aspecto periférico del inmueble.
El abogado Adrián Alveolite, especialista en registro de marcas, advirtió que existe un plazo de 30 días para presentar oposiciones, por lo que el municipio debería formalizarlo antes de este viernes, que se cumple ese plazo. “También el Estado municipal puede intimarla a cederle esos derechos o el propio INPI tiene a disposición herramientas para denegar esa solicitud que la requirente presentó”, explicó a LA NACION el titular del Estudio Rawson.
Si cumplido el plazo de 30 días no se registran oposiciones, en caso que el trámite siga su curso correspondería que el INPI analice la situación y “deniegue el registro” de esas marcas dado que su titularidad “debe pertenecer al dominio público del Estado y no puede bajo ningún concepto ser pretendida por un particular”.
Marazzo hizo las reservas sobre las clases de derechos de marca vinculados a celebración de actos de entretenimiento y otros, exposiciones y otros, impresos, variantes de equipaje y prendas sobre ambas denominaciones, Casa sobre el Arroyo y Casa del Puente.
El caso despertó también la inquietud sobre la situación de otros inmuebles similares que también son propiedad o dependen del municipio y sobre los que, según se pudo conocer, no existe ningún tipo de derecho de marca registrado. Solo se habría intentado alguna vez con Villa Victoria, la casona histórica que también funciona como museo. Ese trámite nunca se habría concluido.
La Casa sobre el Arroyo tiene interés internacional. De hecho, el año próximo será parte de la muestra Crafting Modernity: Design in Latin America, 1940 – 1980 que se presentará a partir del 8 de marzo en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York inaugurará el 8 de marzo de 2024. Llega a esa instancia totalmente refaccionada, con reparación de tanto como se pudo a partir de la utilización de materiales similares a los originales y la reposición de elementos también idénticos a los que utilizaron y dispusieron sus dueños originales. Desde grifería y estufa hasta un piano de cola.
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