Pípala: un recorrido por diez libros para chicos (y no tanto) editados en diez años
LA NACIONNatalia Blanc
Pípala, el sello infantil de Adriana Hidalgo, cumple sus primeros diez años. Con un exquisito catálogo integrado por cerca de sesenta títulos, la colección fundada y dirigida por Clara Huffmann en 2009, cuando la editorial "madre" cumplió una década, se especializa en libros ilustrados de gran calidad. Aunque la mayoría de los autores editados son europeos (en especial, franceses), Pípala ha publicado también bellísimas obras de escritores e ilustradores argentinos: el poeta Arnaldo Calveyra y el narrador Félix Bruzzone, entre otros.
Para celebrar el décimo aniversario, Huffmann (hija de la editora Adriana Hidalgo), que vive en Chubut y trabaja a distancia con los autores y diseñadores, presenta esta tarde las últimas novedades de 2019: entre ellas, la primera serie de no ficción de Pípala y el libro álbum A través, de Tom Haugomat, protagonizado por un personaje que viaja al espacio. El encuentro es hoy a las 19 en la Casa de la Lectura (Lavalleja 924).
A continuación proponemos un recorrido por los hits de Pípala de 2009 a 2019, que marcan las tendencias de un catálogo en crecimiento.
Ruidos bajo la cama, de Jean-Marc Mathis. El ilustrador y autor de cómics se inspiró en su propia infancia para crear este libro que habla sobre los miedos reales y ficticios. Es uno de los primeros libros publicados por Pípala (y uno de los favoritos de Huffmann) y aborda la cuestión del terror y la violencia de manera sutil.
Rosa (y Romeo también), de Hiroko Ohmori. El hurón Romeo, que siempre está de mal humor, no necesita compañía. Todo cambia cuando llega la primavera y aparece Rosa, su vecina. Es la continuación de Romeo nunca está contento, del mismo autor e ilustrador, también publicado por Pípala.
La balada del rey y la muerte, de Koos Meinderts, Harrie Jekkers y Piet Grobler. Un rey se niega a morir y para eso manda capturar a la muerte. ¿Cómo le resultará la vida eterna sin final a la vista? El enojo y la angustia que genera la finitud de la vida, con una mirada irónica.
Don Galindo y el tornado. Firmado por Guridi y Gastón Ganza, es un cuento delirante protagonizado por Galindo, un hombre que un día se encuentra con un tornado pero lo confunde con un rulo. Algunas páginas están marcadas con flechas para girar el libro y continuar la lectura, un recurso que crea sentido y va más allá de un capricho de diseño.
Sucedió en Ganduxer, de Arnaldo Calveyra. Ilustrado por Mercedes Miró, la bellísima historia transcurre en Barcelona. Con frases breves, el poeta cuenta el viaje de una bolita de vidrio que va "hacia los barrios y calles del sur en busca del mar, del que nunca oyó hablar".
Cartas escritas con pelos y plumas, de Philippe Lechermeier y Delphine Perret. Cinco cartas de amor delirantes escritas por animales: entre ellos, un caracol enamorado de una babosa y un zorro que pretende a una pollita.
La esposa del conejo blanco, de Gilles Bachelet. Diario íntimo de la coneja que cuida la prole del famoso conejo blanco de Alicia en el país de las maravillas.
Vacío, de Catarina Sobral. Un álbum ilustrado sin palabras, cuyo protagonista es transparente e interactúa con personajes coloridos.
Waterloo y Trafalgar, de Olivier Tallec. Una novela gráfica sin texto que refleja con mucho humor la arbitrariedad de la guerra a través de dos soldados, uno rojo y uno azul, que se enfrentan cuerpo a cuerpo.
El lobo feroz sólo quiere ser amado, de Christine Naumann-Villemin y Annick Masson. El lado B del lobo malvado de Caperucita Roja, que busca volverse bueno. Como si fuera un tratamiento de rehabilitación, la protagonista (una escritora que recibe quejas de brujas, ogros y otros malos de ficción) lo somete a toda clase de pruebas para probar si el animal puede controlar sus impulsos feroces.
Osos. Pardo. Blanco. Negro, de Pascal Girard. Primer libro de no ficción de Pípala que cuenta las características de cada especie de oso, sus respectivos territorios y datos curiosos como, por ejemplo, la forma de comunicación.
Por Natalia Blanc
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