Piglia dejó listos para publicar 5 inéditos
Lo reveló su agente; aun enfermo, el escritor trabajaba 12 horas diarias
Ricardo Piglia, que murió el 6 de enero a causa de una esclerosis lateral amiotrófica, dedicó los últimos meses de su vida a un trabajo incansable ayudado por un equipo de colaboradores, destinado a dejar listos al menos cinco libros que verán la luz los próximos años. "Con un ritmo de trabajo de doce horas diarias, los siete días de la semana, y la colaboración de un equipo de cinco asistentes encabezado por Luisa Fernández, pese a las dificultades prácticas de su enfermedad, que afectaba la velocidad, pero no la calidad y lucidez de su comunicación, Ricardo Piglia se dedicó en los últimos años a cerrar varios proyectos literarios, casi todos comentados reiteradamente en Los diarios de Emilio Renzi." Así empieza el comunicado que hizo circular ayer la agencia de Guillermo Schavelzon, que representaba al escritor argentino.
El comunicado se redactó a instancias de Beba Eguía, cónyuge y heredera del escritor, y tiene como meta informar el estado de los proyectos de Piglia. Además de Un día en la vida, volumen 3 de Los diarios..., habrá un libro de conversaciones con Saer (Por un relato futuro); otro con doce cuentos, ocho de ellos inéditos, titulado Los casos del comisario Croce; Escenas de la novela argentina, una recopilación de las clases que Piglia dio en la TV Pública en 2012, y también se publicará la edición definitiva de sus cuentos con el título Cuentos completos.
Otros libros, en cambio, quedaron revisados parcialmente: Teoría de la prosa, edición de un seminario que Piglia dictó en la Universidad de Buenos Aires en 1995; China, 1973. Fragmentos de un diario, La Argentina en pedazos y otros prólogos y Ensayos completos .
Piglia dejó también un archivo digital y en papel de material inédito, notas, documentos y fotografías organizado por temas y títulos. Estos materiales, incluyendo los cien cuadernos manuscritos de los Diarios y una parte de su biblioteca, fueron depositados por Piglia en la Firestone Library de la Universidad de Princeton (Estados Unidos), de la que era profesor emérito.