Piden que una calle lleve el nombre de Juan Forn en Mar de las Pampas
Escritores, editores y lectores comparten la propuesta de la plataforma Change.org para honrar la memoria del autor de “Nadar de noche”, que murió en 2021 en esa “aldea” de la costa
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Antes de la temporada de verano, la localidad de Mar de las Pampas se convirtió en trending topic. El motivo no es el precio de los alquileres ni la belleza de la “aldea”, como la llaman los habitantes, sino la petición en la plataforma Change.org para que una calle del pueblo bonaerense lleve el nombre del editor y escritor Juan Forn, que falleció el 20 de junio de 2021, a los 61 años, en Mar de las Pampas. La iniciativa “Por una calle para Juan Forn en Mar de las Pampas” surgió de dos amigos del escritor: Juan Pablo Trombetta, director del periódico El Chasqui de Mar de las Pampas, y la escritora y periodista Flavia Pittella, que publicó un emotivo artículo en ese medio. De inmediato, fue tomada por la Sociedad de Fomento de Mar de las Pampas, que junta firmas para que la calle Juan Forn se haga realidad cuanto antes. Escritores, editores y lectores, mientras tanto, comparten la petición en redes, con el célebre retrato de Forn hecho por Alejandra López.
Estamos queriendo honrar la memoria de Juan Forn en Mar de las Pampas y una de las iniciativas es que haya una calle con su nombre. ¿Me ayudan, cosos de mi ❤️?
— FlayDaniPittella💚🌟🌟🌟 (@flaviapittella) September 11, 2023
Una calle para Juan Forn en Mar de las Pampas - ¡Firmá la petición! https://t.co/xOvCI8xGCx vía @ChangeorgAR
La idea surgió de una charla nocturna entre Pittella y Trombetta, vecinos y amigos de Forn. “Un ciudadano propone el cambio de nombre de la calle y una asociación toma el pedido y lo hace público con su aval, como hizo en este caso la Sociedad de Fomento. Solo hay que juntar las firmas para presentar el pedido al Concejo Deliberante, porque hay que cambiar el nombre de una calle. Se sigue un proceso democrático”, dice Pittella a LA NACION.
“Esperamos que antes de fin de año el Concejo apruebe el pedido para que haya una calle para Juan, que vivió todos estos años en Mar de las Pampas”, agrega Trombetta. La calle marpampeana donde está la casa de Forn se llama Querandíes; allí vive, actualmente, su hija.
“Porque eligió vivir acá, al lado del mar, y caminó magnetizado su orilla como todos los que lo amamos; porque se sumó a esta comunidad como un vecino más; porque su actitud afable y respetuosa hacia el lugar y su gente nos hizo quererlo, además de admirarlo -se lee en la petición hecha por la asociación marpampeana-. Por eso, por buen vecino, por querible, por cercano, acompañamos con nuestra firma el proyecto de cambio de nombre de la calle Juan de Garay en Mar de las Pampas por el del querido escritor y vecino, Juan Forn”.
El embajador os pide vuestra firma ¡Firmad, si queréis, camaradas!
— Antonio Santa Ana (@ASantaAna) September 12, 2023
Por una calle para Juan Forn en Mar de las Pampas - ¡Firmá la petición! https://t.co/FXsyuBrBsB a través de @ChangeorgAR
“Juan Forn murió aquí, en Mar de las Pampas, un domingo 20 de junio y era el Día del Padre -se lee al comienzo del artículo de Pittella en El Chasqui de Mar de las Pampas-. Regresaba de un festejo en casa de amigos y volvió a su hogar, caminando por las calles de Mar de las Pampas. Lo esperaba otra amiga para tomar el té. Seguramente iba a salir de su casa caminando las pocas cuadras que lo separaban de ella. Es lo que hacía Juan en Mar de las Pampas, caminar sus calles, disfrutar de la caminata hasta el mar, de regreso del mar. Y así como si nada, en un atrevimiento del destino, esa tarde del día del padre Juan murió en Mar de las Pampas”.
Pittella remarca que Juan Forn le pertenece “a toda la comunidad literaria hispanohablante del planeta” por su trabajo como escritor, editor, docente de talleres literarios y autor de las célebres contratapas de los viernes en Página 12 (publicadas en cuatro tomos por su casa editora, Emecé). “A Juan le debemos la locura de toda su obra y le debemos además muchos de los autores que hoy disfrutamos porque él los descubrió, los exprimió de la manera más amorosa y los guio hacia la luz de sus textos. Juan amaba compartir el placer por la lectura, Juan incorrecto, Juan desbordado, Juan profundo como un océano”.
“A Juan Forn le debemos la existencia literaria de Mariana Enríquez, de Camila Sosa Villada -dice Pittella-. Juan Forn publicó y difundió insistentemente autores de la talla de Matilde Sánchez o Fogwill, Tomás Eloy Martínez, o Alberto Laiseca. La interminable lista que hoy cualquiera escribiría de narrativa argentina de la segunda parte del siglo XX la construyó Juan Forn”. En diciembre, Emecé reeditará dos novelas de Forn difíciles de conseguir en librerías, Frivolidad y Puras mentiras.
“Juan nos regaló su literatura […] ¿Y qué le regalamos nosotros, sus últimos vecinos, los que disfrutamos su risa pícara, sus tardes de charlas y tés, el verlo pasar en sus caminatas, fumar sus cigarros y ver la luz en esos ojos tan vivaces que enamoraban?”. Para recordar al autor de Yo recordaré por ustedes en el lugar que habitó e imaginó a orillas del mar sus contratapas de los viernes, escritores, amigos, vecinos y lectores pueden adherir a la petición de Change, que ya tiene más de quinientas firmas.
“Quiero caminar hacia la playa y pensar en los que no están entre nosotros ahora, no en este plano, pero siguen estando -concluye el escrito de Pittella-. Y pienso que si hay algo que podemos regalarle a Juan es que siempre haya alguien que, al doblar en una esquina cualquiera, desprevenido, se encuentre caminando por una calle que se llame Juan Forn y que piense ¿Juan Forn? ¿El escritor? ¿El de las contratapas de Página 12? ¿En Mar de las Pampas? Y entonces llegue a un restaurante, a un almacén, un bar o un negocio, a la oficina de turismo y pregunte ¿por qué le pusieron Juan Forn a la calle? Y todos podamos decir con mucho orgullo que Juan fue miembro de nuestra comunidad, y que nombramos una calle en su memoria como un regalo colectivo. Nombrar una calle en su nombre es nuestra forma de agradecerle por su arte y también por su hermosa presencia en nuestro pueblo. Y así, que transcurra el tiempo y que se nombre Juan Forn casualmente, sin solemnidad, como algo dado. Tal persona, que alquiló su casa sobre Juan Forn. O, nos encontramos en la esquina de tal y Juan Forn”.
En el verano, los que caminen rumbo a la playa o den un paseo vespertino entre los árboles descubrirán el nombre del autor de Nadar de noche en una calle.
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