Picasso & Coco Chanel: la amistad de dos genios que dejaron de lado sus egos en pos de una sociedad creativa
Con una muestra dedicada a la dupla en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, España inaugura los homenajes del Año Picasso: en 2023 se cumplen cinco décadas de la muerte del pintor
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MADRID.– Pablo Picasso será el gran protagonista cultural del año 2023. Como preludio de las múltiples exposiciones y eventos que organizan los gobiernos de España y de Francia para conmemorar el 50°aniversario de su muerte, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta una original propuesta. Picasso/Chanel explora la amistad entre el artista español y la diseñadora francesa a través de obras de arte –cuadros, dibujos, vestidos y trajes–, que viajaron a Madrid desde distintos museos, americanos y europeos, y desde colecciones privadas para invocar este universo en el que dos genios dejaron sus egos de lado y crearon una fértil sociedad creativa. También se inauguró Imagine Picasso, una exposición multisensorial e inmersiva.
Pablo Picasso (1881-1973) y Gabrielle Chanel (1883-1971), más conocida como Coco, se conocieron en la primavera de 1917 en París cuando ambos gozaban de reconocimiento. Picasso contaba ya con el vínculo con el marchante Paul Rosenberg, quien colaboró con la proyección mundial del artista, mientras que Chanel había inaugurado la Maison Chanel y su casa de modas en Biarritz. Fueron presentados posiblemente por el dramaturgo Jean Cocteau o por la mecenas y pianista Misia Ser. Entre ambos surgió una gran amistad basada en una profunda admiración mutua.
Una de las anécdotas que revela la complicidad que existía entre ambos es aquella que ocurre en una fiesta de disfraces organizado por Étienne de Beaumont en 1920. Picasso, su mujer y Misia Ser decidieron no asistir porque Chanel no había sido invitada, a pesar de que había desplegado su talento en la confección de varios trajes que allí se lucirían. Sin embargo, los amigos se presentaron en la puerta de aquel sofisticado evento y se escondieron junto a los choferes para espiar la llegada de los invitados.
Los dos creadores celebraron juntos la víspera de Navidad de 1920 en la casa de la rue Cambon de la diseñadora. También acudieron a aquella cita figuras de la bohemia: Serge Lifar, Satie, Jacques Lipchitz, Georges Braque, Jean Cocteau, Raymond Radiguet, Misia Sert, Caryathis, Blaise Cendrars y Los Seis, un grupo de jóvenes compositores. En el verano de 1921, Picasso estaba instalado en Fontainebleau con su mujer, Olga Ojlova, y su hijo Paulo, precisa Paula Luengo, la curadora de la exposición. El artista debe regresar a París y dado que no soporta la soledad de su departamento, Chanel lo recibe en su casa que se había convertido en el epicentro de las vanguardias. Juntos acudieron en 1921 al estreno del ballet Los novios de la Torre Eiffel, de Cocteau. Estos dos espectadores pronto se convertirán en socios creativos.
En 1922 Picasso y Chanel colaborarían por primera vez en la puesta de Antígona, la tragedia en versión de Cocteau: Picasso diseñó el telón y las máscaras, mientras que Chanel, el vestuario. En 1924 volverían a reunirse para brindar su talento a los Ballets Rusos de Serguei Diaghilev en El tren azul, con libreto de Cocteau. El realizador ruso descubrió una pieza en el taller de Picasso, Dos mujeres corriendo por la playa (La carrera), que ofició como telón de obra, mientras que Chanel diseñó los trajes para los bailarines inspirados en sus propios modelos deportivos.
La exposición Picasso/Chanel abarca las décadas de 1910 y de 1920, años de ebullición artística y de juventud de ambos creadores. Los archivos del Museo Picasso de París conservan una invitación de 1918 de Chanel a los Picasso para asistir a una cena en su residencia y una fotografía que Coco guardaba de su amigo Pablo. La exposición da cuenta de la retroalimentación entre ambos creadores.
El cubismo y el estilo Chanel, uno de los tramos de esta muestra, presenta la influencia de este movimiento en las creaciones de la diseñadora. En el sentido opuesto, da un ejemplo en el programa de la exposición Marika Genty, delegada del patrimonio Chanel, que la diseñadora también fue una musa para el pintor: “La idea de la petite robe noire, el «pequeño vestido negro», nació de una traviesa ocurrencia de Gabrielle Chanel durante una velada en la ópera («Estos colores son imposibles. Voy a vestirlas de negro, a todas estas»). Gracias a su tratamiento monocromo, y a su juego con los contrastes, los efectos de texturas, los materiales y los brillos, Chanel casa el negro con la elegancia y, mediante esta elección tan radical, renueva el uso del negro, limitado hasta entonces al luto o al ámbito doméstico, para dar preeminencia a la línea y las proporciones”. La monocromía de Chanel presente para construir espacios también lo estaba en la obra de Picasso.
“La comparación directa entre los diseños de Chanel y la obra de Picasso, la evidencia de su parentesco formal y la sospecha de que existen lazos profundos que unen el trabajo de ambos, invitan a suspender por un instante las categorías y considerar cada objeto, cada vestido y cada cuadro como parte de un lenguaje común, fruto de aspiraciones e influencias compartidas”, explicó Juan Gutiérrez, uno de los expertos en el vínculo entre ambos creadores.
Bernard Ruiz Picasso, nieto del artista, estuvo presente en la inauguración de la muestra en el Thyssen: “Creo que celebrar al siglo XX a través de dos figuras importantes es algo imprescindible y necesario en nuestro mundo, especialmente en estos días en los cuales vivimos tiempos difíciles, en Europa y en el planeta, donde hay muchas preguntas sin respuesta”.
Un ambicioso plan de homenaje
Celebración Picasso 1973-2023 es el nombre del evento cultural que tendrá su epicentro el 8 de abril de 2023, fecha en la que se conmemora el 50 aniversario de la muerte de Picasso en la población francesa de Mougins. Los gobiernos de Francia y España han trabajando de modo conjunto en un agenda integrada por más de cuarenta exposiciones, dos congresos académicos y eventos que se celebrarán en varias ciudades.
En España son quince los museos e instituciones que participan de estos homenajes: entre otros, el Museo del Prado, el Museo Reina Sofía, el Thyssen Bornemisza (además de la muestra Picasso/Chanel prepara para 2023 otra muestra que se llamará Picasso. Lo sagrado y lo profano), el Museo Picasso de Barcelona, el Museo Picasso de Málaga, el Museo de Bellas Arte de A Coruña, el Guggenheim de Bilbao, la Fundación Miró en Barcelona, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Fundación Mapfre.
Además del Thyssen, también se adelantó a los homenajes el Museo Nacional del Greco, en Toledo, al recibir por primera en su historia la obra de Picasso en su edificio gracias a un intercambio institucional con el Kunstmuseum Basel (Suiza). El Greco fue una gran fuente de inspiración para Picasso. También en París se inauguró en el Museo de Montmartre una muestra sobre el vínculo artístico entre Picasso y Fernande Olivier. Carlos Alberdi, portavoz de la comisión nacional de la Celebración Picasso 1973-2023, destacó en la presentación de Picasso/Chanel: “Es un homenaje debido a uno de nuestros más importantes artistas del siglo XX que murió sin poder volver a pisar España por razones políticas que todos conocemos”.
A su vez, esta semana se inauguró en el predio Ifema Palacio municipal una muestra inmersiva llamada Imagine Picasso. Los visitantes pueden disfrutar de la obra del genial artista andaluz e ingresar en su universo gracias a la bondades tecnológicas. En Buenos Aires resultó un éxito la muestra Imagine Van Gogh cuyos responsables son los mismos de la muestra multisensorial de Picasso en Madrid.
España y Francia serán los principales anfitriones, pero no los únicos. En el Museo Picasso de Munster se inauguró una muestra sobre dos mujeres que dejaron importantes escritos sobre su relación con Picasso: Fernande Olivier y Françoise Gilot. Además, en el Metropolitan Museum de Nueva York se inaugurará en este marco de homenajes una muestra sobe el cubismo y el trampantojo.
Coco Chanel hizo célebre la frase “menos es más”, sin embargo, cuando se trata de brindar un homenaje a Picasso, parafraseando a la diseñadora, “más es más”, o quizá nunca sea suficiente.
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