Pequeños objetos íntimos de grandes hombres y mujeres que hicieron historia
De la más intimista de las artes a los muebles y objetos de uso cotidiano de los hombres y mujeres que hicieron historia en siglos pasados, un catálogo descriptivo del Museo Histórico Nacional (MHN) rinde cuenta de los tesoros de la institución que, en 2019, cumplió ciento treinta años. Y además, como señala su directora Viviana Mallol, la iniciativa "salda una deuda pendiente de más de medio siglo, desde que el director Trenti Rocamora encaró la tarea para la publicación del Catálogo de objetos del Museo Histórico Nacional en 1951". Más de medio siglo después, y con el apoyo de la ley de mecenazgo porteña, el museo dio a conocer su nuevo catálogo razonado: Miniaturas / Daguerrotipos / Muebles de guardar: contadores y escribanías.
El MHN, ubicado sobre la calle Defensa 1600, en el Parque Lezama, está dedicado a la historia argentina y posee una variedad de colecciones relacionadas con la historia prehispánica de América del Sur y la Argentina, la Revolución de Mayo y la Guerra de la Independencia, producto de donaciones a lo largo del tiempo. "Muchas no son expuestas y se encuentran guardadas –dice Mallol a LA NACION–. El catálogo es relevante porque difunde las colecciones, garantiza la accesibilidad a la información y, al mismo tiempo, abre nuevas posibilidades de investigación". Y además, permite imaginar la vida privada y pública en las Provincias Unidas del Río de la Plata y (luego de años y combates) la Argentina.
Un infinito pequeño
Según la investigadora Marta Álvarez Gutiérrez, la miniatura "fue la más intimista de todas las artes, una pintura fina y exacta que implica una orientación hacia la infinitud de lo pequeño". La colección del MHN posee 163 piezas de ese registro delicado y elegante de la fisonomía de mujeres, hombres y niños de la primera mitad del siglo XIX, así como también retratos minúsculos hechos a pincel de Juan Manuel de Rosas, María Sánchez de Velazco de Mendeville, Bernardino Rivadavia y Domingo Faustino Sarmiento. Si bien desde su inicio la miniatura fue un arte para el recuerdo personal, desde el presente el conjunto de piezas del MHN conforma una galería de lo que fue la élite social y política criolla.
Portátil, la imagen de la mujer amada (voluptuosa, jovial o serena) acompañó a militares en sus batallas, mientras que la de él se mantuvo junto a las mujeres en los intercambios sociales de las pequeñas urbes. Las miniaturas con damas patricias porteñas podían aparecer en los lugares más inesperados: la de una mujer anónima fue hallada en una cartera que perteneció al doctor Eduardo Wilde y otras, en los arcones de reliquias familiares. La mayor parte de la colección del museo proviene de donaciones. Pese a que la llegada del daguerrotipo al Río de la Plata, en 1840, desplazó la miniatura como técnica de representación, en la colección del museo hay trabajos hechos a fines del siglo XIX y principios del XX, como el que muestra a un Sarmiento de mirada desorbitada.
En más de cien daguerrotipos, ambrotipos y ferrotipos quedaron registradas para siempre las imágenes de los protagonistas de la Independencia y la Organización Nacional, como José de San Martín (retratado en su exilio en Francia), Juan Bautista Alberdi, Remedios de Escalada, Guillermo Brown y Dalmacio Vélez Sársfield. Como en "fotos de perfil", hombres y mujeres de la historia cruzan las fronteras del tiempo en superficies de plata pulida. A diferencia de la fotografía, el daguerrotipo nunca pudo capturar el instante: los modelos debían posar entre 10 y 32 segundos para el registro de aquello que Jorge Luis Borges describió como "el tiempo detenido en un espejo".
El Instagram del siglo XIX argentino es, de manera abrumadora, castrense: el general Benjamín Virasoro, el general Ignacio Álvarez Thomas y el teniente coronel Pantaleón Sotelo forman parte de la galería de imágenes. Un pequeño daguerrotipo de José Mármol muestra la mirada intrépida del autor de Amalia. A diferencia de su padre (que se negó), la primera mujer que se atrevió a dejarse inmortalizar mediante la técnica del daguerrotipo fue una joven Manuelita Rosas, que aparece con los hombros al descubierto en plena década de 1840.
Para Carlos G. Vertanessian, la invención de Louis Daguerre fue un "medio nivelador de representación personal y de creación de imágenes". Más barato que una pintura al óleo, "fue un medio democrático de vanguardia". El catálogo, que se publica a 180 años de la invención del daguerrotipo, reproduce además vistas del viejo Buenos Aires, en tiempos en que aún no existía la Plaza de Mayo.
Muebles viajeros
"Los muebles de guardar o cajas papeleras, contadores y escribanías refieren a objetos de uso cotidiano de múltiples funciones, para el hogar o los largos viajes a través del Virreinato del Río de la Plata", puntualiza Jorge Carman, presidente de la Asociación de Apoyo al MHN, que fue creada en 2009. En esas piezas de carpintería de excelencia, ornamentadas con figuras de nácar y pinturas, convergieron el arte elegante de la ebanistería y los fines prácticos de la época.
Dentro del conjunto de muebles de la colección del museo, se destacan por su magnificencia las cómodas que pertenecieron a los funcionarios coloniales que llegaban desde España a estas costas; en contraste, una escribanía portátil del general San Martín, hecha en Inglaterra con madera de palisandro y que ingresó al MHN por donación del general e historiador Bartolomé Mitre, exhibe un diseño austero y sin ornamentos. En la institución hay 60 piezas de estas características.
Hasta bien entrado el siglo XIX, leer y escribir eran dos prácticas bien diferenciadas. "Los que leían eran pocos y los que leían y escribían todavía menos", señalan Juan José Ganduglia y María Florencia Rodríguez Giavarini en el nuevo catálogo del MHN. Las escribanías portátiles de los militares y políticos viajeros, como la del general Juan Lavalle o la de don Felipe Senillosa, muestran superficies acotadas para escribir, aptas para la redacción de esquelas, notas personales y cartas urgentes. Desde esos objetos hoy preservados por el MHN, se escribieron capítulos de la historia argentina.
Catálogo de interés cultural
En el marco de un plan estratégico integral de colecciones, y mediante la ley de mecenazgo del gobierno porteño y la producción editorial de la Asociación Civil de Apoyo al MHN, se materializa el trabajo interdisciplinario de los equipos profesionales de las áreas técnicas del museo con el aporte de investigadores externos. El libro, de distribución gratuita, tiene prólogos de Carman, Mallol y Ezequiel Canavero, y estudios de Marta Álvarez Gutiérrez (sobre las miniaturas), Ana María Morales, Mariana López y Magalí Rud Otheguy (sobre las tareas de conservación de esa colección), Carlos G. Vertanessian (sobre los daguerrotipos, ambrotipos y ferrotipos), Lucía Benavente (sobre la conservación de ese patrimonio), Juan José Ganduglia y María Florencia Rodríguez Giavarini, que escriben sobre los muebles de guardar, y María Paula Olabarrieta, sobre el plan de conservación de esos objetos.
En 2020, se publicará un catálogo que relevará la pintura histórica y los ponchos de la institución, y están en proceso de investigación conjuntos de instrumentos musicales y de indumentaria femenina. El próximo año, el equipo del MHN estará dedicado a la conmemoración del 250° aniversario del nacimiento del general Manuel Belgrano y el bicentenario de su paso a la inmortalidad. También se crearán más espacios expositivos, con el fin de incrementar la cantidad de patrimonio exhibido y generar nuevos relatos sobre la historia.
Más información sobre la institución y su catálogo, aquí.
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