Paul Auster, Siri Hustvedt y Gay Talese, en una lectura pública en apoyo a Salman Rushdie
Unas 400 personas se reunieron frente a la Biblioteca Pública de Nueva York para escuchar a más de una decena de escritores que leyeron fragmentos de libros del autor atacado la semana pasada, que se recupera de las lesiones en el hospital
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“Apoyemos a Salman: defendamos la libertad para escribir”. Con ese lema posteado en su cuenta de Instagram, autores como Siri Hustvedt y Paul Auster convocaron hoy al público a escuchar la lectura de fragmentos de obras de Salman Rushdie en las escalinatas de la Biblioteca Pública de Nueva York.
Del acto, un repudio al ataque que sufrió el autor de origen indio y nacionalizado británico estadounidense (que fue gravemente herido a puñaladas hace una semana en la localidad neoyorquina de Chautauqua), participaron también Gay Talese, Colum McCann y más de una decena de escritores. Rushdie, que se está recuperando, fue invitado a seguir el encuentro desde el hospital, según informó la agencia de noticias AFP.
Bajo la vigilancia de agentes antiterroristas y policías con equipos de protección, cientos de personas se reunieron frente a la emblemática sede de la biblioteca en la Quinta Avenida de Manhattan para manifestar su apoyo al escritor perseguido desde fines de la década de 1980, cuando publicó Los versos satánicos y desató la furia del gobierno de Irán.
Al finalizar el acto, unas 400 personas corearon “Estamos con Salman”. Algunos sostenían carteles con la imagen de Rushdie y con su cita: “Si no estamos seguros de nuestra libertad, entonces no somos libres”.
“Espero que esto sea una llamada de atención sobre el hecho de que personas como Salman, que no tienen miedo, que escriben las cosas como las ven, que no tienen miedo de decir la verdad tal y como la ven, están realmente en peligro”, dijo la directora ejecutiva de PEN América, Suzanne Nossel. La organización sin ánimo de lucro dedicada a la libertad de expresión y los derechos humanos colaboró en la organización del acto junto con la Biblioteca Pública de Nueva York. “Ni siquiera un puñal en la garganta podría sofocar la voz de Rushdie”, dijo Nossel y recordó que el escritor de 75 años habló por “decenas de escritores que han sido perseguidos y atormentados y no querían que sus terribles experiencias subsumieran sus identidades o ahogaran su imaginación”.
Talese leyó un extracto de la novela La decadencia de Nerón Golden, mientras que el irlandés McCann leyó un ensayo que Rushdie escribió en 1992 para el New Yorker, “Fuera de Kansas”, y dijo que esperaba con ansias su recuperación, así como su regreso al mundo literario. “Él siempre ha estado a la altura de las circunstancias, tendrá algo profundo que decir”, especuló.
Auster, por su parte, recordó que la obra de Rushdie es como “la mejor literatura”, porque “abre el universo, empuja las fronteras de las lenguas, hace el mundo más amplio y ayuda a identificarnos con quienes no son como nosotros”. En tanto, Husvedt resaltó la diversidad en la que Rushdie creció: nacido en India, educado en Inglaterra y residente en Estados Unidos, y expresó que su valor consiste “en no sufrir por la falta de raíces, sino al contrario, disfrutar de sus muchas raíces”.
Al tiempo que el autor indio Kiran Desai leyó un pasaje de Quichotte, una novela de Rushdie inspirada en el clásico Don Quijote. “Querido Salman y querida familia de Salman: la semana pasada muchos de nosotros nos dimos cuenta de que contábamos contigo para sostener el cielo”, dijo Desai antes de la lectura y agregó: “Espero que sepas que también podés contar con nosotros. Estamos aquí para ti y estaremos aquí por mucho tiempo”.
A su turno, el novelista y periodista británico Hari Kunzru leyó el comienzo de Los versos satánicos, que tras su publicación en 1988 le significó a Rushdie una condena de muerte por parte de las autoridades religiosas iraníes, y subrayó: “Salman escribió una vez que el papel del escritor es nombrar lo innombrable, señalar los fraudes, tomar partido, iniciar discusiones, dar forma al mundo y evitar que se duerma. Es por eso que estamos aquí”.
Rushdie fue apuñalado varias veces el viernes último cuando estaba por comenzar una conferencia literaria en el Instituto Chautauqua, de la localidad homónima, y desde entonces se encuentra hospitalizado, recuperándose de daños sufridos en el hígado, los nervios de un brazo y los ojos.
El agresor, un joven estadounidense de 24 años llamado Hadi Matar, fue detenido al momento del ataque y desde entonces permanece preso sin derecho a fianza. Se declaró inocente de intento de asesinato y agresión y está a la espera de una nueva audiencia judicial en Nueva York.