Paul Auster, el novelista que piensa como un poeta y siempre está de regreso
Casi todo sucedió a las seis en punto de la tarde. Paul Auster, Ludovica Squirru, Roberto Navarro con Víctor Hugo Morales, Rudy y los poetas invitados al Festival Internacional de Poesía coincidieron en distintos espacios de la Feria del Libro. Todos "agotaron localidades". En su 44ª edición, el gran encuentro de la cultura del libro demostró una vez más que la diversidad es uno de sus rasgos más notables.
Por supuesto, Auster volvió a ser el centro de todas las atenciones. Entrevistado por el periodista Carlos Guyot, ofreció respuestas que parecieron algo guionadas. Se refirió a su proceso creativo, a la novela 4,3,2,1, a su vida en pareja con Siri Hustvedt y al gobierno de Donald Trump, al que consideró un "maniático". En reiteradas ocasiones, a las mil personas que habían esperado durante horas al escritor estadounidense se les pidió que no sacaran fotos con el celular. "En mis comienzos era poeta; ahora, como novelista, sigo pensando como un poeta", dijo el autor de La música del azar. Luego, en el stand de Planeta, firmó ejemplares de su libro publicado por Seix Barral. Pero, para que no se demorara con cada lector, se anticipó que no agregaría ninguna dedicatoria a la firma y que la editorial publicaría las fotos en la Red. El tiempo es dinero.
Más chispas de la apertura
El cuarto día de la Feria convocó a lectores consuetudinarios y en potencia de todas las edades. Padres con niños que colmaban los stands de sellos de literatura infantil, como Unaluna, Iamiqué y Calibroscopio; adolescentes fans de Magalí Tajes y Jazmín Riera (firmaron a la misma hora); jóvenes universitarios en los puestos de Eudeba y Siglo XXI, y adultos de paso por los satélites de los grandes grupos incrustados en el Pabellón Verde formaban parte del tropel del libro.
Si bien en algunos stands hubo que cubrir las mesas con plásticos y recurrir a baldes para que las goteras no causaran estragos, la Feria abrió las puertas puntualmente. Después de alquilar a buen precio el predio por años, La Rural aún no resuelve temas tan sencillos como evitar que se filtre agua cuando llueve.
Todavía con el recuerdo fresco de la jornada inaugural, Martín Gremmelspacher, presidente de la Fundación El Libro, rechazó las furibundas críticas del Club Político Argentino, que había tratado a los organizadores de inoperantes por el episodio del jueves pasado. "Hacemos la Feria desde hace 44 años y organizamos más de dos mil actividades. Tenemos muy claro cómo obrar", dijo Gremmelspacher, cuyo mandato concluye en septiembre. También lamentó que no se hubiera podido escuchar a los ministros de Cultura de la Nación y la ciudad, Pablo Avelluto y Enrique Avogadro, respectivamente.
Desde temprano, hubo actividades para chicos en la Sala Cuentacuentos, con Roxana Drucker y Ricardo Blotta, y una historia del libro en clave bufa a cargo de Ricardo Howard. En Zona Explora, un taller interactivo sobre química coordinado por el equipo del Instituto de Química de San Luis atrajo a futuros científicos. A las cuatro y a las siete, se presentaron Abuelas y Abuelos Leecuentos de Lanús. La lectura es una herramienta de transmisión cultural.
A las cinco, los autores de la colección Cine Pop, entre ellos Maia Debowicz, María Fernanda Mugica y Matías Bauso, conversaron sobre cine y libros en tiempos de YouTube. La colección dirigida por Leonardo D'Esposito crece a ritmo parejo y se impone como una pausa entre un capítulo y otro de las series. "Netflix lanza una comedia romántica cada quince días", aseguró Mugica, autora con Natalia Trzenko de Amar como en el cine.
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