Patitos kawaii, niños perdidos, más hurtos y otras curiosidades que dejó la Feria del Libro
Además, regalaban sobrecitos de yerba, en el stand del Ministerio del Libro se podían dejar sugerencias y el Comisario de la Feria contó sus intervenciones más frecuentes
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“Algo salen”, dijo a LA NACION uno de los vendedores de “patitos kawaii” en la entrada de La Rural sobre la avenida Santa Fe, al lado de las boleterías, en la última jornada de la Feria del Libro. Por los pabellones se veían, desde el inicio del gran evento cultural, chicos, jóvenes y adultos con patitos en la cabeza, en las mochilas y en los abrigos. “No sé de dónde salieron, los vi en internet”, dijo una madre acompañada por sus dos hijos adolescentes, los tres con patitos en la cabeza. Algunos patitos kawaii lucen sombreritos de colores; otros, vinchas vistosas o anteojos, símbolos como el del infinito y coronas. Un resorte permite que se muevan.
Según los influencers de tendencias en Instagram y TikTok, los patitos kawaii tienen su origen en Japón y su uso proviene del personaje de animé de una adolescente que pasea dichosa con un patito en la cabeza; los usuarios de los patitos transmiten “alegría y tranquilidad” a quienes se crucen con ellos. A medida que avanzaba la Feria y se “contagiaba” la tendencia, el precio de los patitos pasó de $ 1500 a $ 2000 y $ 2500.
La gente compra PATITOS AMARILLOS para ponérselo en la cabeza. Estamos ante la decadencia de la sociedad.
— Julianismo 𝑴𝑱 (@_MateoMJ) May 12, 2024
Digamos basta de una vez. pic.twitter.com/sSiNVISs84
“Ella se los vio a otros chicos y me pidió uno”, contó otra madre. La niña llevaba su patito en la cabeza y en una mano, una bolsa de compras del stand de El Gato de Hojalata. “Elegimos este -dijo la chica con orgullo-. 365 cuentos”. Por la presencia de niños y jóvenes en la Feria, es posible ilusionarse: la lectura tiene un gran futuro por delante. Y, también, prever que la próxima edición de la Feria del Libro Infantil y Juvenil estará colmada de patitos.
Más niños perdidos y más hurtos
En diálogo con LA NACION, el “comisario” de la Feria contó que en esta edición del evento se habían contabilizado más niños que, al alejarse del grupo escolar con el que visitaban la Feria, se habían perdido en los pasillos de La Rural. “Si eran muy chicos, les dábamos un libro o lápices y papeles para que dibujaran”, dice Gustavo que, además de comisario, es abogado. En todos los casos, los chicos esperaron con paciencia que el adulto responsable “se apersonara” en el destacamento ubicado en el Pabellón Azul.
Consultado sobre si en esta edición se habían robado más libros de los stands, el comisario dice que no fue así. No obstante, los encargados del stand de Cúspide contaron que habían atrapado a más personas con “las manos en los ejemplares” que en 2023. “En los stands cerrados hay más oportunidades de llevarse libros sin pagar”, observa el comisario. Los expositores consultados dijeron que en unos días, después de cotejar los listados de ventas, sabrán cuál es el “faltante” exacto de libros.
Sobrecitos gratis de yerba
El stand de la provincia de Corrientes fue muy concurrido por las actividades culturales y también porque las simpáticas promotoras entregaban a los visitantes muestras gratuitas de yerba mate Playadito, empresa que desde 1926 tiene su sede en Colonia Liebig, una pequeña localidad de Corrientes. “Por segundo año consecutivo Playadito nos acompaña en la Feria”, dijo el responsable del stand a LA NACION. Ideado y construido por D&A Agencia de Ideas, de Alejandra de Alba, el puesto se basó en el lema del Instituto de Cultura de Corrientes, “Avío del alma”, un poema-chamamé de Julián Zini, sacerdote, músico y compositor representativo de la correntinidad.
Propuestas en el “Ministerio del Libro”
En el stand colectivo Ministerio del Libro, coalición editorial de Todo Libro Es Político y la cooperativa Typeo, se destinó una de las “paredes” para que las personas dejaran sus propuestas para fortalecer el ámbito cultural y editorial y la promoción de la lectura.
Algunas de las sugerencias, todas manuscritas, fueron “Promover la donación de libros nuevos, que toquen temas actuales e interesantes para los chicos de las escuelas públicas más carenciadas” y “Entregar más libros de pensamiento crítico, epistemología, lógica formal. Fomentar y desarrollar el pensamiento científico y riguroso, metodología de la investigación (firmado por ‘Mario Bunge’)”. Y hubo consignas referidas al contexto sociopolítico: “Estudiá, no seas libertario”, “Caputo el que lee” y “¡Viva Taylor Swift!”.
Un libro de cuentos gratis de la Legislatura porteña
Este fin de semana varias personas leían en los cafés de la Feria un libro de cuentos con personajes y lugares de la ciudad de Buenos Aires que fue publicado por la Legislatura porteña. El sábado se había presentado la décima edición de Yo te cuento Buenos Aires, con una selección de veintiocho cuentos ambientados en la Reina del Plata escritos por autores como Franco Marín, Romina Bruno, Vivian Dragna, Mario Capaso, Ana Sol Arce, Sergio Albornoz, Teodoro Tenenbaum y Liliana Weisbek, y sábado y domingo se distribuyeron ejemplares gratuitos en el Pabellón Ocre.
Las ficciones transcurren en distintos barrios porteños y cada una está precedida por un mapa dibujado por Julia Romano. De la convocatoria internacional, realizada en 2023 y coordinada por Adriana Romano y Ofelia Michelesi, participaron 888 relatos. El jurado estuvo integrado por Dana Babic, Marcelo Rubio y Pablo Hernán Di Marco. La iniciativa depende de la Dirección General de Asuntos Culturales y Patrimoniales de la Legislatura, a cargo de Juan Diego Bellocchio, que firma uno de los prólogos. Se puede solicitar un ejemplar gratuito de Yo te cuento Buenos Aires en la Legislatura (Perú 160), de lunes a viernes, de 10 a 17.