Para “quitarle el polvo” al gran escritor argentino, empieza hoy el Festival Borges
Del tango y los mundos paralelos a los senderos que se bifurcan, estudiosos del autor argentino darán sus conferencias y conversarán con lectores, de modo virtual y presencial, hasta el viernes
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El menú literario de esta semana tendrá como plato principal, otra vez, al gran escritor (y comensal frugal, según reconocidos compañeros de mesa y sobremesa) que fue Jorge Luis Borges. A partir de hoy, a las 16, y hasta el viernes, a las 18, se realiza una nueva edición del Festival Borges, con doce charlas virtuales y dos presenciales en la Biblioteca Casa de la Lectura en Villa Crespo (Lavalleja 924). Organizado por la editora y gestora cultural Marisol Alonso y la escritora Vivian Dragna, cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura porteño y la Fundación Itaú. Si se quiere asistir a las charlas en vivo, y hacerles preguntas a los conferencistas, hay que inscribirse en este enlace. También se podrán ver en el canal de YouTube del festival.
Destacados escritores, críticos e investigadores nacionales y extranjeros brindarán nuevas perspectivas sobre el universo borgeano. El académico galés Richard Gwyn se referirá a los mundos paralelos en la obra del autor de Ficciones; el profesor, ensayista y milonguero Walter Romero abordará el tema del tango en Borges y, en el cierre, el novelista y traductor español Andrés Barba develará claves del “arte de plagiar” del escritor tan argentino como universal. Participan además el escritor español Eloy Tizón; el investigador norteamericano, especialista en los manuscritos de Borges, Daniel Balderston; la investigadora Sylvia Saítta; las escritoras Claudia Piñeiro, Clara Obligado (que fue alumna de Borges) y Débora Mundani; la periodista Hinde Pomeraniec, la profesora Annick Louis, que profundizará en el concepto de autor nacional; los profesores e investigadores Gonzalo Aguilar (que abordará la pasión cinéfila del escritor) y Julio Schvartzman y el escritor y profesor Carlos Battilana.
“Una de las novedades de esta edición es que vamos a tener dos actividades presenciales en la Biblioteca Casa de la Lectura en Villa Crespo -dice Marisol Alonso a LA NACION-. Es una oportunidad para reencontrarnos con la comunidad de lectores y para poder compartir preguntas y conversar con los autores”. El Festival Borges, que intenta acercar una mirada “nueva y diversificada” sobre el escritor, contó desde el inicio con el apoyo de María Kodama. “Programamos charlas que nos den ganas de leer a Borges, de quitarle el polvo y sentir que su literatura está muy viva -agrega-. Borges siempre tuvo, en su literatura, un espíritu muy libre que experimentó con las formas, los géneros, el concepto de verosímil. Muchos mundos en un solo escritor que puedo tener la inteligencia, la disciplina, la sensibilidad y la maestría para poder expresarlos”.
Precursor del multiverso e inventor de una zona literaria
El miércoles, a las 18, el poeta, narrador, ensayista y traductor galés Richard Gwyn, dará la charla virtual “Reflexiones sobre Borges, la recursividad y la hipótesis de los mundos paralelos”, en referencia a dos cuentos claves: “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” y “El jardín de senderos que se bifurcan”.
“El primero marcó un punto de inflexión en la evolución de Borges como escritor -dice Gwyn a LA NACION-. El cuento se erige como una fusión entre lo ensayístico y lo ficcional, de manera tal que, a partir de entonces, se convertiría en un marcador estilístico de la obra de Borges. Y mientras la forma del cuento desdibuja la distinción entre géneros, el contenido vira hacia la ficción fantástica o especulativa donde hay una línea reveladora que sugiere su estatus recursivo y autorreferencial: el cuento se desarrolla a partir de una discusión que Borges mantiene con Bioy Casares sobre ‘una novela en primera persona, cuyo narrador omitiera o desfigurara los hechos e incurriera en diversas contradicciones, que les permitieran a unos pocos lectores -muy pocos- la adivinación de una realidad atroz o banal’. Los lectores podríamos deducir que esta novela hipotética era el mismo cuento que estamos leyendo, y que el mundo imaginario es en realidad la Tierra, ‘Orbis Tertius’, como se la llamaba en la cosmografía renacentista”.
Para Gwyn, la perspectiva de que una historia fuera un vehículo para otras historias, y que el proceso pudiera convertirse en uno de recursividad ilimitada, se estableció bastante temprano en la carrera de Borges. “Con el tiempo se convirtió en un sello distintivo de su obra literaria”.
“La idea de que nuestro mundo es uno de muchos mundos paralelos que se bifurcan unos de otros, momento a momento, sin cruzarse ni comunicarse, con el resultado de que cada permutación de cada evento tiene el potencial de ocurrir en alguna parte, es a la vez atractiva y aterradora -sostiene el catedrático galés-. Leí ‘El jardín de senderos que se bifurcan’ por primera vez hace muchos años sin tener idea de que Hugh Everett III, un estudiante de doctorado de Princeton, había publicado en 1957 una tesis que introdujo la hipótesis de los mundos paralelos. En ella, afirmó que vivimos en un multiverso de innumerables mundos, en los que existen innumerables copias del contenido de cada uno de ellos, incluyéndonos a nosotros mismos. Cada elección o decisión en el curso de una vida precipita la división del universo, que luego continúa dividiéndose, infinitamente, con cada decisión que sigue”.
El miércoles, a las 20, el profesor y ensayista Walter Romero tocará el tema del tango en Borges, en especial en Evaristo Carriego y en las cuatro conferencias reunidas en El tango. “Su manera de contar el tango en parte se funda en su testimonio acerca de las primeras décadas del tango -dice Romero-. La relación de Borges con el tango acusa tensiones interesantes que parecen jalonar o escandir esa vasta obra en algunos momentos centrales que yo distingo de la incrustación de una particular historia del tango dentro de su ensayo señero sobre Evaristo Carriego, poeta y obra que está en la protohistoria de motivos y temas que el tango asumirá, y, en particular, el hallazgo, relativamente reciente de las cuatro conferencias de Borges, del Borges oral, dadas en un departamento cerca de Constitución, casi como si ese ambiente y modalidad diseñara las condiciones de posibilidad de Borges hablando sobre nuestra música ciudadana”. Para Romero, el tango que Borges escuchó y supo conocer “es un tango en sus inicios ligado al mundo del hampa, de la hombría, de la poética del coraje que son marcas de su obra”.
“Esa contemporaneidad o cercanía con el tango guarango, el tango sin letra o con letras cortas hechas sobre música, con instrumentaciones que todavía no dependen del bandoneón, en zonas de Buenos Aires donde el tango como baile se muestra en relación con lo prostibulario es un tango que Borges reivindica y que lamenta en parte haya desaparecido -destaca-. Borges reclama ese tango que exalta el cuchillo y los duelos criollos y que todavía no se ha contaminado por el toque italiano que ha vuelto esa ‘mitología menor de Buenos Aires’ en un compendio de tango llorones o quejosos, muy alejados del tango que él conoció”. Romero también hablará del “Borges milonguero” que evocó a figuras como Juan Muraña y Jacinto Chiclana.
A Carlos Battilana, el jueves, a las 18, le tocará hablar sobre el primer poemario de Borges, Fervor de Buenos Aires, publicado en el invierno de 1923. “La fabricación literaria de las orillas y del arrabal le sirve a Borges para postular una zona para literatura argentina que tiene consecuencias aún -dice Battilana a este diario-. Inventó una zona que, con todas las mediaciones que uno puede hacer, para la literatura argentina fue productiva: el suburbio, que hoy podemos ver transfigurado. Por otra parte, las sucesivas ediciones del libro propugnan la idea borgeana de oponerse a los ‘excesos barrocos’ que también tendrá gravitaciones en la historia de nuestra poesía”. El fervor por Borges se acrecienta año a año.
Programación
Hoy
Borges universal, por Eloy Tizón. A las 16, modo virtual.
Experiencia Borges, por Claudia Piñeiro. A las 18, modo virtual. Entrevista a la escritora sobre su construcción como lectora, sobre cómo y cuándo leyó a Borges por primera vez y si reconoce alguna influencia de él en su obra. También, acerca del recordado programa “Conversaciones en el laberinto”, que Piñeiro grabó en 2016 para Canal Encuentro sobre la obra de Borges.
Borges va al cine, Gonzalo Aguilar. A las 20, modo virtual.
Martes 6
Borges, ¿escritor nacional?, por Annick Louis. A las 16, modo virtual.
Borges y los medios, por Sylvia Saítta. A las 18, en modo virtual, compartirá con el público sus hipótesis sobre el estratégico rol de la prensa en la construcción de figura de autor.
Experiencia Borges, por Hinde Pomeraniec. A las 20, modo virtual. La periodista y escritora rememorará su construcción como lectora. Cuándo y cómo llegó a Borges por primera vez. Cómo fue su experiencia como docente en la Universidad de Buenos Aires, y también cuál es el lugar de Borges en la literatura actual.
Miércoles 7
El Aleph: Todas las hormigas del mundo, por Julio Schvartzman. A las 16, modo virtual.
Reflexiones sobre Borges, la recursividad y la hipótesis de los mundos paralelos, por Richard Gwyn. A las 18, modo virtual.
El tango según Borges, Walter Romero. A las 20, modo presencial en la Casa de la lectura, Lavalleja 924.
Jueves 8
Borges a la hora de escribir, por Clara Obligado. A las 16, modo virtual.
Fervor de Buenos Aires: conjeturas sobre su actualidad, por Carlos Battilana. A las 18, modo virtual.
El enigma de las conferencias de Borges sobre Edward FitzGerald y Omar Khayyam: media página de apuntes, por Daniel Balderston. A las 20, modo virtual.
Viernes 9
La arquitectura del sueño. Una posible entrada a Las ruinas circulares, por Débora Mundani. A las 16, modo virtual.
Borges, plagiario, por Andrés Barba. A las 18, modo presencial.
Más información en este enlace.
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