Para celebrar el antiguo ritual de la lectura en silencio
Los festejos por el aniversario del museo tuvieron el libro como protagonista
El área de Literatura de Malba, que coordina María Soledad Costantini, se sumó a los festejos por los quince años de la institución con dos actividades literarias que tuvieron una importante convocatoria de público: un encuentro de lectura silenciosa para recibir la primavera y la presentación del libro Me lo llevaré a la sepultura, con la participación de artistas y escritores.
Ayer, desde las 18, las puertas del museo se abrieron para recibir a lectores dispuestos a compartir el ritual de la lectura en silencio y despojada de tecnología. Como sucedió en la primera edición del encuentro, que tuvo lugar en junio, al comienzo del invierno, esta vez el público también llevó sus libros preferidos bajo el brazo y se instaló a leer en los sillones y almohadones ubicados en el hall. La escalera que lleva hacia la biblioteca fue el lugar elegido por los más jóvenes, que colmaron los escalones solos o en grupo. Algunos llevaron colchonetas para leer acostados en el piso. La elección de los géneros, de lo más heterogénea: novelas, ciencia ficción, cuentos, poesía y hasta carpetas y apuntes universitarios, ya que es época de exámenes. ¿Autores favoritos? Walsh, Kafka, Bradbury, Cortázar, Benedetti.
Café o té en mano y con una música ambiental suave, se cumplió la consigna de la jornada: disfrutar de los libros favoritos y desconectarse por un rato de celulares, tabletas y redes sociales. Es el espíritu de las Silent Reading Parties, que se realizan en ciudades como Seattle, San Francisco y Nueva York, con muy buena respuesta de público.
A partir de las 20, cuando ya habían ingresado más de 400 personas, en el pasillo que conduce al auditorio se confundían los lectores silenciosos con los asistentes a la presentación de Me lo llevaré a la sepultura, libro editado por Malba que reúne treinta relatos en primera persona de escritores de 19 países nacidos entre 1930 y 1980. Los textos abordan un acontecimiento histórico relevante en las vidas de los autores. Así, Laura Alcoba, argentina residente en París, recuerda cómo se enteró del atentado contra las Torres Gemelas; el holandés Cees Nooteboom rememora el ingreso del ejército alemán en La Haya en 1940, cuando tenía seis años, y el cineasta alemán Alexander Kluge relata un episodio peculiar que vivió con su familia en Venecia durante la Guerra Fría. El libro, de 164 páginas, tapa dura y edición bilingüe, sólo estará a la venta en la tienda del Malba. Ayer se vendieron algunos ejemplares a un precio especial: $ 335 (cuesta $ 460). Es por eso que muchos de los lectores unpplugged aprovecharon para leer alguno de los textos, en un alto del encuentro de lectura grupal. Otros pudieron ingresar al auditorio, con capacidad para 240 personas, para escuchar los relatos leídos por Elisa Carricajo, Ariel Farace, Santiago Gobernori, Agustina Muñoz y Alejo Moguilansky. Y muchos otros continuaron la lectura en el café del museo, abierto especialmente para el festejo.
Cumpleaños de 15
Desde las 12: Hoy, la entrada al Malba será libre y gratuita
A las 18: Apertura al público de la muestra Verboamérica con una conferencia de los curadores Andrea Giunta y Agustín Pérez Rubio en diálogo con el crítico Daniel Molina.
A las 19: En el marco de la muestra Yoko Ono. Dream Come True se presentan performances históricas de la artista: "Pieza de Corte", "Pieza Bolsa" y "Pieza de voz para soprano", dirigidas por Agustina Muñoz
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