Pamela Anderson: la atrapante historia de un sex symbol que es, también, una lectora voraz
Activismos, abusos, libros, veganismo y videos en el libro de memorias de una estrella mundial que, sin dudas, tendrá nuevas entregas
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“Mi vida como madre, como activista y como actriz. Estoy muy orgullosa de este libro”, publicó la canadiense-estadounidense Pamela Anderson (1967) en su cuenta de Instagram en octubre, anticipándose al lanzamiento de la autobiografía Love, Pamela. A Memoir of Prose, Poetry, and Truth (Headline), que se publicó en Estados Unidos en enero de este año, en simultáneo con el estreno del documental de Netflix Pamela Anderson: una historia de amor. Anderson, de 55 años, además de icono sensual y modelo top, es una lectora voraz, que suele recomendar títulos a sus seguidores, y autora de libros de ficción basados en su propia vida así como también de poemas y fotos.
Como sugiere el título, Love, Pamela es un largo y reflexivo mensaje cuyos destinatarios son los lectores y admiradores de Anderson. “Se siente como una especie de milagro: volver sobre los dolorosos pasos de mi juventud -anunciaba en Instagram-. Repinté en detalle escenas de mi infancia o en la mansión de Playboy. Solo la vida desordenada de una niña. Una celebración: de imperfecciones. El libro es un intento sin pulir. Sin coautor”. En Star: a novel, autobiografía ficcionalizada coescrita con Eric Shaw Quinn, Anderson contaba las experiencias de una adolescente que anhelaba convertirse en una estrella; ese libro de 2004 fue un éxito de ventas en Canadá y Estados Unidos, y tuvo una secuela un año después, Star Truck.
Aún no está confirmado el lanzamiento en español de Love, Pamela, donde la actriz y modelo narra el abuso que sufrió en su infancia, de los seis a los diez años, a manos de una niñera, y la violación de la que fue víctima a los doce años por el hermano mayor de una amiga (”Esa fue mi primera relación heterosexual”, escribe; el violador tenía veinticinco años). Esos episodios marcaron precozmente la vida de la estrella: “Me sexualizaron tan joven que me salteé la fase de la promiscuidad”, revela.
También recuerda la violenta relación de su madre con un esposo alcohólico al que siempre perdonaba después de las peleas. En las primeras semanas de febrero, las memorias de la actriz de la serie Baywacht treparon el segundo puesto del ranking de libros de no ficción del New York Times, detrás del libro de memorias del príncipe Harry. “Es un sueño hecho realidad”, posteó Anderson en Instagram. Love, Pamela se consigue en formato de audiolibro, narrado por la actriz. Próximamente, se estrenará la segunda temporada de Pamela’s Garden of Eden, de HGTV Canadá, donde se muestran los esfuerzos de la actriz y escritora por renovar la propiedad heredada de su abuela en la isla de Vancouver, donde nació el 1 de julio de 1967.
Mientras se transformaba en un sex symbol global, Anderson leía libros de filosofía y psicología, escribía poemas (varios se reproducen en las páginas de Love, Pamela), pintaba y se volcaba al activismo en defensa de los derechos de los animales, los refugiados y el ambiente. Además de contar en detalle sus relaciones y separaciones con Tommy Lee Bass (de Mötley Crüe y padre de sus dos hijos) y el cantante Kid Rock, Anderson rinde tributo a varios amigos artistas, entre ellos, el director y escritor alemán Werner Herzog, la diseñadora británica Vivienne Westwood y el fotógrafo estadounidense David LaChapelle.
De modo consciente, la autora se asume como un ejemplo de resiliencia y “reciclado” de una vida juzgada y ridiculizada por la prensa en varias ocasiones; también se reconoce como víctima de gaslighting. Cuenta que para enfrentar las vicisitudes dolorosas y traumáticas de su vida, apeló a la imaginación. “Así es como aprendí a controlar mi vida -escribe-. Una fantasía tras otra”. Anderson lleva un diario desde la adolescencia.
“No me di cuenta de cuánta ira estaba guardando en la caja de Pandora”, confiesa la actriz y modelo, que fue tapa de la revista Playboy a los veintidós años y, en 2015, intentó convencer al presidente ruso Vladimir Putin para que la ayudara a poner fin a la caza de ballenas y declarar ilegal el transporte de carne de este animal. Evoca su presentación en Punta del Este, en 1999, cuando durante una rueda de prensa debió huir de una “exaltada jauría masculina” compuesta por adolescentes, jóvenes y adultos que le gritaban obscenidades e intentaron arrancarle la ropa.
Dedica páginas a su relación con Tommy Lee y a la difusión del video sexual grabado en los primeros días del romance. “Arruinó vidas, comenzando con nuestra relación”, escribe Anderson, y agrega que nunca quiso ver el video. La ajetreada vida amorosa de la estrella (hecha pública por los medios y por ella misma) es uno de los ejes de Love, Pamela; otro, su lucha en defensa de los animales en la organización PETA (Personas por el Tratamiento Ético de los Animales), el apoyo a su amigo Julian Assange (en 2018, Anderson criticó con dureza al entonces primer ministro de Australia, Scott Morrison, cuando este se burló de que ella solicitara la liberación de Assange en medios australianos), la reivindicación de los derechos de los refugiados y el combate contra el cambio climático. “Decidí aprovechar mi fama para imprimirle fuerza al activismo”, afirma.
La actriz revela que sus dos hijos, Brandon Thomas y Dylan Jagger, con quienes surfeó mientras crecían en las playas de Malibú, la alentaron a escribir sus memorias. “Es natural / combinar feminismo / y feminidad / aprender el arte de la provocación / mientras aprecias / el valor de la autoestima”, resume Anderson el tono de su libro de memorias. Política, sexo, lecturas, veganismo y videos en la atrapante historia de una estrella mundial que, sin duda, tendrá nuevas entregas.
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