Pagan más de un millón de dólares por una obra invisible de Yves Klein
Se remató en Sotheby’s un recibo relacionado con una acción impulsada entre 1959 y 1962 por el artista conceptual, que exploró el tema del vacío en varias de sus creaciones
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Casi un año después de que el italiano Salvatore Garau vendiera una “escultura invisible” por 15.000 euros, en una subasta en Milán, Sotheby’s remató ayer por 1,1 millón de dólares –el doble de su valor estimado- un recibo que otorga la propiedad de otra obra inmaterial de Yves Klein, artista conceptual que exploró el tema del vacío en varias de sus creaciones.
Desde 1959 hasta su muerte, en 1962, el creador del tono de azul que lleva su nombre vendió una pequeña cantidad de partes de la pieza titulada Zona de sensibilidad pictórica inmaterial, a cambio de oro puro y la opción de participar en una performance: el comprador quemaría el recibo y Klein arrojaría la mitad del oro al Sena, con la intención de reequilibrar el “orden natural” que había quebrado a través de la venta del espacio.
Mientras que algunos de los compradores aceptaron la oferta de Klein de “completar” la obra, Jacques Kugel, uno de los marchands más famosos de la época, compró este recibo en 1959 y optó por conservarlo. En este caso, Klein conservó el oro para usarlo en su serie simultánea de Monogolds, obras a gran escala hechas con pan de oro.
Ese papel fue adquirido hace 35 años por el asesor de arte y curador Loïc Malle, y ayer fue la estrella de la subasta de su colección tras haberse exhibido en instituciones de prestigio como la Hayward Gallery de Londres, el Museo Reina Sofía de Madrid, el Moderna Musset de Estocolmo y el Centro Georges Pompidou de París.
No era la primera vez que Klein trabajaba con la idea del vacío: el ejemplo más famoso fue la exposición realizada en 1958 en la Galerie Iris Clert, en la cual miles de visitantes que habían pagado entrada se encontraban con una sala vacía pintada de blanco, con una ventana azul. La obra se tituló La especialización de la sensibilidad en el estado de las materias primas en la sensibilidad pictórica estabilizada, el vacío. Y el fotomontaje realizado dos años más tarde, en el que aparentaba haberse tirado a la calle desde un edificio, se llamaría El hombre en el espacio. El pintor del espacio se arroja al vacío.
Según la casa de subastas, la Zona de sensibilidad pictórica inmaterial de Klein es “una declaración para desafiar las nociones sobre el valor del arte y el consumismo” que inspiró obras contemporáneas, como la célebre banana que Maurizio Cattelan vendió en Art Basel por 120.000 dólares. Garau, el citado artista italiano, también ofreció un certificado de garantía de su escultura invisible, con la indicación de que debía ser colocada en una habitación privada, en un espacio de 150 x 150 centímetros libre de cualquier otro objeto.
“La venta de zonas invisibles de Klein y la invención de los recibos a veces se presentan como los antepasados de los NFT, que permiten la venta de obras intangibles –agrega Sotheby’s en un comunicado-. Si además consideramos que Klein llevó un registro de los diferentes dueños posteriores, es fácil reconocer aquí otro concepto revolucionario, el blockchain.
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