¿Original o falso?: Detuvieron una subasta donde podría haberse vendido un Caravaggio a 1500 euros
Si el cuadro que se retuvo ayer en Madrid por una alerta del Museo del Prado fuera “Ecce homo”, del maestro italiano, su precio podría ascender hasta 150 millones; debate por la exportabilidad y la autenticidad en las obras de arte
- 4 minutos de lectura'
MADRID.– Su paradero fue un enigma durante cuatro siglos hasta que apareció ayer en la capital española. Poco antes de comenzar la subasta donde sería ofrecido al mejor postor, con un precio de base de 1500 euros, el gobierno intervino para, en primer lugar, evitar que saliera del país, y, en segundo, detener la transacción. Aunque el lienzo llevaba el nombre La coronación de espinas, atribuido al círculo de José de Ribera, su autor, informaron los expertos en arte barroco, sería el mismísimo Caravaggio (1571-1610). De tratarse de Ecce homo, de Caravaggio, el precio sería sin dudas millonario y hasta podrían faltarle cinco ceros a aquel valor, tomando en cuenta las estimaciones de los especialistas que ya hablan de hasta 150 millones. A modo de referencia podría citarse la venta en 2019 de Judith decapitando a Holofernes, también del pintor italiano, no menos enigmática ni anecdótica.
En torno al lienzo de Caravaggio surgen dos temas destacados que se repiten en otros escenarios del mundo del arte y que generan controversias. El primero es la exportabilidad. Un óleo prácticamente desconocido de Salvador Dalí, Madona cósmica, que se encontraba en una colección privada, salió a la venta esta semana en los Estados Unidos. También en Estados Unidos se remató en 2017 Salvator Mundi, atribuido a Leonardo Da Vinci. Y es este último cuadro el que da lugar al segundo debate: la autenticidad de las obras y las incógnitas alrededor de su origen, independientemente de que se trate de una obra de treinta o de cuatrocientos cincuenta millones (los precios pueden no siempre ser descomunales para los grandes maestros).
En el caso de ayer, fue indispensable actuar con máxima precisión y de modo veloz para que, en caso de que el lienzo fuera original, no saliera de España o se le perdiera el rastro. Fuentes del Ministerio de Cultura de España explicaron a LA NACION que ahora comienza el proceso de evaluación sobre la originalidad del Caravaggio: “Dada la celeridad con la que se han producido todos los acontecimientos es preciso proceder a un estudio técnico y científico profundo de la pintura en cuestión, y someterla al debate académico acerca de si la atribución a Caravaggio es verdaderamente plausible y aceptada por la comunidad científica”.
El martillo que nunca cayó
¿Cómo se dieron los hechos? El pasado martes, a las 13.45, según precisaron fuentes ministeriales a LA NACION, se recibe en la Subdirección General de Registros y Documentación del Patrimonio Histórico una llamada del Museo Nacional del Prado. En ella se informaba que existían “evidencias documentales y estilísticas suficientes” para considerar que el cuadro que aparecía anunciado como “lote 229” en la Casa Ansorena sería en realidad una obra original de Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610). El Museo del Prado realiza un informe con argumentos sobre la posible autenticidad de aquella obra, informe que es analizado por la Secretaría de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de bienes del Patrimonio Histórico Español. Al día siguiente, este organismo se reúne de urgencia, es decir, un día antes de la subasta, en una sesión donde se declara a la pintura inexportable como medida cautelar, según una ley de Patrimonio Histórico Español (el artículo 51), y apenas horas después se convierte en una orden ministerial.
Esta Junta es responsable de evaluar los bienes que subastan las casas especializadas, como Ansorena, fundada en 1845, que ha elaborado joyas para la Corona desde su origen. El lienzo que pertenecería a Caravaggio fue incluido en el catálogo de ventas luego de la última reunión mensual de la Junta, motivo por el cual los expertos no repararon en esta obra del barroco.
Hay otras obras de Caravaggio cuyo paradero se desconoce. En 2013 apareció un lienzo del artista en los Estados Unidos y poco después, en un desván de Toulouse, por casualidad, fue encontrada Judith decapitando a Holofernes. Los dueños de aquel edificio debían reparar una pérdida de agua, y dieron con este cuadro cuyo valor desconocían. Tras presentarlo frente a los expertos, fue tasado en 120 millones de euros. En 2019 fue vendido antes de que se iniciara la subasta que lo anunciaba como gran estrella, con un contrato de confidencialidad.
“Mientras los estudios [para comprobar la originalidad] se realizan, de momento, se han adoptado por parte del Ministerio de Cultura y Deporte todas las medidas de las que dispone en el ámbito de sus competencias para proteger jurídicamente la obra”, agregan fuentes del ministerio. Original o no, este lienzo ha atraído todas las miradas y los amantes del mundo del arte sueñan con contemplarlo en breve en algún museo español.
Temas
Otras noticias de Arte y Cultura
“Enigma perpetuo”. A 30 años de la muerte de Liliana Maresca, nuevas miradas sobre su legado “provocador y desconcertante”
“¿Qué hace que el arte sea valioso?” La pregunta que desafía los límites desde hace más de un siglo
“Obras en proceso”. Se anunciaron los quince finalistas del Premio Estímulo a la Escritura para creadores de 20 a 40 años
Más leídas de Cultura
“Me comeré la banana”. Quién es Justin Sun, el coleccionista y "primer ministro" que compró la obra de Maurizio Cattelan
“Un clásico desobediente”. Gabriela Cabezón Cámara gana el Premio Fundación Medifé Filba de Novela, su cuarto reconocimiento del año
La Bestia Equilátera. Premio Luis Chitarroni. “Que me contaran un cuento me daba ganas de leer, y leer me daba ganas de escribir”
“La Mujer Gato”. Eduardo Costantini logró otro récord para Leonora Carrington al pagar US$11,38 millones por una escultura