Ordenan el cierre de la muestra de Ferrari
La jueza Liberatori accedió al amparo pedido por una institución católica que consideró lesionados sus sentimientos religiosos
A tres semanas de la accidentada apertura de la muestra retrospectiva de León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta, la jueza Elena Amanda Liberatori, titular del Juzgado N° 4 en lo Contencioso Administrativo de la ciudad, dispuso suspender en forma temporaria la exposición, que ya fue visitada por 30.000 personas.
La magistrada hizo lugar, así, a una medida cautelar presentada el 3 de diciembre último por la asociación religiosa Cristo Sacerdote, que cuestionó que la muestra se exhibiera en un lugar público perteneciente al gobierno de la ciudad.
El fallo se hará efectivo hoy, lo que impedirá la apertura de la muestra, aunque será apelado por el gobierno porteño, según anticiparon a LA NACION el secretario de Cultura local, Gustavo López, y la procuradora general de la ciudad, Alejandra Tadei.
La entidad religiosa que promovió la acción de amparo está integrada por sacerdotes, seminaristas y laicos que promueven los valores cristianos en la cultura, y es presidida por el padre Xavier Ryckeboer, de 35 años, y profesor de teología en la Universidad Católica Argentina. Fundó su pedido en que el gobierno porteño, al facilitar recursos y espacios para exhibir la obra de Ferrari, "lesiona los sentimientos religiosos de la enorme mayoría de los habitantes de la ciudad". La jueza requirió a la institución religiosa, cuyo representante legal es monseñor José Bonet Alcón, el depósito de una caución de 170.000 pesos, que se hizo efectiva ayer con el aporte de numerosos feligreses.
Suspensión temporaria
Al acceder a la medida de amparo, la magistrada señala su intención de "preservar la tranquilidad social, en aras de lo cual se dispondrá la suspensión de los actos administrativos que autorizan la exhibición de las obras del artista plástico León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta".
También intima al gobierno porteño a que cese en su accionar de facilitar recursos e instalaciones para exhibir la muestra hasta tanto la propia magistrada se expida sobre la cuestión de fondo: si el Estado tiene derecho a difundir acciones, aunque éstas sean lesivas a la gente y afecten la libertad de culto.
La jueza dictó la medida cautelar luego de la visita que realizó el miércoles último, a las 11.30, a la exposición, con el asesoramiento de la artista plástica Norma D´Ippolito y acompañada por el secretario de Cultura porteño, Gustavo López; la directora del Centro Cultural Recoleta, Nora Hochbaum; la curadora de la muestra, Andrea Giunta, y los querellantes.
Relata que durante la visita, si bien algunas obras fueron objeto de debate en cuanto a la mirada que las mismas suscitan en el espectador, quedó claro que "para los actores únicamente se trata de lesión a sus sentimientos religiosos en la medida en que dicha ofensa se materializa a través de un lugar público, de lo que concluyen, no se respeta la neutralidad del Estado" en lo referente a la libertad de culto.
La jueza señala que los demandantes "no pretenden impedir al autor que exhiba su obra públicamente en un lugar privado de la ciudad, siendo evidente que la objeción proviene del hecho de que la exhibición se esté realizando en un lugar perteneciente al gobierno de la ciudad y que las autoridades involucradas habrían incurrido en un actuar manifiestamente arbitrario al haber autorizado la muestra". También deja constancia de que "vastos sectores de la comunidad argentina están expresando la existencia de una lesión a un sentimiento religioso".
Tras mencionar el pronunciamiento crítico de la Mesa Ampliada del Diálogo Argentino, constituida por la Iglesia Católica, las iglesias evangélicas, las comunidades hebrea e islámica y un amplio conjunto de organizaciones sociales, la magistrada concluye que "la sociedad vive con la sensación de un sentimiento religioso lesionado".
En su fallo, cita las normas constitucionales y los pactos internacionales que protegen la libertad de religión, creencia y su libre ejercicio y afirma que esa libertad de expresión conlleva "deberes y responsabilidades".
Fundamenta la medida cautelar en el Art. 1071 bis del Código Civil, que establece que "la mortificación a otros en sus costumbres o sentimientos constituye una intromisión arbitraria en la vida ajena" e indica que en la muestra de Ferrari "se trata precisamente de una aflicción o molestia en los sentimientos religioso de los actores". A su vez, la doctora Liberatori indica que se suscita un conflicto de derechos entre la libertad de expresión y el libre ejercicio de las creencias, pero hasta tanto se dirima ese conflicto, resuelve "preservar la tranquilidad social".
La procuradora Tadei, confirmó a LA NACION que pasado mañana apelará el fallo ante la Cámara y comentó que como la orden de suspensión nada explicitaba sobre la urgencia de la ejecución de la medida, ésta se hará efectiva hoy, al cerrarse la muestra al público.
"No queremos hacer ningún tipo de desalojo violento. Tengo instrucciones precisas del jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, de permitir que en lo que resta de la jornada [por ayer], la gente que se encuentra en el Centro Cultural pueda seguir allí y a las 21, cuando se cierren las puertas, desocupar pacíficamente las instalaciones."
Gustavo López, que se encontraba junto a la directora Hochbaum en Mendoza para presentar actividades del Centro Cultural Recoleta en esa provincia, dijo a LA NACION, al conocer la medida: "Es un gran retroceso que un juez deba censurar una muestra artística. Este fallo me recuerda al que censuró a Tato Bores; la historia mostró después lo que estaba en juego".
"Estoy muy dolido; me parece un retroceso muy pernicioso para la cultura y la libre expresión", advirtió el funcionario. Y añadió que la magistrada "no contempla el derecho de otro montón de ciudadanos que quieren apreciar la muestra de Ferrari y el del propio artista a expresarse".
El sacerdote Ryckeboer se mostró satisfecho en que se haya dado lugar al reclamo de una multitud silenciosa. "Me parece que ahora los responsables de esta afrenta deben reflexionar, dar un paso al costado y asumir las responsabilidades que les caben. Por otra parte, Ibarra debería disculparse públicamente, ya que es el máximo responsable de este agravio", dijo a LA NACION.
El fallo
Fundamentos
- El fallo de la jueza Elena Liberatori dispone la suspensión temporaria de la muestra de León Ferrari por exhibirse en un lugar público perteneciente al gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
- Considera que resultaron insuficientes las advertencias de que las obras expuestas pueden herir los sentimientos religiosos de las personas.
- La demanda había sido presentada por la asociación religiosa Cristo Sacerdote, representada por el padre Xavier Ryckeboer (foto).