¿Obras con proteínas? Mejor recorrer Arcitec con un guía
Una muestra con proyectos de arte y tecnología presenta trabajos realizados a partir de ADN, cristales de cobre o agua del río; más interesante que vistoso
Una aplicación para celulares gratuita e interactiva que sirve para localizar obras de arte urbano en distintas ciudades y un desarrollo tecnológico que permite utilizar la luz para pintar como si fuera un óleo son dos de los proyectos ganadores del concurso Arcitec. Urban Canvas, el buscador de street art para teléfonos móviles, y La dama del lago, instalación lumínica creada por el colectivo de artistas misioneros Elemental Light, fueron elegidos en la categoría Tecnología Aplicada al Arte del certamen organizado por la Universidad Tecnológica Nacional. Éstos y otros proyectos escogidos en el rubro Arte Tecnológico se exhiben al público en el Centro Cultural San Martín hasta el 5 de abril.
Arcitec es una de esas exposiciones que conviene recorrer acompañado de un guía. Aunque no hay visitas guiadas en horarios fijos, Tomás Oulton, de la productora Objeto a, que participó de la organización del concurso y de la muestra, está disponible para explicar a los visitantes todas las inquietudes que despiertan los bocetos y prototipos exhibidos en las salas E y F. Es que los dispositivos que están a la vista no alcanzan por sí solos para explicar la complejidad de las ideas que representan.
En la recorrida junto con LA NACION, Oulton contó que cuatro de las siete obras de Arte Electrónico seleccionadas pertenecen a un género en experimentación: el bioarte. Junto con la UTN, preparan para el año próximo la primera bienal del tema en la Argentina.
Una de las obras que se inscriben en esa temática es Intervención dogmática: enormes tubos de ensayo con material flotante que representa las cadenas de ADN y de proteínas a tamaño magnificado. Fue desarrollada por dos biólogos moleculares con el objetivo de demostrar que personas, animales y plantas estamos "hechos" con la misma materia. Espejos de cobre, otra obra del mismo género, muestra cristales de cobre en distintos estados de cultivo. "Lo curioso es que un elemento inorgánico como el cobre se «reproduce» como si se tratara de un ser vivo", explica el guía.
En la misma sala hay dos envases de suero (uno relleno con agua turbia del Río de la Plata; el otro, con tinta negra) unidos a una peculiar impresora que se activa a partir de la lectura del poema Tinta de río, de Juan Gelman. Es un homenaje de Federico Joselevich Puiggros y Omar Panosetti al poeta argentino y a su lucha por los derechos humanos.
Un cuarto aparte está reservado para la instalación Hidropoiesis, de Jorge Caterbetti, que propone una relectura del poema "Un golpe de dados jamás abolirá el azar", del poeta francés Stéphane Mallarmé. Sobre una pantalla se proyecta, de un lado, el poema original; del otro, van apareciendo las mismas palabras utilizadas por Mallarmé (4025 en total) en un orden completamente aleatorio. El sentido de esas palabras cambia para crear otros sentidos.
En otro espacio cerrado se esconden las computadoras que utiliza el grupo Estudio Cráneo para su obra "Discurso interferido", ganadora del primer premio de Arte Electrónico. Es una instalación interactiva armada con dos pantallas, donde aparecen rostros pixelados tomados al azar de la sección Imágenes de Google. Los rostros dialogan entre sí. Cuando alguien se acerca a alguno de los sensores de movimiento estratégicamente colocados, la "charla" entre las computadoras se vuelve incomprensible. Es una reflexión sobre las interferencias en la era de la comunicación.
PARA AGENDAR
Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551). Martes a domingos, de 15 a 21. Entrada gratuita. Hasta el 5 de abril
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