Obra de Christo: aterriza en Punta del Este una gran muestra del artista que envolvió al mundo en su sueño
Hechizado con las intervenciones monumentales de Christo, Pablo Atchugarry decidió inaugurar su museo en Uruguay con creaciones de Christo & Jeanne-Claude, una dupla inmortal
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Vía aérea desde el Christo & Jeanne-Claude Studio, ubicado en el 48 Howard Street de Manhattan, empezaron a llegar a Uruguay en estos días las obras con las que el flamante Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry (MACA) de Punta del Este presentará a partir del 8 de enero la primera muestra antológica del artista búlgaro-francés en Latinoamérica. Christo empezó a exhibir en 1961 en Alemania y su última obra fue la envoltura del Arco del Triunfo en París (El Arco del Triunfo envuelto), proyectada en 1961 y completada en septiembre pasado, a un año y medio de su muerte por Covid el 31 de mayo de 2020.
En estos sesenta años solo se exhibió en la región la documentación de la “envoltura” (su marca en el arte de posguerra) de Little Bay, Australia (1968-1969), que pasó por Buenos Aires (C.A.Y.C, 1971), Cali (Museo La Tertulia, 1974) y Caracas (Galería Conkreight y Museo de Bellas Artes, 1975). La muestra antológica Christo and Jean Claude, que inaugurará el centro cultural proyectado por el escultor uruguayo Pablo Atchugarry reúne, en cambio, más de 50 piezas de la pareja (juntos desde 1958, las obras se reconocen en retrospectiva al dúo) y fue motorizada por el coleccionista argentino Jorge Helft, miembro del board del nuevo museo y entusiasta de la obra de estos artistas desde los años 70.
Leonardo Noguez, director del MACA, contó a LA NACION que fue el mismo Atchugarry (Montevideo, 1954), quien vive y trabaja en Italia desde 1982, quien eligió a Christo y Jeannne-Claude para inaugurar el museo que forma parte del predio de la fundación en Manantiales, que ya incluía un parque de esculturas y su primer obra en mármol hecha en 1979. Atchugarry descubrió el trabajo del dúo en 1995, cuando realizaron la envoltura del Reichstag (parlamento alemán) y desde entonces quedó hechizado con las intervenciones monumentales de Christo. Este año, asistió a la inauguración del Arco del Triunfo envuelto en 25 mil metros cuadrados de prolipopileno azul plata reciclable y tres mil metros de soga roja. “Me hizo vivir una experiencia maravillosa: la luz inundaba el monumento, los reflejos de la tela gris-plateada modelaban su silueta. Quienes pudimos verla fuimos testigos de la última obra de estos grandes artistas que nos enseñaron a soñar”, señala el escultor. La decisión de abrir el museo con la obra de Christo y Jeanne-Claude había sido tomada, sin embargo, más de un año atrás. “Era el perfil de artista desafiante que buscábamos para darle el perfil a la institución”, completa Noguez. En paralelo el nuevo museo exhibirá una muestra de las heliografías que León Ferrari realizó durante su exilio brasileño.
Vía zoom, entonces, le tocó a Jorge Helft intermediar entre el MACA y el Christo & Jeanne-Claude Studio que manejan los sobrinos de los artistas en un edificio de seis pisos en Nueva York. El coleccionista, que conoció a la pareja, tuvo acceso a todas las obras, pero junto con la curadora italiana Lorenza Giovanelli decidieron enfocarse en la producción de Christo a partir de 1959, cuando realizó sus primeros packages o envoltorios. En la corriente del Nouveau Réalisme europeo paralela al pop norteamericano, el búlgaro trabajó con objetos no artísticos a los que envolvía como momias dotándolos de aura y misterio. De ahí pasó a trabajar en una escala monumental que incluía sitios geográficos e hitos arquitectónicos.
La muestra que se verá en Uruguay incluye sus primeros envoltorios (barriles de aceite, revistas y otros objetos) más la documentación de sus proyectos más ambiciosos tanto en fotografías como en bocetos originales. Se trata de instalaciones de sitio específico de dimensiones estrafalarias como la Running Fence (una muralla en las montañas de California de 35 metros de largo) o las Surrounded Islands (tres islas de la bahía Biscayne rodeadas por 603.870 metros cuadrados de polipropileno flotante). Esto convirtió a Christo también en un artista de la estadística y la logística, lo que iluminó la figura de su partenaire Jeanne-Claude, encargada de la producción y financiamiento de los proyectos. Fue el crítico Pierre Restany quien sugirió que las obras debían ser firmadas como dúo y así es como encararon la envoltura del Pont Neuf de París en 1985 tras diez años de negociación y el rechazo inicial del futuro presidente Jacques Chirac.
Ideólogo del Nouveau Realisme, Restany fue además un difusor del arte argentino de los 60 (al que llamó “pop lunfardo”) en Europa, incluyendo a Antonio Berni en el mismo pelotón de artistas en el que estaban Christo, Daniel Spoerri y Nikki de Saint Phalle, entre otros. Pero la conexión argentina de Christo no pasa solo por él sino que fue uno de los artistas que en 1962 acompañó a una joven Marta Minujín en el happening conocido como La Destrucción, cuando quemó toda su producción en un pasaje de la vieja París. En 1985, Luca Prodan y Timmy McKern (manager) eligieron una obra suya (el Package 1961) como imagen para la cubierta de Llegando los Monos, el segundo álbum de Sumo. “Luca era muy culto y si bien no estaba metido en la escena del arte contemporáneo prefería el tipo de arte de Christo a una pintura. Había quedado muy impresionado con una instalación hecha con ramas de árboles de la calle que vio en el Recoleta”, recuerda la galerista Nora Fisch quien fue pareja del legendario rocker italiano hacia 1987.
Helft resalta que aunque en el Christo & Jeanne-Claude Studio le dieron libertad absoluta para elegir obras recurrieron a otras colecciones para conformar “una selección excepcional”. De hecho, cedió algunas de su propio acervo para esta muestra. Resulta muy significativa en el conjunto la pieza New York Times Package 13/6/1985. “Resulta que Christo y Jeanne-Claude habían nacido el mismo día del mismo año y ese día, como cumplían 50 años cada uno, él decía que celebraban 100 años de artistas. Entonces mandó a comprar 50 copias del diario de ese día para envolverlas y mandárselas a todos sus amigos en el mundo. Lo curioso es que el título de tapa traía la palabra package ya que se anunciaba un paquete de medidas que Reagan había enviado a Washington”, recuerda Helft cuyo Times envuelto forma parte de la muestra.
Con la muerte de Jeanne-Claude en 2009, Christo volvió a quedar solo en el búnker de Nueva York aunque la épica del dúo permanece en 35 trabajos inconclusos. A diferencia de muchos artistas que trabajan en el espacio público, el dúo nunca aceptó encargos oficiales. De hecho, en 1997 se les requirió envolver el Hotel del Parque de Montevideo antes de que se convirtiera en el Palacio del Mercosur. La negativa vía fax fue tajante: “No hacemos obras a pedido ni trabajamos sobre las ideas de otros. Siempre respondemos a este tipo de propuestas con la misma frase: ‘La mejor manera de matar una idea es sugerírnosla’”. Más de veinte años después, el arte de Christo y Jeanne-Claude se verá al fin en Uruguay bajo sus propias reglas. Las mismas con las que el búlgaro justificó la envoltura del Arco del Triunfo: “Quiero transformar las cosas que envuelvo, llevarlas de un objeto de arquitectura que inspira a los artistas a un objeto de arte en sí mismo”. Cómo no quedar envuelto…
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