“Nunca visto, es demencial”: por qué muchas obras desaparecen en arteba
Ya se habla de un “récord de ventas” antes de la apertura al público de la feria, mañana en el Centro Costa Salguero; a este gran comienzo se sumaron premios para estimular el mercado local
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“¡Sii! El mejor arteba desde que abrió Barro, en nueve años. Nunca visto, es demencial lo que vendimos”, respondió Nahuel Ortiz Vidal cuando LA NACION le consultó si era cierto el rumor de que la galería había vendido todas las obras de su stand el primer día de la apertura de la feria a invitados especiales. El segundo día, y antes de que el público pueda ingresar desde mañana hasta el domingo en el Centro Costa Salguero, la joven galería NN ya había vendido hoy “un stand y medio”, incluyendo piezas que pasaron a las colecciones del museo Moderno y el de San Juan. “¡Sí, se está moviendo bien, ventas y gente pensando!”, confirmaron desde Ruth Benzacar.
A las compras ya anunciadas durante las primeras horas se fueron sumando las de los museos Macro de Rosario (un video de Mariela Scafati en Isla Flotante); Franklin Rawson de San Juan (una pintura de Rómulo Macciò, en Vasari); el MALI de Lima (cuatro fotografías de Annemarie Heinrich, también en Vasari); el Museo de Arte Contemporáneo de Salta (dos pinturas de Andrés Paredes en Cott) y el porteño Malba (obras de Mildred Burton en Calvaresi, Carlos Luis “Pajita” García Bes en María Casado, Claudia Alarcón en Remota y Luis Roque en Isla Flotante).
También hubo ventas a coleccionistas privados, como los que eligieron en Gachi Prieto obras de Andrés Waissman, Daniel García y Guido Yannitto. Una vez concretadas las compras, si bien algunas galerías sumaban “puntos rojos” junto a los cuadros para identificar las transacciones, la mayoría los descolgaba y cambiaba por nuevos.
“Yo compré muchas obras en arteba. Entre ellas una de Marta Minujín que ahora se está exhibiendo en la Pinacoteca de San Pablo”, señaló Eduardo Costantini, fundador de esta última institución clave para la escena del arte regional, al recibir hoy el Premio arteba al Coleccionismo. Tras haber donado más de doscientas obras al Malba al fundarlo en 2001, el empresario volvió a empezar de cero y reunió otras quinientas. Hoy en arteba sumó otras dos de Gyula Kosice, compradas en Roldan Moderno; se suman a otras dos de La Chola Poblete que ya había reservado en Barro antes de la apertura de la feria.
“La Argentina tendría que fomentar el coleccionismo. Tenemos un coleccionismo un poco flaco, y eso se nota en los valores”, advirtió sin embargo el presidente de Nordelta y Consultatio, luego de asegurar emocionado que “todos estamos recibiendo este premio porque somos una gran familia que abogamos por el arte”.
A esta distinción se sumó hoy el anuncio de otro premio impulsado por Fundación arteba junto con Pinamar S.A., que se lanzará en octubre e impulsará obras de arte público en la ciudad balnearia que lleva el nombre de la empresa que le dio origen hace ochenta años. El creador del proyecto que resulte elegido recibirá 15.000 dólares, y tendrá cubiertos además los costos para producir la instalación.
Ayer ya se había presentado en la feria otro premio nuevo: en otorgado por Fundación Corporación América, también de 15.000 dólares, para apoyar a artistas de mediana carrera. La elegida fue Carla Grunauer: se compraron sus obras Vil y Muda, de 2023, en la galería Piedras.
Para agendar:
arteba, del 1 al 3 de septiembre en Centro Costa Salguero (Av. Costanera Rafael Obligado 1221), de 12 a 20. Entradas disponibles en www.arteba.org. Preventa, $2200; general, $2500; jubilados y estudiantes, $1250; menores de 10 años y personas con discapacidad, sin cargo.
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