En Argentina, la relación entre la militancia social y la poesía forma parte de una gran tradición (de la que forman parte Juan Gelman, Raúl González Tuñón, Juana Bignozzi, Roberto Santoro y Julián Axat, entre otros) que significó meter el cuerpo en el barro como acto de entrega y, en esa experiencia, traer algunos textos que se interpelan con lo real desde la zona de la experiencia, la visión y la cercanía con las clases populares. Las injusticias sociales siempre fueron un combustible muy productivo para ciertas plumas. En este siglo XXI, mientras parece que la virtualidad es la única realidad posible, aparece un poeta que además está al frente de un comedor infantil, y su primer libro, Bajo Flores (Rangún), ya agotó una edición en dos meses
Se llama Guido Veneziale. Y esta mañana en un café cerca de Plaza de Mayo dice: "La militancia y la poesía son las formas más hermosas que encontré de transformar el mundo. Creo que no solo conviven, son parte de una misma cosa".
¿Cómo se llega a este tipo de convicción? El viaje empieza en la infancia. Decidió ponerse a escribir a los 8 años, incluso antes de que le enseñaran qué era la poesía en la escuela primaria. "Esto me lo acuerdo y muy patente porque el día que en las clases de Lengua nos enseñaron acerca del mundo de la poesía, las rimas y algunos autores, me quedé sorprendido de que ese era el nombre", cuenta. Con el correr del tiempo y de las lecturas empezó a retratar en sus textos críticas a la sociedad, a la realidad y, principalmente, a la desigualdad. Tuvo docentes en la secundaria que lo incentivaron a seguir escribiendo: "Eso fue determinante, encontrar alguien que crea en mí, en lo que escribo", recuerda. Con el tiempo, apareció la militancia como una necesidad. Explica Guido: "Sentí unas ganas enormes de hacer algo que me trascienda, que no tenga que ver solo conmigo, ganas de hacer por el otro, por los que sufren. Hoy soy presidente de un club de barrio del Bajo Flores. Y, en el barrio, sacamos adelante dos merenderos para niñas, niños y jubilados. Sin dudas, la militancia y la poesía te hacen mejor persona". Lo que nos lleva directamente a Bajo Flores, su primer libro.
Un poema dice así: "Guiso mediante/ mi viejo me dice/ que sigue sin conseguir trabajo.// Con la plata que nos quedaba/ compró un carro". Con buenas intenciones no se hacen buenos libros. Con bueno versos, sí. Y eso es lo que tiene Bajo Flores: potencia estética que aborda una temática social.
"Quería contar esto que veo a diario, pero también encontrar lo bello, mostrar una mirada que no sea estigmatizante, la solidaridad y los lazos comunitarios que ante las adversidades se van tejiendo y están mucho más fuertes que en otros barrios. Contarlo sin caer en los lugares comunes", concluye.
MINIBíO
Guido Veneziale nació el 25 de marzo de 1992 y se crió en la ciudad de Buenos Aires. Tiene 27 años. Una parte de su familia paterna es del Bajo Flores y la otra, la materna, es del interior de la Provincia de Buenos Aires. Es presidente del club Villa Miraflores e hincha de San Lorenzo. Está a punto de recibirse de abogado en la UBA. Bajo Flores (Rangún) es su primer libro de poemas.
Libros
Poesía civil, de Sergio Raimondi
Punctum, de Martín Gambarotta
Agua negra, de Martín Rodriguez
The Volturno Poems, de Francisco Bitar
Admiraciones
Perón y Evita
Rodolfo Walsh
Manuel Dorrego
San Martín
Lugares
Parque Chacabuco
Rojas
Tilcara
Montevideo