Emilia de las Carreras tiene 6 años y está sola en su habitación. Tiene cuatro hermanos varones y necesita escapar de ese universo masculino hacia un territorio personal. ¿Qué hace en esa soledad? Cambia de lugar los muebles, algo que repite una vez por semana, y a continuación se pone a crear con lo que tiene a mano: puede ser un dibujo con sus lápices, pero también moldear su plastilina o escribir en un diario. Se funden ahí la escritura, la materia y la imaginación. Esos serán los materiales de su futuro. Entonces, la habitación de una niña se vuelve un taller de trabajo y experimentación. Ahora, Emilia de las Carreras, que es una artista premiada por el banco Itaú y seleccionada por la última Bienal de Arte Joven, recuerda ese momento: "Me inventaba un nuevo decorado con lo que tenía a mano. También hacía muchos dibujos: copiaba cosas de libros y figuras que veía. Siempre disfruté de la reproducción". A su modo, Emilia reproducía el taller que su madre, también artista plástica, tenía en esa casa. Y esa vinculación determinó un camino en el mundo del arte. "Fue todo muy natural", cuenta.
En la adolescencia, mientras fantaseaba con tener una galería y el estilo de vida de los artistas, comenzó a perfilarse en ella un interés por la anatomía y lo corporal que sigue hasta el día de hoy. "Me interesa el cruce entre arte y salud. Investigo sobre mutaciones, evolución, parafilias y el concepto de discapacidad".
Fue a una secundaria orientada en arte en una época en la que se obsesionó con el manga japonés y que más tarde derivó en su interés por los grabados de Hiroshige y Hokusai. Decidida a vivir del arte, ya pasó por más de 20 exposiciones grupales y siete muestras individuales en la Argentina, más allá de una excursión a Quito, Ecuador.
El trabajo de esta artista plástica es intimista y autorreferencial. Sin embargo, trabaja con una gran diversidad en materialidades y formatos como la pintura, la instalación, el video, la escultura, la fotografía, entre otros, y todos le sirven para permanecer dentro de una misma línea de investigación: el cuerpo, en sus formas más diversa, y sus límites. Y, en ese sentido, se inclina por "lo oscuro y lo siniestro y sus posibilidades. La factura manual, también el detalle".
Para la obra seleccionada en la Bienal de Arte Joven, llamada "Lo que cubre" y conformada por una pintura y tres esculturas esmaltadas que rozan lo quirúrgico y lo sensual, Emilia pudo lograr la unificación de piezas en una obra que entrelaza distintos momentos de investigación. "Me interesa hablar de la domesticación de los cuerpos, la expansión a través de prótesis y elementos ortopédicos, la dominación y sus adoctrinamientos. Creo que es importante el cuestionamiento hacia la normatividad, cuestionar la medicina y el biologicismo".
MINIBÍO
Nació en Buenos Aires (1989). Se formó con Andrés Waissman, Richard Sturgeon y Laura Varangot. Cursó Artes Visuales en el IUNA. Muestras colectivas: Proyecto A, Centro de Arte Contemporáneo de Quito (Ecuador), Centro Cultural Recoleta, entre otros. Muestras individuales: Gachi Prieto Gallery (2011 y 2014) y No Lugar (Quito). En 2015, ganó el concurso Proyecto A. Fue premiada por el banco Itaú y la Bienal de Arte Joven.
Obras
"The Graces", de Lynda Benglis
"El ciclo Cremaster", de Matthew Barney
Intervención de los hermanos Chapman, sobre "Los caprichos" de Goya
"Color is Dangerous", de Pipilotti Rist
Artistas
Mika Rottenberg
Fernanda Laguna
Shana Moulton
Ambera Wellmann
Materiales
Cosas moldeables
Pintura
Cositas encontradas
Elementos que van apareciendo