“Nos cayeron lágrimas. Esto no es como ir a un museo”, dicen los primeros visitantes de “Imagine Van Gogh”
Tras un récord global de más de 147 mil entradas vendidas en forma anticipada, jóvenes y familias recorrieron la muestra inmersiva que abrió hoy al público en La Rural
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“Al entrar nos cayeron lágrimas. Esto no es como ir a un museo. Es una vivencia, una experiencia”. El testimonio de Mirta Burkman lo dice todo. Ella y su marido se contaron entre las primeras personas en visitar la muestra Imagine Van Gogh, que abrió hoy al público en Buenos Aires. “Nos sentimos como si fuésemos la tela sobre la que pintan el óleo, y pudiéramos ir viendo en detalle cada pincelada. Es como si estuviésemos dentro de la obra”, agregó en diálogo con LA NACION, meses después de haber comprado las entradas apenas salieron a la venta, en diciembre.
La innovadora exposición, que propone democratizar el arte a través de la tecnología, consiste en una experiencia inmersiva dedicada a la vida y obra del artista holandés mediante imágenes proyectadas en alta definición. Traída por el productor Daniel Grinbank a la Argentina, su primer destino latinoamericano, ya logró un récord global de ventas anticipadas: más de 147.000 tickets. La demanda llevó a extender la fecha de cierre hasta el 1° de mayo y ampliar los horarios de visita.
Al pasar las cortinas de la sala, la sinergia de elementos sensoriales envuelve al visitante: composiciones de autores como Saint-Saëns, Mozart, Bach, Delibes y Satie acompañan las imágenes, que transportan a distintos escenarios. Un momento de contemplación ante La noche estrellada, una caminata por Los Girasoles o el descubrimiento de la intimidad de El dormitorio en Arles. El público no se enfrenta al óleo, sino que parece estar dentro de él.
“Me parece algo muy bueno y necesario. Hay muy poca gente que tiene el privilegio de poder ver las obras de Van Gogh, ya que en general hay que viajar al exterior. Es una oportunidad increíble de poder tener acceso a ellas”, dijo Esmeralda Gil, estudiante de arte de 22 años y admiradora de la obra del holandés, mientras observaba la muestra junto a su madre y su hermana.
Sobre las 14 pantallas de alta definición se proyectan 200 obras icónicas de los últimos años de vida del artista en el Sur de Francia, gracias a un complejo montaje de tres semanas que involucró a decenas de técnicos de Francia y la Argentina. Las obras seleccionadas forman parte de prestigiosas colecciones de museos como el Musée d’Orsay de París, la Galería Nacional de Arte de Londres, el Museo Van Gogh de Ámsterdam, el MoMA y el Met de Nueva York.
Este tipo de experiencias está pensada para acercar al arte a las nuevas generaciones, y luchar contra la desertificación de los museos, había dicho a LA NACION Annabelle Mauger, directora artística de la muestra. Esto se puede observar en un recorrido por la exposición, con una marcada presencia de jóvenes y familias. “Es una muy linda experiencia para la familia. Es distinto de un museo tradicional, te podés sentar con tus hijos y vivenciar esto como una experiencia única. A mi hija le encantó.” dijo Natalia Luppi, de 44 años, quien la recorrió junto Milagros Aguirre, de 10 años, que opinó: “Me pareció muy artístico. Me gustó mucho conocer bien la historia del artista. Me gusta más ver esto así que los cuadros originales de un museo normal.”
La idea de la muestra es convocar a un espectador activo, inmerso en un universo de imágenes en el que es completamente libre de evolucionar y explorar a su manera. “Tenía mucha expectativa. Siempre quise ir pero como estaba afuera era imposible, así que feliz de que haya venido a la Argentina y que esté circunstancialmente en Buenos Aires. Estoy muy emocionada con la experiencia, no se puede describir. Es muy interesante que hayan buscado esta inmersión e interacción en un autor clásico como Van Gogh”, observó la profesora de filosofía María Eugenia Somers, de 31 años.
Los tickets se adquieren a través del sitio oficial de La Rural. Cada treinta minutos ingresan grupos de 150 personas, que pueden permanecer adentro del pabellón Frers todo el tiempo que quieran. Al terminar el recorrido, el público tiene acceso a un foodtruck y un puesto de merchandising con remeras, libros y productos alusivos a la obra de Vincent Van Gogh. La elevada demanda llevó a ampliar la franja horaria de los viernes, sábados, domingos y feriados, de 10 a 23.30.
Para agendar
Imagine Van Gogh, hasta el 1° de mayo, en el Pabellón Frers de La Rural (Av. Santa Fe 4363). Entrada general, $3000; menores de 12 años, $2000; pack familiar (2 mayores y 2 menores de 12 años), $8000.
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