Museos con jardín: la experiencia del arte al aire libre
Del Larreta al MAT de Tigre, las salas se amplían en sus espacios verdes con talleres, música y ciclos literarios
Conciertos de jazz a la luz de la luna. Funciones de ópera en un patio andaluz. Clases de pintura en un jardín francés. Un paseo de esculturas con vista al parque Tres de Febrero. Talleres de arte para chicos y grandes frente al río. En primavera y en verano, los jardines de algunos museos de Buenos Aires funcionan como escenario natural de una variada oferta de actividades culturales. Así, además de recorrer las salas donde se exhiben las muestras temporarias y permanentes, el público puede disfrutar de espectáculos musicales, teatro, ciclos literarios y de cine. Todo al aire libre, en espacios verdes que en la mayoría de los casos cuentan con cafetería, bancos y mesas bajo los árboles y servicio gratuito de Wi-Fi.
Recientemente renovados, los jardines del Museo Nacional de Arte Decorativo y del Museo de Arte Español Enrique Larreta son un legado europeo. Inspirado en el parque del Palacio de Versalles, el prestigioso paisajista francés Achille Duchêne diseñó hace casi cien años el jardín de la residencia de Matías Errázuriz, sede del Museo Nacional de Arte Decorativo desde 1937. Con el paso del tiempo, el jardín había perdido sus rasgos más importantes.
Para reproducir el diseño original se utilizaron planos y fotografías de la época, que mostraban el esplendor de los canteros florales, los setos de laurel y un particular mosaico vegetal, el sello de Duchêne. En el centro del jardín está la fuente de los cisnes, rodeada por senderos de follajes recortados que evocan diseños versallescos. En ese marco verde y perfumado, los martes y viernes de febrero se dictará un taller de acuarela para aprender a componer con líneas, colores y manchas.
Esta semana, Alberto Bellucci, director del MNAD, recibió una buena noticia: la Asociación Duchêne, que reúne a los propietarios de jardines diseñados por Achille Duchêne y su padre, Henri, en diversos países, distinguió el trabajo en el Palacio Errázuriz con el premio Duchêne 2015.
Con un acceso independiente por Vuelta de Obligado al 2100, el jardín del Museo Larreta también fue restaurado este año. La casa donde vivió el escritor Enrique Larreta, diseñada por Ernesto Bunge en 1886, tiene un patio andaluz, con dos fuentes y árboles añosos, como un ginkgo biloba y un ombú. Ese árbol es el escenario del ciclo Viernes de jazz bajo el ombú, que se reanudará en marzo. El público puede recorrer el jardín libremente o participar de las visitas guiadas a cargo de un paisajista.
Según anticipó a LA NACION, Nicolás Helft, director del Larreta, el museo estableció una alianza con el Festival de Ópera de Tigre para ofrecer funciones en el jardín en enero y febrero. "Es una obra vanguardista basada en textos de Shakespeare, creada especialmente para este espacio."
El teatro Larreta continuará con espectáculos para la familia a cargo de Héctor Presa y el grupo La Galera Encantada. "Queremos acercar nuevos públicos al museo y pensarlo como un centro cultural para hacer sinergia entre todas las propuestas, que incluyen servicio de gastronomía, Wi-Fi gratuito y una tienda con libros y objetos de diseño", completó Helft.
Hasta el martes 15 se puede visitar la muestra Santa Teresa de Jesús. Viñetas del Alma, con ilustraciones de Alejandro Farías, Max Aguirre y otros jóvenes dibujantes.
Con vista al río
La mansión de estilo ítalo-francés, donde Ernesto Tornquist, Luis García y Emilio Mitre fundaron un club deportivo en 1909 y donde sería instalado un casino en 1927, es la sede del Museo de Arte Tigre desde 2006.
Diseñado por los arquitectos franceses Luis Dubois y Pablo Pater, el edificio tiene grandes espacios verdes con vista al río, donde se realizan talleres de arte, muestras de esculturas, funciones de teatro, conciertos y festivales. Los sábados a las 16 abre las puertas el atelier del MAT, un espacio creativo para chicos de 5 a 12 años. "Este verano habrá un ciclo de cine y un safari fotográfico, que incluye una jornada nocturna en los jardines", contó María José Herrera, directora del museo.
Las barrancas del Museo Pueyrredón, en San Isidro, fueron declaradas Parque Natural Municipal en 2009 con el objetivo de preservar el talar, una especie en peligro de extinción en la provincia de Buenos Aires. En los jardines de la quinta que perteneció a Juan Martín de Pueyrredón, donde pueden apreciarse árboles históricos como un algarrobo blanco y un aguaribay plantado por Domingo Faustino Sarmiento, se dictan talleres de pintura para chicos de 6 a 12 años.
En la ciudad de Buenos Aires hay otros museos que también utilizan los espacios verdes para actividades culturales. El Palacio Noel, sede del Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, cuenta con un jardín con desniveles. Allí tienen lugar charlas, performances y conciertos al aire libre. En el jardín del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, frente al Rosedal de Palermo, hay una pintoresca confitería con vista al lago. Con mesas al aire libre, desde allí se puede apreciar el paseo de las esculturas diseñadas para personas con capacidades diferentes.
Escondidos o a la vista, los jardines y parques de los museos son una opción ideal para visitar los días de verano. Para cambiar, aunque sea por un momento, el vértigo de la ciudad por el sosiego.
Senderos que se bifurcan
MNAD. Av. del Libertador 1902. Martes a domingos de 14 a 19. Cerrado del 21 de diciembre al 12 de enero
Museo Larreta. Juramento 2291 y Vuelta de Obligado 2155. Lunes a viernes de 13 a 19; sábados y domingos de 10 a 20.
MAT. Paseo Victoríca 972, Tigre. Miércoles a viernes de 9 a 19; sábados y domingos de 12 a 19
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