Hay programas de verano en familia en la quinta donde creció uno de los pintores y arquitectos más destacados del siglo XIX
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Arte, naturaleza e historia argentina se conjugan en el Museo Pueyrredón, que depende de la Municipalidad de San Isidro y está ubicado en Acassuso.
Su origen se remonta a las últimas décadas del siglo XVI. En la segunda fundación de Buenos Aires, el 24 de octubre de 1580, Juan de Garay repartió tierras en la ribera. Allí se encontraba el terreno del actual museo, que luego de pertenecer a otros propietarios fue adquirido por Francisco de Tellechea. En 1815, Juan Martín de Pueyrredón se casó con una de las hijas de Tellechea, María Calixta. La quinta funcionó como residencia del que fue designado director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Entre otros, allí se hospedó unos de los Libertadores de América, José de San Martín.
El único hijo de la pareja, Prilidiano Pueyrredón (1823-1870), se convertiría en uno de los pintores y arquitectos más destacados del agitado siglo XIX en la Argentina. El futuro artista pasó su infancia en la chacra sanisidrense, donde nació su amor por el río, la ribera y por el campo, tres de los motivos que prevalecen en su obra.
En el enorme predio del museo se conserva la casa de los Pueyrredón, una construcción de campaña de fines del siglo XVIII, con un amplio patio central con aljibe. La Municipalidad de San Isidro adquirió la propiedad el 30 de noviembre de 1941 y tanto la casa como el jardín con la barranca que desciende al río fueron declarados Monumento Histórico Nacional en octubre de 1941. En el parque del museo dan sombra varios árboles históricos. Están por ejemplo el algarrobo bajo el que se reunieron Pueyrredón padre y San Martín para planear la campaña libertadora al Perú y el aguaribay que plantó Domingo Faustino Sarmiento en 1870 en una visita que realizó a la quinta durante su presidencia.
“La estrella indiscutible del museo es la casa, una de las pocas construcciones rurales originales del siglo XVIII que quedan en pie en nuestro país –dice Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de la Municipalidad de San Isidro-. Es Monumento Histórico Nacional, y está rodeada por un parque con barranca que preserva el paisaje original y es Monumento Natural Municipal”. La funcionaria comenta que en el museo se preserva una colección interesante y ecléctica de imaginería religiosa, y muebles y objetos de la vida cotidiana y de la chacra como unidad productiva. “Están exhibidos de tal forma que sirven para narrar el paso del virreinato a la república y a la vida burguesa, el cambio en los hábitos y en los modos de producir, y el proceso de construcción de una nación”, agrega.
"La estrella indiscutible del museo es la casa, una de las pocas construcciones rurales originales del siglo XVIII que quedan en pie en nuestro país"
Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de la Municipalidad de San Isidro
Los núcleos más importantes del guión museográfico, preparado por Roberto Amigo y realizado junto con el grupo Signo, son los referidos a los Pueyrredón (padre e hijo) y al mundo del trabajo en la finca en el siglo XIX. El museo reconstruyó el atelier de Prilidiano Pueyrredón y posee diecisiete retratos realizados por este artista.
Para esta atípica temporada veraniega se prepararon actividades especiales para los visitantes y para familias con niños. Una de ellas es “Perdidos en el museo”, una serie de guías de búsquedas de tesoros artísticos que muestran fragmentos de piezas de la colección. El público debe recorrer el museo completo para encontrar las piezas (y la salida).
Otro programa de este verano es “Detalles en foco”. Los visitantes reciben un dispositivo simple que les permite admirar detalles de la colección de pinturas, árboles y objetos. El personal del área de Educación de la institución recibe a los visitantes y los acompaña de manera individual a recorrer las salas (que por restricciones sanitarias albergan a poca gente). El jardín está abierto también para hacer picnics, encontrarse con amigos y disfrutar de la naturaleza que, como se comprueba en la barranca, de cara al Río de la Plata, asume un semblante histórico.
A causa de la pandemia, el horario para visitarlo es acotado: solo está abierto sábados y domingos, de 15 a 19, con un tiempo de permanencia máxima en salas y parque (está previsto que a partir de abril abra martes y jueves, de 10 a 18). La entrada es gratuita y se debe hacer una reserva de turno previa en www.sanisidro.gob.ar. El sábado 13 de marzo, a las 18.30, el museo será sede de una función del ciclo de verano El Bardo en las Plazas, con una versión adaptada de Sueño de una noche de verano de William Shakespeare dirigida por Yamil Ostrovsky.
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