Museo Gardel: una casa restaurada en un barrio "tan reo como el tango"
Tras ocho meses, reabrirá con un nuevo aspecto y una oferta que incluye fotos, videos y audios de épocas distintas de la vida del cantor
Si los Rolling Stones volvieran al país podrían cumplir con un pendiente de su última visita: conocer el Museo Casa Carlos Gardel. Tras ocho meses y medio, mañana, a las 18, reabrirá sus puertas con un look totalmente remozado y novedades en su guión curatorial.
A través de fotos, documentos y videos, la figura del cantor de tango impregna cada rincón de la casona de Jean Jaures 935, en el barrio de Abasto.
En una primera sala se puede ver la copia de la partida de nacimiento de Charles Romuald Gardés en Toulouse (Francia) y escuchar la voz de su madre en tres reportajes y una voz similar -la de la soprano Graciela Oddone- entonando una canción de cuna como la que pudo haber escuchado el pequeño Carlos.
En otra pequeña sala se puede elegir una canción interpretada por Gardel, de un repertorio de 893, y escucharla con auriculares.
En el tercer espacio, dedicado a la muerte del cantante, se puede verlo vivo durante los momentos previos a subirse al avión del que no saldría vivo, en Medellín. Sobre el muro se proyectan un audiovisual realizado por los hermanos Acevedo -pioneros del cine de Colombia-, perteneciente a la Fundación del Patrimonio Fílmico Colombiano, y otro del Archivo General de la Nación con el multitudinario funeral sobre la avenida Corrientes, en Buenos Aires.
En la cuarta sala se exhiben afiches, prestados por el Museo del Cine, y se proyectan cortometrajes sonoros y las producciones que Gardel realizó para Paramount.
Según informó el Ministerio de Cultura porteño, se invirtieron unos tres millones de pesos para arreglar una medianera y los caños de cloacas -cuya rotura impidió la visita de los Rolling Stones en febrero del año pasado-, se instaló un nuevo sistema lumínico y se construyó un baño para discapacitados en la planta baja.
La casona que el cantor de tango compró en 1926 para su madre y donde vivieron ambos es un museo prácticamente sin colección. Los objetos que Marie Berthe Gardés -tal era su verdadero apellido- conservó de su hijo, luego de morir trágicamente, fueron donados a la Casa del Teatro. Otros valiosos objetos están en manos de coleccionistas que hasta ahora no confiaban su custodia al museo dada la falta total de condiciones de seguridad.
Cambios de manos
El valor de la casa museo, de 325 metros cuadrados, ubicada en un barrio "tan reo como el tango", según dijo el mismo Gardel, está en haber sido el espacio-hogar de Gardel entre 1927 y 1933.
Ese último año, en un reportaje de la revista El Canta Claro, habló de esa casa y ese barrio. Dijo: "Se preguntarán ustedes por qué no resido en la avenida Alvear, en el mejor chalet que se pueda hacer, pero les diré que vivo en este modesto barrio obrero porque es mi querido barrio, donde yo cuando purrete pasé momentos de felicidad que hoy, con todos los pesos que tengo en el banco, no puedo comprarme una hora de aquéllas... Además, quiero a este barrio mío porque es reo como el mismo tango".
Después de la muerte de su madre, la casa de Jean Jaures habría sido rematada o vendida y entre comienzos de la década de 1970 y casi por una década se transformó en la tanguería La Casa de Carlos Gardel, administrada por el dirigente de fútbol Virgilio Machado.
Pasó luego por distintos propietarios y en 1996 Eduardo Eurnekian la compró en nombre de Multimedios América con la intención de hacer un museo, pero al año siguiente un decreto presidencial declaró la casa Monumento Histórico Nacional y el empresario desistió del proyecto para evitar, según dijo, lidiar con "marañas burocráticas". A fines de 2000, ya desde Aeropuertos Argentina 2000, Eurnekian donó la propiedad a la ciudad y aportó fondos para su restauración.
Hoy "podemos mostrar el lugar, el barrio, porque ya cuando el Estado la recibió la casa no estaba en su estado original. Si hubiese sido así no hay dudas de que podríamos mostrar cómo vivía. Lo que había antes de esta restauración era una recreación", dijo a LA NACION Guillermo Alonso, director de Museos, Patrimonio y Casco Histórico de la ciudad.
De esta forma dio respuesta a algunos gardelianos que se molestaron porque la actual puesta en valor cubrió con una pared de Durlok tres puertas hacia el patio y construyó un baño donde había una pequeña cocina (ambas reformas hechas durante la primera intervención).
Desde mañana la casa de Gardel estará abierta de lunes a viernes, de 11 a 18, y fines de semana y feriados, de 10 a 19, con una entrada de $ 10.
Los próximos: Sívori y Larreta
Tras la reapertura del Gardel, permanecen cerrados por refacciones otros dos de los once museos porteños: el de arte español Enrique Larreta y el de artes plásticas Eduardo Sívori. Y, en obras, el Museo del Cine. "La idea es que el Sívori y el Larreta reabran para el 15 de julio, antes de las vacaciones de invierno", anticipó el director de Museos, Patrimonio y Casco Histórico de la ciudad, Guillermo Alonso.