Murió Amos Oz, un escritor del presente que ya es leyenda de la literatura israelí
"Cuando una obra literaria de repente hace que lo que es familiar se vuelva desconocido o, al contrario, que lo desconocido me resulte casi íntimamente propio, me conmueve, emociona y me hace sentir gratitud", declaró en una ocasión Amos Oz, uno de los más grandes escritores israelíes contemporáneos, que murió ayer en su casa de Tel Aviv, a los 79 años. Ese era el efecto que en muchos lectores de su país y del mundo provocaba la literatura de Oz.
Ya fuera con materiales autobiográficos, como en la imprescindible Una historia de amor y oscuridad (2002), que narra su infancia y juventud y, en simultáneo, la del naciente Estado de Israel, o del mundo de la ficción, el propósito de Oz era conmover, emocionar y suscitar preguntas sobre el presente. Junto con David Grossman y A.B. Yehoshua, Oz era una de las leyendas de la literatura israelí. "No puedo ser objetivo con el hebreo porque soy un fanático. No del país, de Israel, pero sí del lenguaje. Es mi instrumento musical", sostuvo el autor, muy reconocido por su activo compromiso con la causa de la paz en Medio Oriente.
La noticia de su muerte la dio ayer a través de un mensaje por Twitter su hija, Fania Oz-Salzberger. "Murió tranquilamente mientras dormía, rodeado de sus seres queridos", escribió. El escritor, que había nacido en Jerusalén en mayo de 1939, estaba enfermo de cáncer. Su padre, un bibliotecario, era polaco y su madre, de Ucrania, provenía de una familia adinerada. Ambos eran laicos, pero luego del suicidio de su madre, cuando él tenía apenas doce años, se acercó a la parte más religiosa de la familia. Se interesó así por el sionismo socialista y se fue a vivir a un kibutz en el centro de Israel. Fue en esa época cuando cambió su apellido, de Klausner a Oz, que en hebreo significa "fuerza".
Luego estudió Literatura y Filosofía en la Universidad Hebrea de Jerusalén y en la Universidad de Oxford, mientras empezaba a escribir ficciones. Participó en la Guerra de los Seis Días y en la Guerra de Yom Kipur y en los años 70, junto con otros intelectuales israelíes, creó el movimiento pacifista Shalom Ajshav ("Paz Ahora").
Comenzó a publicar muy joven, en la década de 1960. Su obra abarca casi veinte libros, traducidos a cincuenta países, y cientos de ensayos, varios reunidos en libros. Entre las obras más famosas del autor figuran las memorias Una historia de amor y oscuridad, publicada en 2002, que cuenta la historia de su familia en el contexto del nacimiento del Estado de Israel, la guerra de la independencia y su propia vida en el kibutz; Mi querido Mijael, de 1968, que relata la crisis de un matrimonio entre los años cincuenta y sesenta en Jerusalén; Tocar el agua, tocar el viento (1973), que relata la separación y el reencuentro de una pareja que sobrevive a los nazis; Un descanso verdadero (1982), sobre la convivencia a veces áspera entre integrantes de dos generaciones en un kibutz, y De repente en lo profundo del bosque, de 2005, una misteriosa fábula protagonizada por dos niños.
También escribió artículos y ensayos en diarios y revistas israelíes e internacionales, en general en defensa de posiciones pacifistas para el conflicto entre Israel y Palestina. Oz estaba a favor de la "solución de dos Estados", que impulsa la creación de dos Estados separados, uno judío y otro palestino. En su libro Las voces de Israel, de 1986, reúne entrevistas a personalidades de su país, que expresan visiones contradictorias sobre la política israelí. En el breve ensayo de 2006, Contra el fanatismo, Oz escribió: "El fanatismo es más viejo que el islam, que el cristianismo, que el judaísmo. Más viejo que cualquier Estado, gobierno o sistema político. Más viejo que cualquier ideología o credo del mundo. Desgraciadamente, el fanatismo es un componente siempre presente en la naturaleza humana, un gen del mal, por llamarlo de alguna manera". En los últimos años, el escritor se mostraba crítico con las políticas del primer ministro Benjamin Netanyahu, cuyo gobierno calificaba como "extremista".
Fue autor de relatos para niños y jóvenes, como la encantadora novela juvenil La bicicleta de Sumji, de 1978, que cuenta la historia de un día en la vida de un chico israelí. En una de sus grandes novelas del siglo XXI, Versos de vida y muerte, de 2007, también narra la aventura de un protagonista (en este caso un escritor) durante una jornada. El sentido del humor, la reflexión ética y la crítica del poder convivían en Oz. "No todo el que critica a Israel es un antisemita", dijo en una entrevista con El País en 2015.
Desde la infancia, fue un lector omnívoro. "Leía de todo: el manual del calentador eléctrico, novelas que estaban muy por encima de mi alcance, poesía que solo podía ofrecerme la música de su idioma mientras el significado aún estaba lejos de mí. Diarios y revistas de todo tipo, folletos, anuncios, manifiestos políticos, cómics", declaró a The New York Times en 2016, en ocasión de la publicación de su novela Judas. La lista de sus autores favoritos era extensa: Chejov, Cervantes, Faulkner, Agnon, Brener, Yizhar, Alterman, Bialik, Amichai, Kafka y Borges, y, "a veces", Thomas Mann, Elsa Morante y Natalia Ginzburg.
Varias de sus obras fueron llevadas al cine, entre otras Una pantera en el sótano (1995), con el título de El pequeño traidor, dirigida por Lynn Roth, y Una historia de amor y oscuridad, que dirigió y protagonizó Natalie Portman. El mismo Oz aparece en un documental que el realizador Claude Lanzmann filmó sobre el ejército israelí, Tsahal, de 1994.
Por su obra literaria, obtuvo varios premios, entre ellos el Premio Israelí de Literatura en 1988, el Premio Libertad de Expresión en 2002, el Premio Goethe de la ciudad de Fráncfort en 2005, el Príncipe de Asturias de las Letras en 2007 y, en 2013, el Premio Franz Kafka. Desde 1991 era miembro de la Academia del Idioma Hebreo y fue varias veces candidato al Premio Nobel de Literatura.
Cuatro libros para una biblioteca elemental
- Mi querido Mijael, de 1968. Es la segunda novela del autor y una de las más exitosas. Jana está casada con Mijael, un apático profesor de geología. La infelicidad que experimenta por su matrimonio parece extenderse a una Jerusalén ruinosa, mientras ella se transforma en una Emma Bovary israelí.
- Una historia de amor y oscuridad, de 2002. Obra maestra indiscutida, cuenta la infancia de Oz y la vida de su familia en Jerusalén, al mismo tiempo que retrata los primeros años del Estado de Israel. Fue llevada al cine por Natalie Portman, que interpretó el papel de la madre del escritor.
- Contra el fanatismo, de 2006. Este breve ensayo condensa las ideas éticas y políticas del escritor, en especial sobre el conflicto entre israelíes y palestinos. Ante el fanatismo y la violencia, la receta de Oz era simple: "Razón y más razón".
- Judas, de 2016. Una de las últimas novelas de Oz, en la que presenta a un trío de personajes con diferentes ideales y desilusiones. Uno de ellos, Shmuel, retoma una investigación sobre la imagen de Jesús para los judíos y el rol de Judas en el plan divino. "Me reconozco en muchos actos de traición. A veces es un título de honor", declaró el escritor.
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