Murió el periodista Luis E. Remonda
Era consejero editorial de La Voz del Interior y descendiente de la familia fundadora del diario
En Buenos Aires murió ayer Luis Eduardo Remonda, consejero editorial de La Voz del Interior, de Córdoba. Tenía 72 años y pertenecía a la tercera generación de un apellido que trazó una marca indeleble en el periodismo de Córdoba: el diario que se edita hace más de 107 años.
A lo largo de su extensa carrera, asumió dos veces la conducción periodística del diario como director. Era hijo de Luis Federico (director del diario entre marzo de 1960 y junio de 1975) y de Celia Antolín Solache (directiva del diario, fallecida en octubre pasado a los 99 años), y nieto de Silvestre Rafael, pionero de la inspiración fundadora.
Había nacido el 16 de abril de 1939, Córdoba. Estaba casado con la bióloga Luisa Esther Bertoletti, con la que tuvo cuatro hijos: Luis Ernesto, Cecilia, Florencia y Mercedes, quienes a su vez los alegraron con nueve nietos.
Desde su ingreso formal al diario, el 1° de mayo de 1957, subió peldaño tras peldaño. Primero fue auxiliar de administración y luego empezó a abrirse camino en la redacción, pasando por las secciones Artes y Espectáculos, Economía, Agropecuarias, Turismo y Ecología. En 1974 llegó a la subdirección del diario, por entonces dirigido por Jorge Remonda Ruibal.
Además de desempeñar durante años el cargo del presidente del directorio de la empresa La Voz del Interior SA, Luis Eduardo Remonda fue director periodístico en dos ciclos: 1985-1988 y 1994-1998.
En esas etapas, hubo varios episodios que rubricaron la fecundidad de su tarea, como lo fue el ingreso del diario a la era del color, en 1995, con la puesta en marcha de una flamante rotativa en la nueva sede ubicada en camino al aeropuerto (luego, denominado avenida La Voz del Interior).
El horizonte de Luis Eduardo Remonda iría todavía más allá, pues trabajó para la integración institucional de las empresas periodísticas en organizaciones como la Asociación de Diarios del Interior de la República Argentina (Adira), de la que fue miembro fundador, y la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), en la que se desempeñó como director y vicepresidente.
Entre las distinciones que jalonaron su trayectoria, una de las más importantes acaso fue el Diploma al Mérito a la Dirección Periodística, en 1987, de la Fundación Konex.
Sus restos serán trasladados hoy desde Buenos Aires hasta Córdoba, y serán velados desde la noche en la avenida Rafael Núñez 5857, en el Cerro de las Rosas.
Mañana, por la mañana, será sepultado en el cementerio Parque del Sol.