Murió el escritor checo Milan Kundera, autor de La insoportable levedad del ser
Novelista, escritor de cuentos cortos, dramaturgo, ensayista y poeta, vivía en Francia desde 1975
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PARÍS.- El escritor checo Milan Kundera murió este miércoles a los 94 años. Eterno candidato al Premio Nobel de Literatura, reconocimiento que nunca obtuvo, es autor, entre varias obras literarias, de La insoportable levedad del ser (1984), un retrato sarcástico de la condición humana y una de las novelas más influyentes. Además dramaturgo, ensayista y poeta, vivía en Francia desde 1975. A mediados de la década de los 80 dejó de dar entrevistas a los medios.
La noticia de su fallecimiento llegó de la mano de Anna Mrazova, portavoz de la Biblioteca Milan Kundera y editora de la publicación independiente Gallimard en París. “Lamentablemente, puedo confirmar que el señor Milan Kundera falleció ayer [martes] tras una prolongada enfermedad”, declaró la mujer a la agencia AFP.
A sus 81 años uno fue uno de los autores incluidos en la prestigiosa colección de la Pléiade de la editorial francesa Gallimard. Llegó al país tras emigrar de la ex Checoslovaquia en 1975, entonces bajo gobierno comunista. La decisión de alejarse de su país natal le costó que las autoridades lo despojaran de su nacionalidad, algo que recuperó en 2019. Desde 1981 contaba con la nacionalidad francesa.
Kundera nació en Brno en 1929, segunda ciudad checa, y era hijo del musicólogo y pianista Ludvik Kundera (1891-1971). Tal vez influenciado por la figura paterna, estudió musicología y composición musical, lo que se vio reflejado en su extensa obra literaria. Posteriormente, el escritor incursionó en el cine para luego centrarse en la literatura, tanto en la enseñanza como en obras propias. En la década de 1950, y mediante sus escritos, expresó su admiración por las ideas comunistas.
Autor de títulos como La vida está en otra parte, El libro de la risa y el olvido, y La ignorancia, dejó muchos enemigos en su país natal –de hecho, que pasara a escribir en francés fue la gota que rebalsó el vaso para los nacionalistas– y en las últimas décadas surgieron acusaciones que lo marcaban como un delator en los años de la Guerra Fría. En 2008, la revista semanal checa Respekt publicó un artículo que indicaba que supuestamente Kundera había avisado a un agente occidental dos años antes de que los comunistas llegaran al poder en Checoslovaquia. El escritor negó categóricamente las acusaciones.
Fue en los 60 cuando Kundera comenzó a escribir prosa. Allí hizo su debut con los cuentos Funny Love, que en parte sirvieron como tema de dos películas checoslovacas de la nueva ola, Nadie se reirá y Já, truchlivý Bóh.
Con nacionalidad checa publicó dos novelas, La broma (que le dio el reconocimiento de la Unión de Escritores Checoslovacos y llamó la atención del filósofo Jean Paul Sartre) y El libro de los amores ridículos, un conjunto de textos que hacen un amargo repaso de las ilusiones políticas de la generación del golpe de Praga que, en 1948, permitió la llegada de los comunistas al poder.
El último libro de Kundera escrito en checo fue la novela Inmortalidad de principios de los noventa, después de la cual escribió toda su obra en francés. Sus textos en idioma galo no se publicaron en checo porque el ensayista se mostraba preocupado por la calidad que podría tener la traducción. Solo hizo una única excepción con su última obra, Slavnosti bezzamnosti, La fiesta de la insignificancia.
Immense tristesse. Milan Kundera avait choisi la France pour ne jamais cesser d’être libre. Au fil des pages, il nous aidait à découvrir qui l’on est, à trouver un chemin dans l’absurdité du monde. Avec lui, une des plus grandes voix de la littérature européenne s’éteint. pic.twitter.com/2bmF77AWL9
— Rima Abdul Malak (@RimaAbdulMalak) July 12, 2023
“Inmensa tristeza. Milan Kundera había elegido Francia para no dejar nunca de ser libre. A lo largo de muchas páginas nos ayudó a descubrir quiénes somos, a encontrar un camino entre lo absurdo del mundo. Con él muere una de las más grandes voces de la literatura europea”, reaccionó en Twitter la ministra de Cultura francesa, Rima Abdul Malak.
El autor deja un legado de 16 obras, traducidas a más de 80 idiomas.
Era miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias y de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras. Logró varios reconocimientos, como el Premio Médicis Extranjero (1973), el Premio Jerusalén (1985), el Premio Austriaco de Literatura Europea (1987), el del Festival Literario Internacional de Vilénica (1992), el Premio Herder (2000), el Premio Nacional de Literatura Checa (2007), el Prix mondial Cino Del Duca (2009) y el Premio Franz Kafka (2020).
Agencias AFP y DPA
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