Murió Abel Posse, el intelectual que reescribió las peripecias trágicas de la historia argentina, de la Conquista a la dictadura
Reconocida figura de la cultura, tenía 89 años; su obra literaria se caracterizó por su riqueza expresiva e imaginativa; integraba la Academia de Letras y la RAE y había sido embajador
- 7 minutos de lectura'
A los 89 años, falleció esta mañana el escritor Abel Posse, reconocido novelista y ensayista, académico de número de la Academia Argentina de Letras (AAL) y de la Academia Nacional de Educación, y miembro correspondiente de la Real Academia Española. Había nacido en Córdoba el 7 de enero de 1934. Abogado por la Universidad de Buenos Aires (donde fue docente en la Facultad de Derecho, en la cátedra de Derecho Político del doctor Carlos Fayt, a la que renunció en 1966, tras el golpe de Estado del general Onganía) y doctor en Ciencia Política por la Universidad de la Sorbona, de 1966 a 2004 se desempeñó como diplomático en forma ininterrumpida. Fue ministro plenipotenciario de la Argentina en Israel, y embajador en Checoslovaquia, Perú, Dinamarca y España. El escritor falleció a causa de complicaciones originadas en una dolencia renal.
También fue cónsul general en Venecia (donde recibió la visita de Jorge Luis Borges y María Kodama en 1974) y director de la Casa Argentina en París. En esa ciudad conoció a quien sería su futura esposa, la estudiante Sabine Langenheim, que lo guio en la literatura y la filosofía alemanas (con ella tradujo El sendero del campo, del filósofo alemán Martin Heidegger, con quien mantuvo correspondencia). El primer texto con su firma, el poema “En la tumba de Georg Trakl”, recibió en Buenos Aires el premio René Bastianini de poesía de la SADE.
Escritores y críticos como Camilo José Cela, Carlos Fuentes, Alfredo Bryce Echenique, Oscar Hermes Villordo, Severo Sarduy, María Rosa Lojo, Antonio Requeni, Seymour Menton ponderaron la obra de Posse, autor de novelas donde la historia afecta definitivamente el destino de personajes y sociedades. Recibió condecoraciones en Francia, España, Estados Unidos, Perú y Brasil, y fue jurado de destacados premios nacionales e internacionales.
Desde 1975, colaboró con artículos, crónicas y cuentos en LA NACION. También escribió para Perfil, La Gaceta de Tucumán y medios internacionales. Algunos de sus ensayos para la prensa aparecen en Argentina, el gran viraje (2000), El eclipse argentino. De la enfermedad colectiva al renacimiento (2003), En letra grande (2005) y La santa locura de los argentinos (2006). Gran parte de su obra se publicó en la editorial Emecé.
La narrativa de Posse siempre estuvo atenta a las peripecias trágicas de la historia y su influencia en los personajes, perseguidores de lo absoluto. A contracorriente de los relatos oficiales, aunque sin descuidar fuentes, crónicas y testimonios, Posse reescribió desde una perspectiva crítica la conquista de América, el nazismo, el peronismo y el antiperonismo, la violencia política de la guerrilla y el terrorismo de Estado en la Argentina.
Publicó la primera de sus catorce novelas, Los bogavantes, en 1969; dos años después, La boca del tigre. En 1978, inició con Daimón (protagonizada por el “desmesurado” explorador español Lope de Aguirre) la celebrada “Tetralogía de la Conquista”, que continuó con Los perros del paraíso (documento alucinado del Descubrimiento de América por el que recibió el prestigioso premio Rómulo Gallegos en 1987) y con la que tal vez sea una de sus mejores novelas, El largo atardecer del caminante, de 1992, que recibió el Premio Internacional Extremadura-América 92 de la Comisión Española del V Centenario. Quedó inédita “Los heraldos negros”. Por su estilo verbal y riqueza imaginativa, Posse es considerado un maestro de la novela histórica en América Latina.
“Es un ejemplo paradigmático del escritor argentino y latinoamericano que a lo largo de su extensa trayectoria literaria ha cultivado la poesía y la novela, el ensayo y la crónica -había dicho el profesor Roberto Esposto de la Universidad de Queensland a LA NACION, uno de los organizadores del coloquio internacional sobre la obra del escritor argentino, que se realizó en la primavera de 2021-. Diplomático e intelectual, es un narrador que habita entre mundos: cosmopolita y nacional, porteño y latinoamericano”.
Fue uno de los primeros autores argentinos en llevar a la ficción la violencia política de la década de 1970 en la Argentina. Momento de morir, de 1979, está ambientada en la ciudad de Buenos Aires y narra un enfrentamiento entre bandos ideológicos. La reina del plata, de 1998, es su declaración de amor novelesca a una ciudad de Buenos Aires en la que se enfrentan “conformistas” y “extremos”.
En 1994 publicó La pasión según Eva, una de las ficciones históricas sobre Eva Perón, donde además reconstruye el periodo de finales de la década de 1940 e inicios de 1950 en la Argentina. En abril de 2010, publicó la estremecedora crónica Cuando muere el hijo, sobre el suicidio de su hijo Iván, en 1983, en París, a los quince años. “En Occidente, la muerte sorprende porque se vive de espaldas a ella, como si no fuera algo que puede ocurrir en cualquier momento -declaró el autor en una entrevista con La Gaceta-. Adelantarse a la despedida implica aceptar que la muerte es un hecho natural, que ocurrirá inexorablemente y que debemos prever”.
Otra de sus novelas más arriesgadas fue Noche de lobos, de 2011, donde expone su perspectiva sobre la violencia política a partir de los años 1970, con un coro siniestro de guerrilleros, militares y paramilitares. La trama gira en torno de la historia de una guerrillera seducida por su torturador.
Con Los demonios ocultos (1987) y El viajero de Agartha (1989), que ganó el Premio Diana-Novedades, compuso un díptico del nazismo fuera de Alemania (la primera transcurre en la geografía rioplatense). En 1998, en Los cuadernos de Praga, ficcionaliza la estada del “Che” Guevara en esa ciudad, antes de su aventura fatal en Bolivia. En 2002, El inquietante día de la vida (2001) obtuvo el Premio Literario de la AAL. En Vivir Venecia, de 2006, reconstruye sus años como cónsul en la ciudad italiana. Su obra fue reeditada y se tradujo a dieciséis idiomas. En la página web del escritor -donde se lee: “Yo soy escritor, usted lector. Tenemos una interesante unidad subversiva, juntos creamos una pacífica y silenciosa conspiración. Yo anoto algunas señales que usted completa con su imaginación creativa”- se pueden leer fragmentos de sus libros y conocer detalles de su rica biografía intelectual.
Simpatizaba con el gobernador y luego presidente Eduardo Duhalde y fue muy crítico del kirchnerismo. “En la Argentina la inflación no es un episodio económico como en otro país, es un elemento económico que genera una actitud demencial y colectiva”, declaró en una ocasión, en 2007, cuando se había presentado como candidato a senador por la ciudad de Buenos Aires en la lista de Roberto Lavagna.
A finales de 2009, Posse fue designado ministro de Educación de la ciudad de Buenos Aires por Mauricio Macri, en reemplazo de Mariano Narodowski. Por las críticas de los gremios docentes, organismos de derechos humanos y políticos de la oposición a sus posturas acerca de diversas cuestiones -entre ellas, la dictadura militar, el terrorismo de Estado y la delincuencia juvenil-, debió renunciar a doce días de haber asumido (lo reemplazó Esteban Bullrich). Ese traspié, lamentablemente, eclipsó por un periodo el aporte literario de Posse, que seguirá siendo notable, más allá de las posiciones ideológicas.
“Son muchos los años de soledad, de lucha frente a la página en blanco, de búsqueda ansiosa de ese lenguaje que se transforme en puente entre la palabra de todos y nuestra autenticidad. Y pocos ‑y por lo tanto bienvenidos e intensos‑ los momentos de ese reconocimiento que renueva el impulso necesario para la continuación de la tarea”, dijo Posse al recibir el premio Rómulo Gallegos, en agosto de 1987. El resultado de su trabajo queda ahora en manos de los lectores.
Otras noticias de Arte y Cultura
Más leídas de Cultura
“Un clásico desobediente”. Gabriela Cabezón Cámara gana el Premio Fundación Medifé Filba de Novela, su cuarto reconocimiento del año
“Enigma perpetuo”. A 30 años de la muerte de Liliana Maresca, nuevas miradas sobre su legado “provocador y desconcertante”
“Me comeré la banana”. Quién es Justin Sun, el coleccionista y "primer ministro" que compró la obra de Maurizio Cattelan
Manuscrito. Canción sobre canción