Murió el editor Ricardo Sabanes, apasionado de los libros y el rugby

El miércoles falleció a los 69 años en la ciudad de Buenos Aires el editor Ricardo Sabanes. Tenía cáncer desde 2017. Había nacido en La Plata el 2 de mayo de 1952 y vivía en el barrio de Caballito. Desde inicios de los años 1990 fue director editorial del Grupo Planeta (donde llegó a ser director internacional) y en la actualidad dirigía el sello Club House, que unía dos de sus pasiones: los libros y el rugby.

También había creado la editorial Zona de Tackle. “Cuando me fui de la editorial Planeta en 2013, enseguida supe que mi camino era seguir con los libros y con el rugby -dijo Sabanes años atrás, en diálogo con LA NACION-. Abrí el juego a otros deportes al editar también libros de tenis, fútbol, polo y otras historias del deporte desde el lado sociológico, pero pisé sobre el terreno más seguro, que es el rugby”. En su juventud, jugó en el Córdoba Athletic como octavo y en su madurez se desempeñó como referí. Escritores, editores e instituciones vinculadas al mundo del libro y del rugby expresaron su pesar en redes sociales.

La familia anunció que proseguirá con los proyectos editoriales de Sabanes. “Siento que en este momento Ricardo es irremplazable en algunos aspectos de la publicación de libros para Club House, como la detección y selección de material publicado, guía y macroediting de nuevos textos, pero confío en que el material en curso podremos publicarlo este año”, confía a este diario su pareja, la editora Analía Martínez, directora de Ediciones Del Dragón. Sabanes era padre de cinco hijos y abuelo de dos nietos.

El actual director editorial de Planeta en el país, Ignacio Iraola, señala: “Era un muy buen editor, intuitivo y creativo, con mucho olfato para los libros de mucha venta, y de los primeros en traer la palabra ‘marketing’ al mundo editorial”. Y también muy hábil para rodearse de grandes editores como Juan Forn, Paula Pérez Alonso y Paula Pico Estrada. Es él quien contrata a Juan Forn. Y Forn hace la revolución”.

“Hace treinta años Planeta tenía una colección de libros de ecología; otra de nueva conciencia, más filosófica, y Planeta Tierra -cuenta la editora y escritora Pérez Alonso-. Fue demasiado antes de tiempo y no vendieron. A mí me propuso hacer libros feministas y publicamos varios. Ricardo pensaba y habilitaba un mundo más amplio”. También estuvo a cargo del traspaso de Emecé al Grupo Planeta, a inicios de los años 2000, punta de lanza de la transnacionalización de las editoriales argentinas.

“Lo conocí en Planeta cuando, ya de nuevo en democracia, nuestro mundo del libro recuperó su esplendor -dice la escritora Josefina Delgado a LA NACION-. Planeta, Seix Barral, Sudamericana se plegaron a la promoción que en nuestra Feria del libro se producía todos los años en torno a escritores locales y también internacionales. Desde la Dirección de Bibliotecas de la ciudad de Buenos Aires en mis dos gestiones pude presentar ediciones de Planeta, y Ricardo colaboró también, enviando novedades en forma de donación. Era cordial y representó muy pronto lo que debiera ser el arquetipo del director editorial: abierto a las novedades, generoso en las oportunidades e impulsor de colecciones como la biografías de mujeres que dirigió Félix Luna y Biblioteca del Sur”. El sector del libro despide a un editor que hizo muchos tries.

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