Móvil en movimiento en el sur de la ciudad
Móvil está en Parque Patricios, en una antigua fábrica de amianto, un espacio pensado para mostrar obras de artistas emergentes por fuera de la solemnidad del museo y sin las restricciones de una galería. Sus impulsoras son Alejandra Aguado y Solana Molina Viamonte, quienes imaginaron este espacio que se sitúa en una tercera posición y propone un plan de acción a partir de la selección de artistas, no de obras específicas. La idea es proveer al artista de un lugar para pensar una muestra inédita y conectar el arte contemporáneo con un público más extendido que el habitual. Hace unos días estrenaron su segunda muestra, una experiencia que le ofrecieron a Joaquín Boz, artista joven oriundo de Rojas y egresado del Programa de Artistas de la Di Tella. Boz ideó unas estructuras de hierro inmensas que él mismo construyó; éstas soportan papeles de distintos gramajes que se hunden en aceites industriales y se disponen armando un recorrido sinuoso para el espectador. Conviven con una gran pintura sobre papel que funciona como mural y unos pequeños papeles (que él llama "las chapas"), que sintetizan la manera de trabajar del artista. En todas las obras el énfasis está puesto en el proceso, el encuentro del soporte con otro material que lo transforma. En las Aceiteras el papel en blanco sufre la transformación a través del contacto con el aceite que, azarosamente, irá imprimiendo su imagen; en los pequeños papeles es la mano del artista la que traza una y otra vez líneas en grafito que terminan por endurecer la superficie gris oscura y convertirlos en aparentes hojas de metal. Hay una intencionalidad de contrastar las estructuras de hierro con la obra mural, una pintura sobre papel que flota etérea y puede llevarse doblada a cualquier lado. Esta obra alude a la producción anterior de Boz, un experimento de pintura gestual con óleo y aceite de lino sobre un soporte delicado que también se transforma pero, esta vez, en escala monumental. Flota en el ambiente el olor de la trementina y los aceites industriales mientras la luz que se filtra por los ventanales va modificando la percepción del visitante. De eso se trata, son cambios mínimos a los que hay que estar alertas: eso se ha propuesto el artista.
La oportunidad para un artista de una exhibición individual de este calibre es un hecho a resaltar, así como los esfuerzos por atraer a un público no habituado a frecuentar el mundo del arte arte mediante visitas guiadas y actividades para chicos. ¿Por qué Móvil? El juego de palabras también permite pensar en un lugar que movilice doblemente, al artista y al público. Las responsables se proponen editar una publicación bilingüe de cada muestra para su difusión, con una entrevista y registro fotográfico.
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