Martín Caparrós. “Los independentistas catalanes, que están muy de capa caída, aprovechan cualquier cosa para ponerse en el candelero”
Después del episodio en Barcelona, cuando se levantó y se retiró de una conferencia, el escritor argentino que recientemente publicó “Sarmiento” da su interpretación sobre lo ocurrido: “Me acusaron de ‘energúmeno fascista’”
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El Mundial de Fútbol en Qatar sigue suscitando polémicas “nacionalistas”. Un día después del comienzo del campeonato, el escritor y periodista Martín Caparrós participó de una conferencia en la XI Jornada de Comunicación, Viajes y Aventura impulsada por el Gabinete de Comunicación y Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Máster en Periodismo de Viajes. Allí, el autor de Larga distancia habló sobre fútbol con la periodista Carme Barceló y el exfutbolista y comentador deportivo Julio Salinas. La charla, que se desarrolló en español, cambió de lengua cuando un estudiante optó por hacer una pregunta en catalán. Los otros dos comunicadores respondieron en ese idioma y Caparrós se mantuvo en silencio. Cuando volvió a hablar, con humor pidió disculpas a la audiencia por tener “el francés oxidado”. Luego, una ironía de Barceló acerca del “dominio de lenguas” del escritor argentino motivó que este se retirara de la conferencia.
El episodio dio lugar a una serie de comentarios -a favor y en contra- en la prensa y en redes sociales sobre el gesto de Caparrós, el de los anfitriones, el independentismo catalán y el uso del catalán como primer idioma en establecimientos educativos de Cataluña. Caparrós fue acusado de “fascista” por el periodista y exdiputado del Parlamento de Cataluña Antonio Baños, autor de La rebelión catalana. “Escuché 10 o 15 minutos de respuestas en catalán -sin entenderlas- y me fui porque una panelista me tomó el pelo”, le respondió el escritor argentino a Baños. “Hoy en mi uni (UAB) se ha demostrado la falta de educación cuando se insistió en hacer preguntas en catalán a un periodista extranjero que no entiende la lengua, y cuando todos sabemos hablar en castellano. El catalán debe hablarse, perfecto. Pero no debe imponerse”, tuiteó Ana González.
Si se toma el trabajo de leer este hilo, de alguien que estaba ahí y cuenta los hechos, quizá pueda retirar sus insultos. Le aclaro que escuché 10 o 15 minutos de respuestas en catalán -sin entenderlas- y que me fui porque una panelista me tomó el pelo. https://t.co/wD186PoERQ
— Martín Caparrós (@martin_caparros) November 23, 2022
“Lo de Barcelona fue una auténtica tontería -dice Caparrós a LA NACION-. Había unas jornadas de la Facultad de Comunicación de la UAB, donde voy dos o tres veces por año a dar alguna charla de máster o cosas así, y donde me dieron hace un par de años un premio Ítaca a la trayectoria. Era el principio del Mundial [21 de noviembre] así que la charla esta vez era sobre fútbol y comunicación, con un exjugador español de tres mundiales que ahora comenta en la televisión y una periodista deportiva que trabaja en un programa televisivo madrileño de panelistas y chismes deportivos”.
Durante poco menos de una hora, la charla fue en español. “Como había sido convocada, sin problemas -agrega-. Ya hacia el final, un alumno hizo una pregunta en catalán. La contestaron los otros dos, largamente, y yo esperé callado. Puedo entender catalán leído o hablado muy lento, pero si alguien se pone a hablar en serio me pierdo, así que me perdí. Cuando la segunda terminó su perorata, el moderador dijo que había dicho algo que se me aplicaba y que qué pensaba yo, así que dije que no sabía porque no lo había entendido, y que me parecía rara esta idea de que, conociendo el idioma del otro, hablarle en un idioma que no entiende, y que suponía que la hospitalidad consistía en hablar ese idioma que ambos entendían”.
Según trascendió, el estudiante, al tomar la palabra, había preguntado si los presentes en la charla entendían catalán. “Le dije que era una pregunta autoinmune: que no tenía sentido preguntarme en un idioma que no entendía si entendía ese idioma. Pero cuando la periodista retomó la palabra, me tomó el pelo, y me fui, calladito; no tenía ganas de que me gastaran por saber o no saber un idioma. Eso fue todo, pero supongo que los ‘indepes catalanes’, que están muy de capa caída, aprovechan cualquier cosa para ponerse en el candelero. Me acusaron de ‘energúmeno fascista’, de ‘imperialista’ y otras cosas así personas que, por lo que decían, estaba claro que no tenían ni idea de lo que había pasado. Muchos decían que si yo vivía en Barcelona tenía que hablar catalán, lo cual no es cierto de dos maneras: no vivo en Barcelona y, si viviera, podría limitarme al swahili y ya, ¿no? En fin, linchamientos a la argentina en el lugar de España donde la grieta realmente existió, y todavía sobrevive”.
Martín Caparrós es un periodista argentino de prestigio internacional, escribe en The New York Times.
— Convivencia Civica Catalana (@CCivicaCatalana) November 23, 2022
Hoy ha comprobado la obsesión separatista por arrinconar el español y negarse a hablar con él en una lengua que todos hubiesen entendido. Harto, ha decidido irse.
Nuestro apoyo pic.twitter.com/xxX9sYjM0b
Caparrós sigue con atención, aunque sin fanatismos, el Mundial de Fútbol en Qatar. “Tranqui, miro los partidos -responde-. Me gustaría que ganara la Argentina, pero sin desespero, y me da mucho gusto mantener una correspondencia con Juan Villoro para el El País. Ya lo habíamos hecho en 2010 y de ahí salió un libro, Ida y vuelta. Lo pasamos muy bien, así que vale la pena”.
En septiembre Caparrós publicó su novela Sarmiento, que tiene como protagonista al escritor, político y periodista que fue presidente de la nación en el siglo XIX. “Parece que le va muy bien, de hecho anoche me escribió Ana Laura Pérez, la editora de Random House, para decirme que imprimían dos mil ejemplares más luego de otra reimpresión, así que estoy contento”.
Y ayer se conoció el fallo del IV Premio Anagrama/UANL de Crónica Sergio González Rodríguez, que ganó el trabajo del escritor y periodista cubano Carlos Manuel Álvarez, titulado “Los intrusos” y que narra su experiencia durante las protestas organizadas por el Movimiento de San Isidro en Cuba, en la que participaron más de doscientos artistas, intelectuales y activistas. La protesta se desató en 2020 a raíz de la detención del rapero Denis Solís.
Un orgullo haber formado parte del jurado que premió este libro de Carlos Manuel Álvarez, @FalsaGuerra.
— Martín Caparrós (@martin_caparros) November 30, 2022
Felicitaciones! -a nosotros.
(Bueno, y también a él) pic.twitter.com/sJ3YdTiHQm
El jurado estuvo compuesto por el mexicano Villoro y su amigo Caparrós, Leila Guerriero, la editora de Anagrama, la española Silvia Sesé, y el mexicano José Javier Villarreal, secretario de Extensión y Cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y contó con la coordinación y preselección del escritor y periodista colombiano Felipe Restrepo Pombo. Álvarez recibirá diez mil euros por su “Los intrusos”, que se impuso a otros cuarenta trabajos procedentes de diez países. El libro será publicado en 2023.
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