Marta Minujín, Delia Cancela, Yuyo Noé y Andrés Duprat se manifestaron en defensa del Fondo Nacional de las Artes
Con un “abrazo” simbólico a la institución de la calle Alsina, que luego se trasladó al Instituto Nacional del Teatro, cientos de artistas repudiaron la propuesta de cierre de la institución que el presidente Milei propone en la “ley ómnibus”
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Dos cuadras de gente, caras conocidas del teatro independiente y un póquer de ases: la escritora Luisa Valenzuela, los artistas Marta Minujín, Luis Felipe “Yuyo” Noe y Delia Cancela, y el director del Museo de Bellas Artes Andrés Duprat, se manifestaron esta tarde frente a la sede del Fondo Nacional de las Artes, en la calle Alsina al 600, para rechazar la propuesta de cerrar el organismo que hace más de seis décadas fomenta la actividad de creadores de diferentes disciplinas en nuestro país. Si prospera la “ley ómnibus” que el presidente Javier Milei envió al Congreso, la institución, fundada en 1958 y dirigida en sus primeros años por Victoria Ocampo, dejaría de existir.
La manifestación se trasladó sin entorpecer el tránsito hasta la sede del Instituto Nacional del Teatro, sobre Santa Fe al 1235 (donde sí ocupó uno de los carriles de la avenida). Aunque la convocatoria no era de carácter partidario ni se encolumnaba detrás de banderas políticas, no faltaron los cánticos en contra del presidente (“Milei, basura, ataca la cultura” y “el que no salta votó a Milei”) y una consigna reiterada: “La patria no se vende”.
El “abrazo” simbólico en el microcentro se autoconvocó en los últimos días al mismo tiempo que se reproducían por redes sociales y en diferentes comunicados adhesiones de asociaciones de artistas e instituciones, como la Academia Nacional de Bellas Artes. También anteayer se abrió una petición en la plataforma change.org que va por las 23 mil firmas con el título “No al cierre del Fondo Nacional de las Artes”.
Delia Cancela asistió a la manifestación y en un bar frente al INT dijo a LA NACION: “Lo que me trajo acá es la defensa de la cultura, por supuesto. Tengo como muchos artistas una historia con el Fondo Nacional de las Artes. Cuando a mí se me quemó la obra, en 2001, el Fondo me ayudó dándome un premio especial. Pero no se trata solamente de lo que me ha pasado a mí, sino a todos los artistas que ha ayudado. La cultura no se puede tocar, al contrario. Un buen gobierno tiene que apoyar, no destruir como están queriendo”.
Además de figuras del teatro independiente, como Andrea Garrote y Osqui Guzmán, se sumó Emilio García Wehbi, junto a su mujer, la actriz Maricel Álvarez. “Hemos tenido tanto apoyo del Fondo Nacional de las Artes como del Instituto Nacional de Teatro para nuestra labor”, recordó García Wehbi en diálogo con LA NACION. “También hemos sido jurados de cientos y cientos de proyectos federales de punta a punta del país. El FNA nos permitió formarnos, producir obras, convocar gente, tener salida al exterior y al interior del país. Con lo cual desarticular dos institutos de este calibre con ese potencial simbólico y real, y también económico, -porque esto no es menor, no es que sea puro gasto, produce un montón de trabajo, de mano de obra, de valor agregado- es una aberración que no pasa en ningún país del mundo. Ni en el más reaccionario, pero nos estamos transformando quizás en el país más reaccionario del mundo”.
Minujín -que este año cumplió 80 y está terminando una temporada de actividad imparable, con gran reconocimiento a nivel internacional- había recordado en redes sociales lo importante que fue al comienzo de su carrera contar con el apoyo del Fondo: una beca del FNA le permitió viajar a Parísen la década de 1960. Además, Ástor Piazzolla pudo comprar su primer instrumento gracias a un préstamo, Sara Facio su cámara de fotos y Guillermo Roux sus primeros óleos.
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