Mariela Asensio y el mito de la belleza
La directora prepara el espectáculo musical Mujeres en el aire, continuación de Mujeres en el baño, suceso del off de 2008
Hace veinte días, Mariela Asensio comenzó a ensayar Mujeres en el aire , segunda parte de una trilogía concebida desde una perspectiva de género, que se estrenará en Ciudad Cultural Konex a mediados de abril, con un elenco encabezado por Valentina Bassi, José María Muscari, Érica García y Pamela Rodríguez. Será un espectáculo musical con canciones originales y coreografías, al estilo de Mujeres en el baño , que pasó del off a la avenida Corrientes en 2008 y tuvo exitosas versiones en Colombia y México.
"En conjunto, son tres miradas críticas sobre ciertos lugares que ocupa la mujer en la sociedad -cuenta la autora y directora-. La primera obra abordaba la cuestión de la intimidad a partir de la pregunta ?¿Qué hacemos las mujeres en el baño?'. En esta pieza aparecerá la mujer en la vida pública, en los medios de comunicación, y el mito de la belleza. Intento satirizar el lugar de la mujer en la publicidad y la TV, y hacer una crítica directa al discurso que sostiene que todo vale en nombre del show ."
La elección de la temática no es casual: Asensio tiene una posición tomada al respecto y la quiere expresar. "Pienso que alrededor de la autoestima de las mujeres hay montado un negocio millonario que está tan naturalizado que parece normal. Pero está instaurado para vendernos cremas, tratamientos estéticos, tinturas, cirugías. Naomi Wolf, en el libro El mito de la belleza , dice que el sistema trabaja sobre la idea de frustración femenina porque hay un mercado que lo requiere para que intentemos alcanzar un modelo imposible, como la juventud eterna."
-¿Cómo vas a llevar esta cuestión al escenario?
-Este espectáculo y el anterior tienen tres recursos en común: música original ejecutada en vivo, baile con coreografías y humor. No cuentan historias lineales sino que son estampas, postales, que retratan un mundo. En Mujeres en el aire todo transcurre en un set de filmación. Los personajes van mutando. No hay una estructura dramática convencional. Hay humor porque no podría hablar de algo que me indigna desde el dolor. No sabría cómo hacerlo. No hay nada más crudo que la realidad. Creo que el teatro, en lugar de mostrar lo real tal cual es, tiene que convertirlo en poesía. Lo que cuento en la obra se ve todo el tiempo por televisión. Voy a hacer algo diferente para que tenga sentido en escena.