Marieke Lucas Rijneveld y una novela cruda inspirada en su vida en una granja de Holanda
“Es una de las voces más aclamadas de la literatura holandesa. Escribe desde la granja lechera en la que también trabaja y aún le queda tiempo para ganar premios por su debut en poesía y por su debut en novela. Y todo esto dos años antes de cumplir los treinta”. Así presentan los editores del sello Temas de Hoy, del grupo Planeta, a Marieke Lucas Rijneveld, autora de la novela La inquietud de la noche, que ganó en 2020 el premio Internacional Booker. Publicado en el país en noviembre, el libro está narrado desde la perspectiva de una nena de 10 años que vive en una granja en una provincia de Holanda y ve cómo se derrumba su vida familiar a partir de la muerte de su hermano mayor.
Según Ted Hodgkinson, presidente del jurado del prestigioso premio, la novela “reinventa sin descanso las narrativas recibidas, desde los mitos fundamentales hasta el folclore familiar, y sumerge a los lectores en encuentros inquietantes y placenteros, en estado de transición”.
Rijneveld, que a los 20 años decidió sumar “Lucas” a su nombre, es el primer ganador del Internacional Booker que no se identifica como hombre ni como mujer. En una entrevista reciente declaró que no se considera una persona binaria sino una “interpersona”: alguien que está en el medio. Rijneveld (North Brabant, 1991) creció en un ambiente rural y religioso muy similar al que describe en su primera novela. Su hermano mayor murió de manera accidental cuando Marieke tenía tres años. De ese terrible episodio de la vida real surgió una historia cruda, que transcurre en unos pocos años, mientras la protagonista crece, descubre la sexualidad y no logra vencer el pánico a la muerte.
En diálogo con LA NACION a través del correo electrónico, Rijneveld se expresó por momentos en lenguaje inclusivo, tal como puede leerse a continuación.
-¿Qué significó para su vida y su carrera haber ganado el Internacional Booker, que se otorga a los libros traducidos al inglés, y que comparten entre autor y traductor?
-Me hizo sentir más segura acerca de mi escritura, y me dio la certeza de que hay gente que tiene interés en leerme y que le gusta. En el colegio no me destaqué en nada y era muy insegure. Haber encontrado mi talento y que sea recibido con entusiasmo y elogios es maravilloso. Estoy muy agradecide. Y gracias al Booker también recibí más encargos del extranjero.
-¿Cómo le afectó en lo personal contar desde la ficción algo tan duro y privado como la muerte de su hermano? ¿Fue un proceso catártico, sanador en algún sentido, o le removió recuerdos tristes y oscuros?
-El proceso de escritura de mi primera novela me llevó seis años. En ese tiempo, el relato fue adquiriendo versiones muy diferentes, también porque yo misme estaba evolucionando y el relato fue creciendo conmigo. Hacía tiempo que era consciente de que la muerte de mi hermano sería el punto de partida, pero no juntaba el coraje. Recién cuando una amiga me dijo que fuera implacable, me animé y ya no pude parar. Claro que el proceso removió mucho. Me alegraba cuando me salía linda una frase o una metáfora. Tanto, que me ponía a dar vueltas corriendo alrededor del escritorio. Pero también generó tristeza, un duelo que no había experimentado antes. Era como si tuviera que procesar todo de nuevo, pero ahora a mi manera, y la escritura le daba su lugar. Al menos eso pensé. Ahora me doy cuenta de que la tristeza o la falta siempre te acompañan y la cuestión es cómo manejar el asunto. Yo ahora convierto mi tristeza en arte, y esa es la manera en que lo manejo. En ese sentido también es algo sanador.
-La lectura de Harry Potter y la fascinación que le generó alimentaron su deseo de escribir ficción. ¿Qué otros libros y autores provocaron un efecto del estilo y por qué?
-Me inspiraron e influyeron los libros de Roald Dahl, Hanna Kraan, la Biblia y Jan Wolkers.. A partir de ellos descubrí mi propio estilo. Creo que de cada une me llevo algo: la fantasía, las metáforas, la simbología, temas como el amor, la naturaleza, la muerte, los animales. En todas las historias que leí fui descubriendo algo que me fascinó y que me fue quedando. Siempre me acompañan los libros y les autores tienen una recámara especial en mi corazón.
-En La inquietud de la noche, la naturaleza tiene una presencia muy fuerte y es casi un personaje más de la historia. ¿Cuáles son los temas y los escenarios en los que transcurren sus otras ficciones?
-Hace unos meses, en noviembre de 2020, publiqué mi segunda novela. También allí la naturaleza y las vacas tienen un papel predominante. Ahora me estoy centrando más en poesía. Me encanta escribir poemas, en ellos me siento completamente libre.
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