Marie-Pier Lafontaine. “Hay sexismo en todos los medios y el mundillo literario no escapa de eso”
La autora canadiense, que escribió el ensayo “Armas para la rabia” y “Perra”, una autoficción sobre el abuso sexual de su padre, es una de las invitadas internacionales a la convocante Feria de Editores, que comienza mañana
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La primera visita a la Argentina de la escritora y activista feminista canadiense Marie-Pier Lafontaine (Montreal, 1988) no podría haber sido más oportuna, en medio del escándalo desatado por la denuncia de la exprimera dama Fabiola Yáñez a su expareja, el expresidente Alberto Fernández, por violencia de género y “terrorismo psicológico”, en simultáneo con la campaña en contra del feminismo de los sectores conservadores, incluido el oficialismo. La autora del ensayo Armas para la rabia y Perra (una autoficción sobre los abusos intrafamiliares recientemente publicada por Godot) es una de las invitadas internacionales a la Feria de Editores, que comienza este jueves y se extiende hasta el domingo, de 14 a 21, en C Complejo Art Media (avenida Corrientes 6271), con entrada libre y gratuita.
“La violencia contra las mujeres y las chicas, contra nuestras madres y tías es una historia de repetición y retorno -plantea Lafontaine en su libro, que se publicó en Canadá en 2022-. Cada año, miles de padres violan a su propia criatura. Miles de maridos matan a sus parejas. Miles de chiquitas ven a su madre siendo empujada, golpeada e insultada. Miles. Cada año. Nadie se sorprende de oír la misma historia por milésima vez. Entonces, la violencia de género no asombra a nadie”. El sexismo y la violencia de género también representa un grave problema en Canadá, dice la autora, donde hubo una primera ola de agresiones sexuales a mujeres durante el #MeToo y una segunda, más fuerte aún, en la pandemia.
Como ficcionaliza en Perra (su primera publicación, de 2019), durante años Lafontaine y sus hermanos fueron agredidos sexual y físicamente por el padre, con la complicidad de la madre; la autora huyó de su casa, cambió su apellido y cortó el contacto con los progenitores que, en el proceso judicial iniciado después de la denuncia literaria, negaron las acusaciones de incesto, maltratos y humillaciones. “Al padre le encanta jugar. Los juegos lo excitan. Las estratagemas elaboradas le agradan a más no poder. Le hacen doler los testículos. Estirar los límites de lo prohibido le demanda mucho ingenio. Cómo abusar de sus hijas sin penetrarlas”, se lee en el libro con el que ganó el Premio Sade en 2020.
Esta es su primera visita al país. “Estoy muy contenta de haber venido -dice a LA NACION-. Luego de la presentación en la feria, viajaré por el norte”. El domingo, a las 17, conversará en la FED con Paula Guardia Bourdin en la charla “Este texto bastará para matarlo: la escritura como denuncia”.
-¿Cuál fue la repercusión de Perra en Canadá?
-Tuvo un gran impacto y eso me lanzó en el mundillo literario. Recibí muchos testimonios de mujeres que sufrieron abusos en la infancia. Da la impresión llegó a mucha gente. También lo leyeron muchos padres jóvenes.
-¿El “mundillo literario” canadiense es sexista?
-Creo que hay sexismo en todos los medios y el literario no escapa de eso. Pero la editorial donde publiqué mis libros, Héliotrope, es feminista.
-¿Son sólidas las políticas de Estado en tu país para combatir la violencia de género?
-Soy muy crítica de esas políticas. Se hicieron algunos cambios en la Justicia y los jueces reciben formación en violencia de género, pero no es suficiente. A nivel internacional, siento preocupación porque rara vez los gobiernos de derecha son aliados de las mujeres.
-¿Te considerás escritora o activista?
-Están intrínsecamente ligados el activismo y la literatura. El feminismo es parte de mi escritura. Pero creo que, ante todo, soy escritora. Leí a muchas autoras que habían trabajado con el incesto y la violencia familiar, como las francesas Annie Ernaux, Chloé Delaume y Elsa Dorlin. Delaume se había cambiado el apellido y yo estaba haciendo los trámites para hacerlo cuando leí su libro.
-¿Qué opinás de la denuncia pública de Andrea Skinner, hija de Alice Munro, sobre los abusos que padeció en la infancia por parte de su padrastro?
-Me shockeó y me decepcionó. La obra de Munro me gusta mucho, pero estoy del lado las víctimas. En Canadá hubo mucha repercusión y desató nuevamente el debate sobre si se debe separar al artista de su obra. Pienso que la obra de Munro se puede leer de otro modo ahora.
-En Armas para la rabia rechazás la idea de que tu literatura sea catártica, pero Perra quizás se puede interpretar de como una catarsis.
-Me molestaba que se dijera que el libro era catártico o como una terapia, porque a los hombres no les dicen eso. Era una manera de arrebatarme la literatura. Si es terapia, si es catarsis, entonces no es literatura. Me gusta destacar en los medios que no es terapia, aunque me ayuda.
-¿Qué repercusiones tuvo en tu familia la publicación del libro?
-No recibí sus reacciones cuando salió porque no estoy en contacto con nadie. El discurso familiar es que son todas mentiras. Es cierto que en Perra hay ficción y en el juicio civil insistí en que no son mentiras. No es lo mismo la ficción que la mentira. Hay transformación, exageración, desplazamientos, omisiones. Hay pura ficción en el tratamiento de acontecimientos que sucedieron.
-¿Crees que la literatura de ficción es clave en la emancipación de las mujeres?
-Definitivamente, sí. Narrar la propia experiencia les da mucho poder a las mujeres. Y la autoficción es una forma de libertad.
-En casos de violencia de género, ¿con el pedido de disculpas público alcanza?
-No. En el contexto judicial de Quebec, se considera el pedido de perdón, pero las penas judiciales por las agresiones sexuales son más severas desde el #MeToo. Hay una voluntad de endurecer las penas. En el medio cultural, sin embargo, es habitual que las personas acusadas de agresiones sexuales conserven sus trabajos.
-En la Argentina, un sector del feminismo critica el “punitivismo”.
-El movimiento feminista actual tiene tensiones. En Canadá muchas veces se lo critica por ser radical y se lo asocia con el odio a los hombres, cuando no se trata de eso en absoluto sino de luchar contra la “cultura de la violación” que no es solo la violación seguida a veces de asesinato, sino también el manoseo, el acoso sexual, el exhibicionismo, la manipulación cognitiva. Respecto del debate sobre las mujeres trans, estoy a favor de un feminismo que las incluya.
-¿Hay una literatura del trauma?
-Creo que existe, pero no es una categoría para definir mi trabajo. Sin embargo, reivindico esa categoría porque la literatura del trauma siempre implica ponerle fin al trauma. Me da la impresión de que se subestima la gravedad de las agresiones hacia mujeres y niños. Está muy difundida la idea de que no son acontecimientos excepcionales, como una guerra o un atentado terrorista, y que el impacto que tienen es menor. Considerarlos traumas es insistir en que los traumas pueden persistir. Si descuidamos esos actos de violencia, estamos autorizando puntos de partida de violencias más grandes.
-¿A los varones se les perdonan más cosas que a las mujeres en el ejercicio de la violencia?
-Me parece que sí. La violencia, cuando la cometen los hombres, no transgrede el rol del género. Se asocia lo masculino con la violencia y la fuerza; en cambio, a la mujer se la asocia con el respeto y la compasión. Entonces, si una mujer comete un delito, esa transgresión parece mayor y se le tiene menos tolerancia.
-En tus libros les negás el perdón a tus padres.
-Cuando asistí a talleres de escritura me decían que, en lugar de escribir sobre la violencia de mis padres, debería perdonarlos. Al final de Armas para la rabia hay un guiño a eso. El hecho de negarme a perdonar no significa estar envenenada por la ira. No vivo en un estado de cólera. La escritura me permite apropiarme de la violencia que pusieron en mí en lugar de dejar que me carcoma. Me permite crear.
-¿Creés que la violencia contra los niños está silenciada?
-Son los más vulnerables porque son dependientes y no pueden defenderse. Además, la capacidad de poder denunciar los abusos viene de la mano de una pérdida, la pérdida de ese familiar abusador, y para un niño es difícil perder a un integrante de su familia.
-¿Cuál es tu perspectiva como profesora de escritura creativa?
-Me encanta dar clases, me permite ayudar a los estudiantes a trabajar la exactitud de la emoción. A veces están muy lejos de la propia historia y, entonces, ayudándolos a trabajar la emoción en el texto, se acercan a la propia historia. Al final del taller los textos son más auténticos.
-¿Estás trabajando en un nuevo libro?
-Lo terminé antes de venir. Iba a escribir sobre mi madre, pero tuve una relación de noviazgo violenta en la pandemia y sentí la necesidad de escribir sobre eso. Tiene tres partes; la primera es una parte fragmentaria que habla de la relación en sí, la tercera es sobre el juicio y como lo atravesé; lo cuento con la esperanza de informar sobre eso. La segunda parte es el hecho que motiva el inicio del juicio.
FED ‘24: señal de largada de la 13ª Feria de Editores
Como hacen los grandes grupos para la Feria del Libro en La Rural, las más de trescientas editoriales independientes que participan este año de la FED (sesenta del exterior y treinta de las provincias) reservaron para esta ocasión novedades y reediciones, con la doble intención de llegar a los lectores y aumentar las ventas. Títulos de poesía, narrativa, ensayo, ciencias sociales, literatura para chicos, novela gráfica, historieta, memorias y crónicas se ofrecerán en las “calles” de uno de los eventos culturales más esperados por el público. En redes sociales, varias editoriales promocionaron sus catálogos y anticiparon que ofrecerán descuentos y promociones. Jueves y viernes, responsables de “librerías aliadas” y bibliotecas podrán comprar libros al 50% del valor comercial. Este año se inscribieron 347 librerías (en 2023, participaron 299).
En la entrada de C Complejo Art Media, además de café y magia, se repartirá en forma gratuita el libro Violencia (Godot), con ilustraciones de jóvenes artistas y escritos de ficción y no ficción de María Sonia Cristoff, Diego Golombek, Betina González, Juan Mattio, Ricardo Romero, Diego Muzzio y las españolas Andrea Toribio, Elena Medel y Luna Miguel. Cierra el volumen colectivo una reflexión del Programa de Ilustración Profesional del Posgrado de la Facultad de Diseño, Urbanismo y Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, donde se defiende la creación de imágenes “como parte fundamental de la maquinaria imaginativa del conocimiento”.
Están programadas quince actividades a lo largo de los cuatro días de feria, en la que participan autores nacionales y los cinco invitados extranjeros con novedades editoriales en la FED. Curiosamente, en un evento que convoca muchas editoriales de poesía, no hay poetas invitados en la agenda de actividades; participan, en cambio, economistas, sociólogos, streamers e influencers de redes sociales.
El jueves 8, a las 14, se entregará el premio a la labor librera, por el que compiten cinco librerías del país; a las 15.30, Cecilia Arbolave, Pedro Meira Monteiro y Lucía Tennina conversarán con Julieta Benedetto sobre perspectivas curatoriales de catálogos literarios; a las 17, Sandra Santana y Madeleine Wolff charlarán con Santiago Craig sobre el lugar del arte y la escritura en el mundo actual, y a las 19.30 Luis Gusmán y Nurit Kasztelan hablarán con Leonora Djament sobre el inicio de los proyectos literarios.
El viernes 9, a las 14, Alejandra Kamiya y Yael Frankel charlarán con Karina Micheletto sobre procesos creativos de escritura e ilustración; a las 15.30 Candelaria Botto, Alejandro Gaggero, Flora Partenio y Corina Rodríguez Enríquez “desarmarán” mitos de la economía liberal desde una perspectiva feminista; a las 17, Luna Miguel, Raquel Tejerina, Fernando Chulak, Lucía de Leone y Valentina Zelaya abordarán la temática del deseo en las narraciones, y a las 19.30 la jornada concluye con el festejo del 20° aniversario de la editorial Entropía, con la presencia de autores y editores.
A la primera charla del sábado 10, a las 14, asistirán Fernando Krapp, Damián Huergo, Fernando Pérez Morales, Hernán Scholten y Denis Fernández, que hablarán sobre literatura y terapias alternativas; a las 15.30 tendrá lugar un diálogo con un curioso interrogante: “¿Por qué se puso de moda pegarle al progresismo?” con Paula Puebla, Pablo Semán y Leyla Bechara; a las 17, la estadounidense Deborah Eisenberg dialogará con su traductor al español, Federico Falco, y a las 19.30, otro invitado extranjero, el noruego Thomas Reinertsen Berg conversará con Natalia Kiako sobre las tentadoras especias.
El domingo 11, a las 14, Lucía Mazzinghi, Guido Arroyo y Carmela Pérez Morales conversarán sobre la narración de la locura a partir de dos libros; a las 15.30, Cecilia Fanti, Víctor Malumián, Jacobo Zanella y Mauro Libertella charlarán sobre la conformación de los catálogos literarios; a las 17, Marie-Pier Lafontaine y Paula Guardia Bourdin hablarán sobre la escritura como denuncia de la violencia, y a las 19.30, la francesa Seynabou Sonko y Mónica Zwaig conversarán con Fanti sobre las ficciones entre dos mundos y dos lenguas.
Más información sobre la FED, en este enlace.
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