Maribel López: “Las mejores experiencias artísticas se tienen en conversación con otros”
La directora de ARCO celebra los vínculos a largo plazo, la fidelidad y el compromiso mientras la feria madrileña se dispone a celebrar cuatro décadas; mañana abre su edición virtual y el miércoles, en Ifema
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En tiempos de crisis, de cambios y desafíos para las ferias de arte en todo el mundo, Maribel López habla de vínculos. De fidelidad, de compromiso, de trabajo a largo plazo y con otros ritmos. La directora de ARCO rescata esos valores mientras se dispone a celebrar la semana próxima en Ifema cuatro décadas de la feria de arte madrileña, un año después de cumplida la fecha aniversario.
“Celebraremos cuando nos podamos reunir todos”, había asegurado a LA NACION en julio último, cuando la 40ª edición se inauguró con meses de aplazo por la pandemia. Y cumplió. Cuando se abran mañana las puertas virtuales de la feria en arco-exhibitions.ifema.es, desde cualquier punto del planeta se podrá participar de un festejo sobrio pero muy esperado.
-En la conferencia de prensa de la semana pasada se repitió mucho la palabra “compromiso”. ¿Cómo se relaciona con este aniversario?
-Quiere decir continuidad, esfuerzo compartido. Después de todo lo que ha pasado, aquí seguimos, y ahora están todas las galerías. He tenido tiempo de pensar qué es lo que hace la feria, por qué es tan importante para mí. Cuando hay tantas preguntas en el aire y todo parece estar en crisis, no está en crisis el rol de la feria frente a las galerías por esta idea del compromiso.
-¿Cómo se refleja ese compromiso en la sección ARCO 40 (+1) Aniversario?
-La sección dedicada al aniversario va un paso más allá en este compromiso. Les pedimos a los curadores que eligieran galerías que hubieran presentado artistas en ARCO en el pasado, y con los que siguieran trabajando. Ahí entra muy fuerte esta idea de compromiso por el trabajo a lo largo de tantos años, mantener la fidelidad, mantener las relaciones. A veces se habla de arte más bien desde fuera, como con prisa: sobre el éxito, el fracaso, los precios. Y creo que lo más importante, lo que más huella deja en el tiempo, es el trabajo de largo recorrido, los proyectos pensados, etcétera. El aporte de la feria era explicar que galerías y artistas pueden trabajar treinta o cuarenta años juntos, y tener una relación.
-¿Podés destacar alguna historia reflejada en esa sección que sirva como ejemplo del compromiso de las galerías con la feria y con la trayectoria de los artistas?
-Desde luego está el caso de Juana de Aizpuru con Dora García, a la que descubrió cuando todavía estaba estudiando. O Esther Schipper, que trabajó en General Idea y AA Bronson. Son historias de muy largo recorrido.
-¿Qué rol ocupó en la trayectoria de la feria la galería Ruth Benzacar?
-Ruth Benzacar es muy importante en la historia de ARCO, en la construcción de lo que es el arte latinoamericano en la feria. Y por eso ha sido invitada como representante de las galerías latinoamericanas.
-¿Qué aporta esta sección dedicada a los 40 años a la reflexión actual sobre el futuro de las ferias?
-Quizás esta idea es romántica, pero creo que es intentar comprender otro ritmo diferente al que parece que estamos viviendo. Hemos pasado esta pandemia, parecía que todo nos iba a llevar a la reflexión, y recibimos muchísimos inputs que tienen más que ver con velocidad y con cómo va a cambiar todo. Lo que queremos explicar es que cuanto más tiempo y cariño le dediquemos al trabajo entre galerías y artistas, y menos prisa tengamos en esperar resultados, sino en permitirle evolucionar, mejor futuro tendremos.
-En la conferencia de prensa dijiste que “no se volverá a la misma feria”. ¿Qué va a cambiar a partir de ahora?
-Una diferencia es la reducción en el tamaño: hay unas veinte galerías menos. Porque nos damos cuenta de que así se ve mejor. Y es mayor el tiempo que cada uno le puede dedicar a ver galerías, a preguntar, a conocer a sus artistas. También hemos cambiado la estructura de los pabellones para que sea muy segura; hemos tenido que adaptarnos a este presente tan intenso. Y luego, junto con las galerías, hemos inventado también maneras de que les vaya mejor. Por ejemplo, este año casi todas las galerías tienen showrooms, lo que ustedes llaman trastienda. Para que tengan más espacio, más posibilidades de vender y tomen más riesgos en el stand. Porque saben que tienen otras obras también presentes en la feria, pero en un espacio privado.
-¿Qué cambios creés que habrá en las ferias en la postpandemia a nivel global?
-Siento que la gente del mundo del arte, que está acostumbrada a visitar muestras, tiene muchas ganas de volver a la normalidad. Ahora veo cierta euforia. ¿Cómo evolucionará eso hacia el futuro? Creo que las ferias tenemos que preocuparnos de generar contenidos para que la visita sea fundamental. Que la gente venga a ARCO porque sabe que va a descubrir artistas, encontrar arte latinoamericano, los pequeños secretos que intentamos inventar para que la experiencia sea más interesante. Después de este aislamiento necesitamos mucho el encuentro, la conversación frente a una obra. Sobre las personas vinculadas con el arte, a las que nos gusta hablar de ello, discutir… Las mejores experiencias artísticas se tienen en conversación con otros. Y eso las ferias lo ofrecemos.
-¿Cuál es el balance de las iniciativas digitales impulsadas por ARCO durante la pandemia, y qué va a quedar de eso?
-Hicimos un esfuerzo enorme, inventamos todo lo que pudimos. Porque nuestra expertise es el encuentro. En una primera instancia intentamos hacer un proyecto muy sofisticado, con galerías pensando en exposiciones en un espacio digital. Ese primer año encerrados en casa hizo que sobreutilizáramos la pantalla, y generó un poco de cansancio. Las últimas presentaciones que hemos hecho con nuestro formato digital han funcionado mucho mejor. Es un complemento, y de hecho este año no hacemos un catálogo en papel sino digital. Y este viernes 18 lanzamos la feria en nuestra plataforma, ARCO e-xhibitions. De manera que aquellos que vengan puedan preparar la visita y aquellos que no vengan, pueden verlas y anticipar su compra antes de que llegue alguien a la feria.
-¿En qué consiste la sección dedicada a América Latina y por qué se titula Nunca lo mismo?
-La instrucción que les dimos a los curadores, Mariano Mayer y Manuela Moscoso, fue: diferentes grados de materialidad. Es decir, que fueran proyectos de una complejidad conceptual, de un trabajo que en cada presentación fuera distinto. Nunca lo mismo tiene que ver con la idea de la creación. La creación en curso, que evoluciona… Son ocho proyectos muy interesantes, de artistas latinoamericanos. Allí se puede ver que ese puente de ARCO que siempre imaginamos desde América Latina hacia Europa tiene su reflejo en las galerías: cuando las galerías europeas tienen artistas latinoamericanos, la feria donde piensan llevarlos es ARCO.
-En esta edición de ARCO hay una importante participación de mujeres, y los proyectos de artistas también están dedicados exclusivamente a mujeres. ¿Creés que finalmente se está haciendo justicia sobre su rol en la historia del arte?
-Creo que nos falta aún un poco pero sí, está llegando a mejor lugar. Creo que esta reivindicación hace tiempo que se tiene presente, sobre todo de parte de los curadores, los directores de museos, desde la intelectualidad. Desde la feria lo único que hacemos es decir “que no se nos olvide”. Les decimos a las galerías: nos gustaría que vuestras artistas mujeres estuvieran presentes. Pero en realidad estamos recogiendo algo que está en el espíritu, y que las galerías ya están haciendo.
-¿Cómo se extenderá la celebración de los 40 años por la ciudad?
-Este año es mucho más discreto, porque la posibilidad de hacer encuentros es muy limitada. Mi idea era hacer una gran fiesta, pero hace unos meses ya me he dado cuenta que no era posible. Lo que hacemos es abrazar los contenidos de la ciudad: en esta ocasión el Reina Sofía presenta algo que es muy importante para ARCO, la colección que va desde 1881 a 2021; la Casa Encendida, proyectos de artistas jóvenes; la sala del Banco de España que se abre por primera vez, y CA2M con un proyecto de un artista argentino, Diego Bianchi, que inaugura este sábado. La programación de las instituciones es muy buena, nos encanta la idea de que piensen en sus mejores exposiciones para este momento. Nos centramos en cosas muy profesionales y menos festivas este año.
Para agendar:
ARCO 40 (+1), del 23 al 27 de febrero en Ifema Madrid. Desde mañana, en ARCO e-xhibitions
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