Maribel López, directora de ARCO: “Celebraremos cuando nos podamos reunir todos”
La 40a edición de la feria madrileña se realizará del 7 al 11 de julio; los festejos del aniversario llegarán en 2022, por las restricciones que ahora impone la pandemia
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El año pasado, días después de que se confirmara el primer caso de coronavirus en España y de que la OMS advirtiera sobre una posible pandemia, los reyes Felipe y Letizia inauguraban ARCO en Ifema, centro de convenciones madrileño que un mes más tarde se convertía en hospital de campaña. Entonces Maribel López, que debutaba como directora de la feria de arte tras haber codirigido la edición anterior con Carlos Urroz, se ofreció para asumir otro rol: acompañar a los internados que eran dados de alta, para darles “un poco de cobertura emocional”.
Con esa misma flexibilidad y optimismo enfrentó los meses que siguieron, que obligaron a postergar hasta la semana próxima -del 7 al 11 de julio, con 130 galerías de 26 países- el encuentro internacional número 40. Número redondo que merecía una celebración, también aplazada hasta febrero de 2022 por las limitaciones actuales para viajar. “No podíamos celebrar un cumpleaños sin todos los invitados –dice a LA NACION la ex galerista catalana-. Lo celebraremos cuando nos podamos reunir todos”.
-¿Podrás adelantar qué contempla ese festejo?
-Será una revisión histórica de la feria a través de sus galerías. Mirar hacia atrás para mirar hacia adelante. Convocamos a tres curadores que representan a España, Europa y Latinoamérica, las tres patas de la feria: Sergio Rubira, español; María Inés Rodríguez, colombiana, y Francesco Stocchi, italiano. No hay un curador norteamericano, porque Norteamérica no ha tenido una presencia tan importante en la historia de ARCO. La propuesta fue invitar a artistas que las galerías hubieran presentado en ARCO y con los que siguieron trabajando. Hablar de fidelidad, hablar de trabajo, de complicidad… De cosas que son muy importantes en el mundo del arte, de las que no siempre se habla tanto como creemos que es necesario.
-La palabra complicidad también está presente en esta edición en la muestra Remitente, dedicada a los latinoamericanos: no dicen que está curada por Mariano Mayer sino que fue realizada con su “complicidad”. ¿Por qué?
-Este año tan extraño, en el que hemos dudado y hemos sufrido, he pensado mucho en esta idea. Yo entiendo que ARCO es una empresa, que cobramos por los stands, pero mi corazón está en el arte. Y ahí es donde entra esta idea de complicidad. Cuando pensamos en esta idea de Remitente, el punto de partida era cómo apoyar a las galerías. Me parecía que un curador tiene que tener toda la libertad para trabajar, y en este caso partíamos de una condición: teníamos que aceptar a las galerías latinoamericanas que habían solicitado su participación en la feria y habían sido aceptadas por el comité. Creo que la complicidad es necesaria dentro del mundo del arte, donde el apoyo es fundamental para el crecimiento. Se nos ocurrió esta idea de conseguir que las galerías estén presentes, sin estar físicamente y pagando una cantidad muy simbólica.
-Y además no tuvieron que enviar obras…
-Tenían que ser obras que no tuvieran que meter en una caja y enviar desde Latinoamérica. Otro modo de distribución es lógico, en este contexto. El video se envía en un Wetransfer, así que hay diez piezas de video. O hay artistas que están viviendo en Madrid, y nos traen las obras. Otra cosa muy bonita son las colaboraciones entre galerías que comparten artistas y llegan a sus acuerdos. Eso también es complicidad y solidaridad, apoyo… Teníamos que buscar una solución posible, porque no podíamos renunciar al arte latinoamericano. Hay 18 artistas de 14 galerías, bastantes argentinas.
-¿Pensás que esta forma de trabajar más flexible, que permite que las galerías participen a distancia, puede quedar en el futuro?
-Pienso que tiene mucho que ver con este contexto. El trabajo del galerista tiene muchísimo de relación personal y de compartir el trabajo de sus artistas de su viva voz. Nunca jamás la feria se atrevería a mostrar una obra de video sin el artista y sin la galería. Vamos a poner mediadores que tendrán un teléfono y podrán hacer Facetime entre las galerías y los coleccionistas. Esta es una solución para una situación excepcional, en la que no nos queríamos rendir ante las dificultades. Pero la figura del galerista, que es esencial para la construcción del arte y de la historia, es fundamental en la feria.
-¿Cómo imaginás el futuro de las ferias en este contexto?
-Yo confío en que cambie el contexto. Las ferias ofrecen una posibilidad única de encuentro, de relación y de intensidades que no se consigue a través de lo digital. Es necesaria la presencia física. Las nuevas generaciones están muy acostumbradas a lo digital, pero aquí hay hordas de jóvenes juntos en la calle. Porque necesitamos estar con otras personas. Y hablar de una obra de arte con el artista, el galerista y el coleccionista es una experiencia insustituible. Entonces creo que vamos a trabajar en dos ritmos: el de la feria, el periodo de intensidad, de encuentro, de diversión, de discusión, y el prolongado de lo digital, que ya hemos incorporado.
-Este año lanzaron las E-XHIBITIONS. ¿Cuáles fueron los resultados?
-Es un proyecto bastante atípico. Queríamos trabajar con un modelo de archivo: hemos ofrecido cada mes a las galerías la posibilidad de subir una exposición, y este año lo hemos incluido en todos sus gastos. Nos interesaba que pensaran en E-XHIBITIONS como un tercer espacio. Ya hay 500 proyectos, y la idea es lanzar el 8 de julio los contenidos que van a tener en sus stands. El 7 solo verán la feria las personas que vengan, y el 8 podrá verla todo el mundo.
-El año pasado tuviste una primera edición como directora muy difícil. ¿Cómo viviste esa experiencia?
-En paralelo pasaban varias cosas. Teníamos relativamente poca información, la feria iba funcionando bien, y por otro nos dábamos cuenta de que nuestra vida iba a cambiar. Hasta ARCO 2020, la feria tenía un post de seis meses en el que las galerías cerraban deals y en esta ocasión no ocurrió, porque quince días después nos encerraban. Ifema se convertía en un hospital, y eso fue trágico. Varias personas del equipo estuvimos de voluntarias en Ifema, acompañábamos a quienes les daban el alta hasta que vinieran los familiares. Un poco de cobertura emocional.
-¿No fue muy traumático eso?
-No, al revés. Era muy duro todo, pero acompañábamos a los que salían. Con lo cual había esperanza. Y sentíamos cierto orgullo de ser parte de la estructura que ofrecía ese espacio.
-¿La feria este año ocupa el mismo lugar?
-Sí. Es más pequeña en número de galerías. Hemos trabajado mucho para que no sólo sea segura, sino que además se sienta segura. Los pasillos son mucho más amplios, de manera que la recorres de una manera muy ordenada. Vamos a tener una terraza adentro para que haya un espacio al aire libre, para que la gente se sienta cómoda. Y este año hacemos un día profesional más, para que los coleccionistas estén muy tranquilos.
-¿Los reyes van a inaugurarla como todos los años?
-El jueves, sí. Su apoyo es importante. Va a ser rara, no hay que compararla con otros años, es una excepción. No por ser más pequeña es peor, porque las galerías van a hacer un súper esfuerzo de contenidos. Y vuelvo a hablar de complicidad, porque creo que estamos haciendo de todo para que sea exitosa y ellas también.
-Esto nos enseñó a ser más flexibles, ¿no?
-Mucho más. Y es algo que espero que no olvidemos, porque a veces somos muy poco piadosos cuando cambia lo que conocíamos. ARCO este año va a ser diferente, sin duda. Pero también la gente está entusiasmada porque pase, así que creo que va a ser una bonita experiencia.
Para agendar:
- 40a edición de ARCO: del 7 al 11 de julio en IFEMA (Av. del Partenón, 5, Madrid), con 130 galerías de 26 países. Días profesionales: 7 al 9; apertura al publico: 10 y 11. Desde el 8, el contenido estará disponible en la plataforma virtual E-XHIBITIONS.
- 41a edición de ARCO y celebración de los 40 años: del 23 al 27 de febrero en IFEMA.
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