María Kodama: “Adoro a Rosas porque era un ser libre”
En la cúpula del CCK, uno de los espacios más luminosos del edificio del viejo Correo Central, Kodama presentó ayer “La divisa punzó”, el libro que escribió en coautoría con la abogada y escritora Claudia Farías G. y que acaba de publicar Sudamericana; es un “ensayo histórico inteligente y equilibrado”, según definió Rosendo Fraga
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“Estoy enamorada de Rosas desde que conocí la historia en la que él, luego de ser castigado por su madre a una dieta de pan y agua por haberle faltado el respeto a un hombre, se desnudó ante ella y saltó por la ventana de la casa de los Anchorena, cambió la zeta de su apellido por la ese y decidió convertirse en peón para ganarse el sustento”, dijo ayer a la tarde la escritora María Kodama ante el público que se había dado cita en el Centro Cultural Kirchner (CCK) para la presentación del libro La divisa punzó (Sudamericana), en coautoría con la abogada y escritora Claudia Farías G.
Con moderación del sociólogo Fernando Flores Maio, y la presencia del ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, y el analista político e historiador Rosendo Fraga, que definió el libro como un “ensayo histórico inteligente y equilibrado” sobre Juan Manuel de Rosas, el acto convocó a historiadores, escritores y personalidades de la cultura. Kodama y Farías desarrollaron el trabajo durante la pandemia y luego recorrieron bibliotecas e institutos históricos en busca de documentos y asesoramiento.
Al atardecer, en la cúpula del CCK estaban el escritor Pacho O’Donnell, la actriz Nacha Guevara, el director del Museo Histórico Nacional, Gabriel Di Meglio; el presidente del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, el doctor Aberto Gelly Cantilo; el presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, Eduardo García Caffi; el decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad del Salvador, Bernardo Nante; el abogado y profesor Federico Polak; el director de Relaciones Institucionales de LA NACION, Norberto Frigerio, y el director editorial de Penguin Random House (PRH), Juan Ignacio Boido, entre otros.
Bauer -cuya simpatía por Kodama es evidente, además de correspondida- elogió el libro y anticipó que hablaría con el ministro de Educación, Jaime Perczyk, y con los responsables de PRH para hacer una tirada de La divisa punzó destinada a estudiantes de escuelas secundarias. “Es un honor tenerlas hoy aquí -les dijo Bauer a las autoras-. Cuando María me contó acerca de la mirada que tenían con Claudia sobre Rosas, me interesé en el proyecto. Quiero destacar la seriedad con la que llevaron adelante el trabajo y también cómo describen la relación del período en que él gobernó y su relación con San Martín”. El primer ejemplar que firmó Kodama anoche en el CCK fue el del ministro Bauer.
Rosendo Fraga describió el contenido del libro, que se divide en cuatro capítulos. “Kodama parece no tener que ver con Rosas, porque María es una mujer muy fina, frágil, que contradice con esa fuerza, ese poder, esa violencia de Rosas”, dijo y se preguntó en voz alta si la autora se había enamorado del biografiado. “No es el caso; uno tiene a veces simpatía o antipatía con el personaje -indicó-. Pero la relación de María con Borges parece una incongruencia con este acercamiento a Rosas. María, que ha dedicado su vida a Borges y su obra, acá hace una afirmación de su personalidad, con su visión sobre un tema que Borges no hubiera hecho. Borges hubiera dicho: ‘Sí, es verdad, ¿pero sabe una cosa? Es divertido lo que están haciendo; a mí puede no gustarme mucho, pero es divertido lo que están haciendo’”. Entre risas, Kodama asintió con la cabeza.
En el prólogo de La divisa punzó, en una clara alusión al presente las autoras destacan la “pervivencia y los resabios de ese pasado de luchas, odios, antagonismos” y expresan el deseo de compartir su punto de vista sobre Rosas con el objetivo de “ayudar a matizar, en lo posible, las posiciones extremas y los desencuentros que surgen, de modo indefectible, cuando dialogamos sobre el pasado colectivo”. El libro incluye “Desespera y muere”, un cuento escrito por Rosas desde el punto de vista de un personaje femenino, y que fue publicado por primera vez en 1933 en la revista El Hogar (donde escribía Borges).
“Por supuesto que Borges conocía mi posición sobre Rosas y la respetaba -dijo Kodama después de asumirse como ‘mogola’-. Cuando sacaba el tema, le decía: ‘Respeto que usted no lo quiera, pero yo lo adoro a Rosas porque era un ser libre’. Siempre quise ser libre, y asumir las consecuencias de esa libertad sin estar atada a nada ni a nadie”. También reveló que Borges había sido su único amor. “El amor se da una sola en la vez vida -afirmó-. Luego una se puede interesar en alguien y puede haber vínculos importantes y amistades, pero el amor es una sola vez”.
Consultada por LA NACION sobre si era posible leer La divisa punzó a la luz (o más bien a la sombra) de la “grieta” ideológica que divide el país, Kodama señaló que los enfrentamientos se repiten cuando no se comprende la historia. “Unitarios y federales, peronistas y antiperonistas, kirchneristas y antikirchneristas -enumeró-. La historia del país está atravesada de divisiones”.
“Aunque la concepción ciceroniana de la historia parece haber quedado opacada en nuestro tiempo, el análisis de un período tan controvertido como es la época de Rosas, con sus claroscuros, interpretaciones contradictorias y polémicas, ese antiguo concepto vuelve a interpelarnos acerca de ‘la pervivencia de lo pretérito’, para usar la expresión de Aby Warburg -dijo Farías a LA NACION-. Sobre esa interpelación concebimos este libro, al que dimos en llamar La divisa punzó tanto en el sentido estricto, para referir a una facción política del siglo XIX, como a una tradición que pervive junto a otras en nuestra cultura y en nuestro cuerpo social, con diversos nombres y consignas. Para escribirlo, escogimos con total objetividad los documentos y textos relevantes que pudieran inspirar un diálogo, en sentido platónico, con sus tesis y antítesis, para que el pasado colectivo no se nos presente como algo yerto, sino como posibilidad de aceptar el magisterio de lo pretérito en nuestro presente colectivo, plagado de contradicciones y enfrentamientos que nos empobrecen”.
Por último, Farías anticipó que el próximo proyecto que emprenderán con Kodama es la traducción al español de El libro secreto de los mongoles, el primero escrito en idioma mongol.
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