Marginales y fracasados
Dos ásperas y lacónicas novelas breves recuperan la sólida imaginación literaria de una de las rara avis del realismo sucio norteamericano, al que supieron reivindicar Charles Bukowski y la crítica europea
Al oeste de Roma
Por John Fante
Anagrama/ Trad.: Antonio-Prometeo Moya/196 páginas/$ 61
Al oeste de Roma es un título general que incluye una novela corta, Mi perro Idiota , y otra ficción breve, La orgía , pequeñas piezas de la narrativa más representativa del norteamericano John Fante (1909-1983). Fante ha sido una rara avis del realismo sucio norteamericano (el fracaso es el tema fundamental de toda su obra) con relatos que anticiparon los de Raymond Carver, Tobias Wolff y Richard Ford, aunque su renovada celebridad se debe, por un lado, a la larga prédica de Charles Bukowski, quien muchas veces proclamó su enorme deuda literaria con él, y por otro, al amplio reconocimiento de la crítica europea.
Mi perro Idiota , ambientada en los años sesenta, se ocupa del íntimo agobio de su protagonista, Henry Molise, un maduro escritor californiano, fracasado y mediocre, que ha repartido su vida entre el oscuro papel paterno y marital y la seguridad de su labor como guionista de Hollywood. A la abrumadora monotonía de su vida ingresa un extraño y enorme perro de raza japonesa que se instala confianzudamente en el hogar que integra con su mujer y sus cuatro hijos y se convierte en la mascota de Henry. Al entretenerse con Idiota -nombre que recibe el animal-, el guionista intenta olvidar la trivialidad de su esposa y la decepción que le causan sus hijos. Pronto comienza a admirar la extraña conducta sexual del apático perro que, sorpresivamente, monta a otros de su género provocando escándalo e indignación en el abúlico vecindario de Los Ángeles. Mientras Henry elabora distintas hipótesis para explicar la "homosexualidad" de su mascota, se suceden las ridículas escenas de la conducta atolondrada de sus hijos. Henry envidia el desenfado y la libertad del perro y toma conciencia de su existencia pusilánime, pero, a pesar de esta nueva lucidez, no se atreve a vivir la vida que siempre ha soñado: afincarse en una Roma imaginaria, más cercana a los sueños que a la verdadera capital italiana.
La particular sexualidad de Idiota se convierte en una compleja metáfora del relato que remite a la hipocresía, el desencanto y la resignación. Los diálogos, punzantes y magníficos, llevan adelante la trama y acompasan la larga caída en la introspección de su protagonista. Fante propone, a través de Henry Molise, una nueva variante fantasmática de sí mismo y otra personificación del fracaso, esta vez condimentada con mordaces referencias al glamour de Hollywood, al legado político e ideológico de los padres fundadores norteamericanos y a la narrativa de Camus, Sinclair Lewis y Ayn Rand.
La orgía se encuadra todavía más en los rasgos de la comedia negra y carga las tintas en la sexualidad como válvula de escape de la rutina y el tedio. Localizada en un rincón olvidado de Colorado, la historia se centra en el precario descubrimiento del sexo, propio y ajeno, de un muchachito cuyo padre comienza a descuidar sus modestos compromisos laborales para dedicarse a la fantástica tarea de explotar una mina de oro.
Al oeste de Roma , con su áspero estilo lacónico es un ejemplo de la sólida imaginación literaria de John Fante, en la que la familia como institución social, la moral católica y la seguridad económica devienen siempre en decepción, fracaso y crueldad. La soledad y el desconcierto son los últimos refugios de sus protagonistas.