Margaret Atwood, “en shock” por la revelación del abuso a la hija de Alice Munro que causa estupor en el mundo literario
“Hay secretos oscuros que salen a la luz en gran parte de su obra”, reflexionó la autora de “El cuento de la criada”, tratando de asimilar la noticia que se conoció el domingo
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Un día después de la cruda revelación de una de las hijas de la premio Nobel canadiense Alice Munro, Andrea Robin Skinner, que el domingo relató en una columna en el diario canadiense Toronto Star que había sido abusada por el segundo marido de la escritora, Gerald Fremlin, desde que tenía apenas nueve años hasta la adolescencia, y que su madre, al enterarse, optó por quedarse con el abusador, la también canadiense Margaret Atwood afirmó al periódico estadounidense The Daily Beast sentirse shockeada. “Fue una bomba. Estoy en shock. Todavía estoy tratando de asimilarlo”, dijo en diálogo con Tim Teeman la autora de El cuento de la criada y amiga de Munro.
Desde que supe las terribles noticias sobre Alice Munro, me preguntaba qué pensaría @MargaretAtwood, amiga de la escritora.@TimTeeman ha conseguido hablar con ella: “Ha sido un bombazo para mí. Estoy sorprendida. Todavía estoy tratando de entenderlo”.https://t.co/n7iQjZj5tS
— Inés Martín Rodrigo (@imartinrodrigo) July 9, 2024
En su testimonio, Skinner detallaba los abusos sexuales por parte de Fremlin, que en 2005, luego de ser denunciado por su hijastra, fue condenado a dos años de prisión en suspenso y libertad condicional. Fremlin, que murió en 2013, se metía en la cama de la niña mientras ella dormía para abusar sexualmente de ella. Cuando Skinner se lo contó a su madre, la escritora prefirió quedarse con su marido; también le dijo a su hija que “amaba mucho” a Fremlin y que Skinner había hablado “demasiado tarde”. El padre de la víctima, Jim Munro, al enterarse de la situación por boca de su segunda pareja, tampoco intervino para frenar el abuso.
La autora de Demasiada felicidad, que murió en mayo a los 92 años, sufría demencia desde hacía más de una década. Su prestigio decayó notablemente a partir del domingo. En redes sociales, algunos lectores de Munro criticaron la actitud de “la Chejov canadiense” y afirmaron que no podrían volver a leer sus libros. Hoy, la Nobel de Literatura 2013 hubiera cumplido 93 años.
“Todavía estoy tratando de entenderlo. Había escuchado un rumor al respecto, pero muy pocos detalles, después de que Gerry muriera y Alice estuviera internada en una institución”, dijo Atwood, y agregó: “Algo que me llamó la atención es que Alice era de un pequeño pueblo del sudoeste de Ontario en una época en la que este tipo de cosas se barrían bajo la alfombra como algo normal. Ahora que conocemos este horrible episodio, vemos pistas en su obra: en los cuentos ‘La paz de Utrecht’ y ‘Material’, y en la novela La vida de las mujeres”.
“Hay secretos oscuros que salen a la luz en gran parte de su obra -destacó-. Una vez di un curso llamado ‘Gótico del sur de Ontario’; esa parte del mundo, de donde venía Alice, era muy gótica. El gótico tiene mucho que ver con los secretos. Los crímenes en los sótanos. La persona de confianza que resulta ser un hombre lobo. Esa era la historia real de Alice”.
Atwood recordó haber leído que alguien señalaba que el universo literario de Munro era “un mundo de cuento de hadas”. “Pero quien escribió eso no había leído muchos cuentos de hadas -indicó-. El niño abandonado en el bosque. La niña que se escapa de casa por la amenaza del incesto. El padre que se hace a un lado y deja que el mal se aproveche de la niña. El sacrificio de niños es el motivo subyacente: mantiene feliz a ‘la familia’, al menos superficialmente”.
Munro protegió al abusador por décadas e incluso le dijo a su hija, cuando esta le escribió una carta que le pedía que leyera “a solas”, en 1992, que consideraba sus palabras una “agresión” contra ella. Fremlin, al enterarse, montó cólera y le dijo a Munro que “mataría” a Skinner si lo denunciaba a policía; también escribió cartas a los demás familiares, en las que culpaba a la víctima y amenazaba con mostrar fotografías “tremendamente elocuentes”.
La estadounidense Joyce Carol Oates, en su cuenta de la red social X, hizo varios posteos sobre el escándalo literario post mórtem. “¿No hay lugar para nada más que un discurso condenatorio? Parece haberse comportado de manera muy egoísta y cruel. Eso se ha dicho y vuelto a decir. Parece desconcertante, ese comportamiento. Entonces, ¿por qué no intentar comprenderlo?”, reflexionó sobre la “cancelación” en curso de Munro. Y también: “Como lo cuentan las memorias, todo fue arreglado para que la vida de Alice Munro fuera tranquila y sin complicaciones, hasta que finalmente salió a la luz la verdad. Aun así, uno podría pensar que una madre, o cualquier familiar, notaría que un niño está ansioso y preocupado y se preguntaría por qué. Parece confirmar lo peor”.
La escritora mexicana Brenda Navarro, en X, escribió: “El padre también lo sabía. La familia lo sabía y aun así la dejaban ir cada verano. La familia ahora se exculpa de la complicidad. Pues vale”. Las dos hermanas y el hermano (por parte de padre) de Skinner confirmaron la veracidad de sus dichos y la apoyaron públicamente.
La leí hace tiempo y ahora no sé qué hacer con esta biografía, ni con Alice Munro. La narrativa permite adentrarse en la oscuridad del ser humano. Y puedo comprender muchas cosas. Pero una línea roja es la infancia. No hay peor delito que el que se comete contra un niño/a. pic.twitter.com/7EuGkUpG0B
— Javier Morales (@javiermoralesor) July 10, 2024
Por si fuera poco, este lunes el biógrafo de Munro, Robert Thacker, admitió ante el diario canadiense The Globe and Mail haber estado al tanto de los abusos sexuales de Fremlin antes de publicar su libro Alice Munro: Writing Her Lives, de 2011, pero decidió omitirlos porque consideró que se trataba de “un desacuerdo familiar” y “un asunto privado”. En 2023, Thacker publicó Alice Munro’s Late Style, sobre los últimos tres libros de Munro.
Jim Ginn, el alcalde de Central Huron, ciudad al oeste de Ontario donde vivió Munro, declaró este martes a Toronto Star que había quedado impactado por el testimonio de Skinner.
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