Manel Loureiro: “Cuando escribes, no dejas de cristalizar tus propios miedos”
El autor español presenta en Buenos Aires “Cuando la tormenta pase”, ganadora del premio de novela Fernando Lara 2024; la soledad, el odio, el infierno del pueblo chico y el exitoso camino del blog al streaming
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Ganador del Premio de Novela Fernando Lara 2024 con su nuevo libro Cuando la tormenta pase, Manel Loureiro sigue sumando logros. Quién hubiera imaginado aquel 30 de diciembre de 2005, cuando cumplió 30 años y decidió en su oficina de abogado empezar a escribir un blog, que llegaría tan lejos. El blog se hizo viral cuando casi no se usaba ese término. Y se convirtió en libro: Apocalipsis Z. El principio del fin es bestseller y su adaptación audiovisual se estrenará en el mundo el 31 de octubre por Amazon. Además, Loureiro es uno de los pocos escritores contemporáneos de habla hispana cuyos libros están entre los más vendidos en Estados Unidos. Y es uno de los invitados internacionales de la próxima Feria del Libro de Guadalajara.
Casi veinte años después, viajó a Buenos Aires para presentar su nuevo thriller -que también pasará del lenguaje literario al audiovisual-, que tiene como escenario la isla de Ons. Allí se instaló una semana en invierno y vivió la soledad de un lugar que recibe a muchísimos turistas en verano, pero que en invierno queda con tan solo veinte a treinta habitantes.
Roberto Lobeira, el protagonista, está atrapado en la isla de Ons, situada en la costa atlántica gallega, hasta que pase la tormenta. Al descubrir un fardo en el mar, se acrecientan las tensiones y el odio entre las dos familias que habitan esa tierra y que llevan enfrentadas muchísimo tiempo. Llamar a las autoridades no es posible. Huir del lugar para estar a salvo, tampoco. Ambiciones, una ofrenda sangrienta, secretos ocultos y una tempestad arrolladora se conjugan en esta historia. A medida que la tormenta avanza, la historia y los conflictos avanzan también.
Cada ocho páginas más o menos hay un giro, una revelación, sucede algo. “Un arco de ocho páginas es el arco mediano de atención de un lector antes de que pueda tener un momento de desconexión. Si cada ocho páginas das una patada hacia adelante, cuando baja la atención la vuelves a poner arriba. Por eso mucha gente dice que no puede parar de leer, porque está escrito de tal manera que lo que hace es jugar con tu capacidad de atención y obligarte a que no puedas parar de leer. Si consigues eso, al final lo que consigues es una experiencia absorbente”.
-Diego es uno de los ejes fundamentales de Cuando la tormenta pase. ¿Cómo se gestó ese personaje?
-Formaba parte del plan desde el principio porque tenía muchísimas ganas de que alguien con una discapacidad intelectual fuese uno de los protagonistas de una historia. Suponía una dificultad escribirlo bien, que no quedara una caricatura, algo forzado y, por supuesto, que no ofendiera. Exigía ser escrupuloso. Es verdad que Diego es uno de esos personajes que empieza a crecer y a tomar vida propia. Como es una persona que tiene discapacidad intelectual, nadie le presta atención. Diego es diferente que entiende perfectamente el mundo que tiene a su alrededor. Y, curiosamente, para el protagonista, Roberto Lobeira, que es un tipo avezado, con un pasado como reportero de guerra, Diego acaba siendo su héroe, lo salva en diferentes ocasiones. Lo cual supone una inversión muy interesante y hace que sea un personaje que genera muchísima empatía. Le tengo mucho cariño, me lo llevaré a mi pequeño museo de personajes a los que les tengo cariño y lo pondré en una vitrina especial.
-El protagonista se preocupa por sobrevivir. ¿Usted a qué le tiene miedo y qué características tiene en común con él?
-Le tengo miedo a muchas cosas. A la soledad, a la pérdida de identidad. En la vida hay que enfrentarse a los desafíos. Roberto y yo nos parecemos en muchas cosas y somos muy diferentes en otras. Los dos somos escritores, los dos tenemos una antigua profesión que estamos dejando atrás, somos obsesivos en la fase final de la escritura de una novela. Pero la principal diferencia es que él es periodista. Los periodistas tienen una sanísima costumbre que es preguntar y repreguntar. Y cuando llegas a una isla como la de Cuando la tormenta pase, donde las tensiones están a punto de saltar por los aires, a lo mejor hacer tantas preguntas no es la mejor de las ideas.
-¿Qué significa para usted la soledad?
-La soledad es terrible, la soledad no buscada es una sensación avasalladora, te aplasta. En el fondo, cuando escribes no dejas de cristalizar tus propios miedos. Me da miedo el concepto de soledad, de no tener a nadie a quien acudir o nadie con quien compartir algo. Ese es un miedo muy compartido, los seres humanos somos gregarios por naturaleza. Estar solo es la antítesis. Así que yo ya tengo la respuesta a esa pregunta de qué es lo que te llevarías a una isla desierta. Yo me llevaría gente.
-¿Cómo logró transmitir ese odio tan visceral entre los Docampo y los Freire?
-Porque hay determinadas emociones como el amor, el odio, la ambición, el deseo que son pulsiones muy humanas y todos las hemos experimentado en algún momento. Entonces, es muy fácil construirlas porque con tres o cuatro resortes todo el mundo va a entender. El odio que sienten los Freire y los Docampo no es el mismo para mí que para ti. Porque yo entiendo el odio de una manera y tú lo entiendes de otra.
-“No todas las ideas son historias”, dijo. ¿Cuándo se dio cuenta de que su idea era una historia?
-Fue hace tres años, estaba en verano en la isla de Ons. Estaba en una casa que es la misma que tiene el protagonista. Estaba sentado en el porche en medio de esa negrura absoluta porque a la noche no hay corriente eléctrica. Viendo las luces de la costa a lo lejos, dándome cuenta de esa sensación de que estaba totalmente aislado, de repente, el haz de luz del faro barrió y marcó un camino sobre el agua. Ahí me di cuenta de que ese sitio estaba cargado de una energía especial, que era el escenario perfecto para contar una historia. Y eso se juntaba con que desde hace mucho me obsesionaban los rencores rurales, eso de “pueblo chico, infierno grande”. Esos rencores rurales que son tan comunes a veces explotan.
-¿Cómo se siente con el estreno de Apocalipsis Z en Amazon a nivel mundial en 192 países?
-Aterrorizado por completo. Estamos hablando de un libro que ya han leído millones de personas, pero que cuando se estrene la serie con el alcance masivo que tienen las plataformas, en las primeras 72 horas lo van a ver millones y millones de personas. Van a ver algo que empezó como un blog. Esa primera frase (“Hoy va a ser un día de locos”) es la primera gota de todo lo que vino después. La sensación es abrumadora. Se estrena la noche del 31 de octubre que es la Noche de los muertos. La oportunidad de poder vivir la experiencia en México será bonita.
Para agendar
Presentación de Cuando la tormenta pase: Manel Loureiro conversará con Nicolás Artusi este viernes a las 18, en Eterna Cadencia (Honduras 5582). Entrada libre.