Malba: fiesta de la lectura en invierno y un nuevo ensayo de Luis Chitarroni
Ayer a la tarde, tuvo lugar en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) la novena "fiesta de la lectura", y en comunidad, que habilita a los lectores a ocupar distintos espacios del museo para desconectarse y, por fin, leer en paz sin interrupciones por varias horas. A las cinco, cuando ya se había formado una abrigada fila de jóvenes, adultos y niños, se abrieron las puertas la institución. Si bien no todos los participantes "sacrificaron" sus conexiones al universo de WhatsApp, mensajes de textos, fotos y redes sociales, la mayoría privilegió el libro. Los primeros en llegar ocuparon de inmediato las coloridas reposeras de Chilly ubicadas alrededor de la piscina que forma parte de Liminal, la muestra recientemente inaugurada por Leandro Erlich. Allí solo había espacio para doce apóstoles de la lectura.
En la planta baja, la mayoría de los asistentes se acomodó en sillones y alfombras de otros socios del evento, como El Espartano y Kikely. Algunos lectores estaban provistos de libros propios y otros, como Eliana, que participaba por primera vez del encuentro, de un volumen de la red de bibliotecas públicas de la ciudad de Buenos Aires. La joven había elegido un ejemplar de Conjunto vacío (Sigilo), de Verónica Gerber Bicecci. A la entrada del museo, dos "bibliobicis" de la Dirección de Bibliotecas, atendidas por jóvenes, facilitaban material de lectura a los que lo solicitaban. Ensayos de Natalia Ginzburg y Fabián Casas, novelas de Stephen King, Jessie Ball, César Aira, John Katzenbach y J. K. Rowling; cuentos de María Teresa Andruetto, Claudia Piñeiro y Gabriel García Márquez, en ediciones flamantes, estaban disponibles para horas de confort y placer literario, hasta las 21. La fiesta de lectura en invierno también fue una buena oportunidad para asociarse, en forma gratuita, a la red de bibliotecas porteñas que dirige Javier Martínez.
Magdalena Arrupe, encargada del Reading Party, dispuso esta vez un sector de sellado de libros con un ex libris yla estampa de una Alicia de Lewis Carroll recreada por Liliana Porter, además de bebidas –mate y café– para compartir entre lectores. Al final del encuentro, estaba previsto un sorteo de membresías, un menú especial en las mesas colectivas de Ninina y regalos especiales de libros y libretas. Se sabe que no hay lector que no esté habitado por el deseo de escribir.
En esta ocasión, Penguin Random House (PRH) fue un participante activo de la propuesta, al acercar decenas de ejemplares de su catálogo para una "biblioteca de préstamos" ubicada en el subsuelo del museo. Catálogos y libros de la colección de literatura del Malba se podían leer en los rincones. Entre otros títulos, se prestaron clásicos de literatura latinoamericana de autores como Gabriela Mistral, Carlos Fuentes y Julio Cortázar, y libros de artistas como Grete Stern, Pablo Suárez y Sara Facio. Unos pasos más allá, en la biblioteca, se preparó un espacio para los niños lectores, con libros ilustrados del sello Edelvives. Para matizar la grisácea tarde invernal, Fábrica de Estampas había realizado una intervención gráfica sobre vidrio, con marcador y papel, con paisajes inspirados en el método de dibujo del mexicano Adolfo Best-Maugard. El cuidado por los detalles en la preparación de los eventos suele ser un rasgo distintivo del equipo del Malba, coordinado por Soledad Costantini.
Escritores a escena
Por primera vez, y en asociación con PRH, el equipo de Literatura del Malba organizó un ciclo de lecturas en el auditorio, que pudo seguirse en línea a través de las redes sociales del museo. El primero en leer y conversar con el público fue el escritor de literatura infantil Jorge Luján, cordobés residente en México, que leyó poemas de su libro Un ángel todavía (Loqueleo), ilustrado por la chilena Paloma Valdivia. Tan alegre como dulcemente, Luján recitó poemas e invitó al auditorio a decir con él varios textos. "La poesía se siente con el corazón -les dijo a los lectores-. No necesita ser explicada". A continuación, luego de describir con sencillez esa forma poética de diecisiete sílabas y tres versos, leyó un haiku: "Toco el arroyo./ Los peces que dibujo/ se van nadando". Luján, que brindará esta tarde un "taller concert" sobre poemas y canciones en el Malba (a las 15:30) y, a las 18:30, conversará y cantará con Isol en la Biblioteca del Congreso Nacional (Adolfo Alsina 1835), señaló que el amor y la poesía debían ir de la mano para afrontar las dificultades de la vida. El jueves, el autor presentará ¡Adiviname! (La Brujita de Papel), su nuevo libro de poemas-adivinanzas ilustrado por Pablo Bernasconi, en la Feria del Libro Infantil y Juvenil (sede CCK).
Luego subió a escena la escritora Gabriela Cabezón Cámara, que leyó un capítulo de su inolvidable novela La Virgen Cabeza, que fue reeditada por Literatura Random House. Y por último, Julián López compartió con el público un pasaje de su novela La ilusión de los mamíferos, uno de los títulos de literatura argentina de 2018 más elogiados. Bien emponchados, ambos autores presentaron en la fiesta de la lectura sus audiolibros.
Una historia argentina de la literatura latinoamericana
A las 19.30, el crítico, editor y escritor Luis Chitarroni habló sobre un nuevo título de la colección Cuadernos, de Malba Literatura, que dirige Carla Scarpatti. Breve historia argentina de la literatura latinoamericana (a partir de Borges), que no es tan breve, ofrece un panorama de las relaciones entre figuras de la literatura argentina y las obras de los escritores más célebres de América Latina. Acompañado por Juan Carlos Kreimer y Scarpatti, Chitarroni reveló el origen de su nuevo libro: un seminario de dos meses brindado en el Malba, del que Kreimer participó, los jueves a la mañana. "La pasión que él nos transmitía en ese curso está en el libro", dijo Kreimer. Ya hay ejemplares a la venta en la tienda del Malba ($540) y pronto llegará a las librerías de la ciudad.
"No sabíamos si organizar un concierto de toses o algo más convencional", bromeó Chitarroni al inicio de su breve disertación. A continuación, se refirió a la experiencia de preparar el curso con lecturas que él había hecho en la adolescencia. "Fui víctima de esa estafa genial que fue el boom de la literatura latinoamericana", contó. Se refirió a títulos como Tres tristes tigres, de Guillermo Cabrera Infante, el sucinto Viaje a la semilla, de Alejo Carpentier, y La ciudad y los perros, primera novela de Mario Vargas Llosa; a los relatos de Elena Garro y Virgilio Piñera, y a las novelas cortas de García Márquez, "a quien luego se puso de moda desprestigiar", acotó. En su nuevo ensayo, se pueden observar inferencias de lecturas hechas en varias etapas de la vida del autor de Peripecias del no. "Por eso, tiene distintas espesuras, texturas y motivaciones", dijo, y recordó el entusiasmo de los asistentes al seminario en el Malba. "Si no hubiera sido por ellos, hubiera caído en el mutismo", agregó. Sin toser y con calidez en el frío anochecer, Chitarroni se despidió del público y celebró las combustiones que la literatura sigue produciendo en los lectores.
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