"Decir Magdalena Ruiz Guiñazú es, para vastos sectores sociales, decir «periodismo»"; un periodismo que significa «curiosidad valiosa y constructiva que sabe discernir, entre los hechos cotidianos, cuáles son aquellos que influyen en la vida de la sociedad»."
Así presentó Joaquín Morales Solá a su colega y amiga periodista, incorporada por la Academia Nacional de Periodismo en la sesión pública realizada ayer en el Museo Mitre.
"En este momento hay libertad de prensa en el país, aunque hay cierta intemperancia con respecto a algunos medios y hay algunos periodistas a los que el Poder Ejecutivo menciona agresivamente por nombre y apellido", dijo Ruiz Guiñazú en su discurso, titulado "Prensa y libertad".
Al referirse al manejo responsable de la libertad, se preguntó si los periodistas están dispuestos a perderse una primicia por ética profesional y consideró importante no confundir prudencia con ocultamiento. "Parece que a algunos periodistas les cuesta mucho aceptar que las violaciones a los derechos humanos son tan graves en Cuba como en el resto del mundo", dijo. E incluyó en este "mundo terrible" al presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, a quien describió como un hombre "sanguinario".
Frente a las amenazas que sufre el periodismo independiente, recordó que el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas fue utilizado "por la mafia para escarmiento de la prensa en general".
La nueva académica recibió en el ingreso al salón a cada uno de los invitados. Encabezó el acto el presidente de la academia, doctor José Claudio Escribano, y estuvieron presentes los titulares de otras corporaciones, como Adolfo Testa de Madrid, de Odontología, y Carlos Octavio Scoppa, de Agronomía y Veterinaria, además del jurista Gustavo Bossert y el constitucionalista Daniel Sabsay, entre otros.
