Luz Gabás: de alcadesa a Premio Planeta, en un viaje al siglo XVIII
La autora presenta hoy en la Feria su novela histórica “Lejos de Luisiana”, un recorrido “físico y emocional” a través de 40 años en los que hubo guerras, enfermedades y un amor apasionado
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El despacho en el que escribe no es muy grande ni muy chico. Y por la ventana se ve un prado verde, árboles y montañitas. Desde el valle de Benasque, en las montañas del Pirineo aragonés y durante la pandemia, la española Luz Gabás escribió Lejos de Luisiana, la novela histórica que ganó el Premio Planeta 2022 y que se presenta en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires hoy, a las 17.30, en la sala Rodolfo Walsh (Pabellón Amarillo).
Más de dos años de documentación y luego otros dos de escritura resultaron en las 765 páginas que cuentan cuarenta años de historia de cuando Luisiana era de los españoles, en los que hubo guerras, viajes, enfermedades y un amor apasionado y controvertido para la época entre el indio Ishcate de la tribu kaskaskia y Suzette Girard, hija de un importante comerciante francés y protagonista de la novela.
“El mayor desafío fue entender el mundo de las tribus nativas americanas y las alianzas con los diferentes países europeos. El segundo, disolver la información y que el resultado final fuese una novela, un viaje físico y emocional de personajes sobre el telón de fondo de un contexto histórico”, explica Gabás, de 55 años, que está de visita en Buenos Aires por segunda vez (antes había venido a presentar su tercera novela Como fuego en el hielo).
“Girard me gusta como padre ambicioso que quiere lo mejor para sus hijos. Trabaja, trabaja y trabaja porque quiere que vivan divinamente. Pero mi personaje favorito es Ishcate porque es trágico; desde pequeño ve que hay dos mundos, el suyo, sus tradiciones, y el mundo de los de fuera, el europeo, sea inglés, francés y luego los estadounidenses, los españoles. Es consciente del drama que se avecina: cada vez en su tribu hay menos guerreros porque no hay causas por las que luchar. Es consciente de que tiene el corazón partido y de que es posible que la identidad de su pueblo desaparezca. Y me atrae su relación con la naturaleza, él también es feliz en la naturaleza”.
Gabás tenía la historia en su mente sobre cómo sería la relación entre la protagonista Suzette e Ishcate. Y descubrió luego un libro sobre la historia de Kaskaskia que comentaba una leyenda sobre el hijo de un jefe nativo americano que se enamora de la hija de un comerciante francés. Como el amor es prohibido, ellos huyen. Pero a los dos o tres días los atrapan y a ella la encierran para que no vuelva a escaparse y a él lo atan al tronco de un árbol y lo lanzan Misisipi abajo. Él muere y lanza una maldición diciendo que algún día de Kaskaskia no se recordará ni el nombre. “Me sirvió para dar fuerza a mi argumento de que es verosímil que en aquel momento una europea se enamorase de un nativo americano porque las aldeas estaban muy cerca. De hecho, en Kaskaskia existía – y por eso elegí esa zona- la aldea francesa y a pocas leguas la tribu india. Entonces, se tenían que ver y conocer porque iban al mercado”.
Otro aspecto importante en Lejos de Luisiana es la relación filial entre Suzette y su hermana mayor Margaux. Tan diferentes entre sí, pero a la vez tan unidas. Una es hija de la ilustración, es racional, respeta las tradiciones y la educación recibida por su familia, aspira a tener un matrimonio oportuno, tener hijos y acompañar a su marido al destino que sea. En cambio, Suzette representa al espíritu romántico que ya se acerca. “Es una novela de transición, de finales del siglo XVIII, finales de la ilustración, ya se acerca revolución francesa y lo romántico”.
“Me encantó plantear esta relación de hermanas tan diferentes, pero que se aman tanto. Al principio parece que Margaux no comprende a Suzette. No la acaba de comprender bien, incluso al final de la novela, pero lo importante es que aunque sean muy diferentes la respeta”, analiza la escritora.
Gabás era alcaldesa cuando recibió la noticia de que su primer libro sería publicado. Los recuerdos de esa época son de mucho estrés. Como es una mujer de palabra, no quiso renunciar a su cargo, pero era alcaldesa de día y escritora de noche. Con hijos chiquitos, fue clave el apoyo de su marido, que se ocupaba de “todo, todo, todo”, remarca. “Palmeras en la nieve me abrió la puerta al mundo editorial, no podía estar sin publicar nada cuatro años porque perdía el tren. Entonces de día era alcaldesa y por la noche escribía, dormía poco”. La transposición de esa novela al cine la encontró con una agenda un poco menos apretada. Su actitud fue de disfrutar esta experiencia, no de controlar los guiones.
“Ganar el Premio Planeta es un gran reconocimiento. Me ha ganado nuevos lectores. Me ilusiona muchísimo porque es mi quinta novela y si alguien se enamora de ésta, seguro que querrá leer las anteriores. El premio realmente me produjo una honda satisfacción”. El galardón otorga un millón de euros.
Luz recuerda una infancia feliz, en contacto con la naturaleza, y una buena relación con sus padres y hermanas. “Me considero una mujer familiar, me gusta que haya mucha gente alrededor de mi mesa. Soy defensora de las celebraciones, hay que celebrar todo”, asegura. Le encantan los animales y a veces sus gallinas hasta son protagonistas de sus redes sociales. “Me gustan mucho los animales, me relajan y tendría muchos más pero no tengo tiempo”.
Es Licenciada en Filología inglesa. Cuando escribe, solo escribe. Confiesa que es difícil la soledad del escritor. Y que tiene que estar muy fuerte mentalmente. Porque son horas, días, semanas y años hasta terminar un libro. En sus novelas reescribe varias veces el principio. Eso es clave. También es clave tener encuentros con otros autores. Son los únicos que pueden realmente entender lo que se siente. Lo que más disfruta es la lectura final, casi como recibir el ejemplar impreso. “Y de repente, un día duermes en paz porque sabes que está terminado. Ese es el mejor día. Incluso casi tan bonito como el día que llega ya con las tapas. El unboxing”.
¿Cuánto afecta el entorno a los personajes de sus libros? “Yo creo que el entorno siempre condiciona. Estoy convencida de que el carácter de las personas no es el mismo si vives en un sitio cálido o muy frío o hermoso. El lugar moldea el carácter. En el caso de Luisiana, es muy importante el Misisipi porque es el que vertebra el territorio. La vida crecía a ambos lados del Misisipi por ser tierras muy fértiles, pero hay mucha diferencia entre la parte de Illinois y la parte de Nueva Orleans”. Y esto lo refleja en la novela, Nueva Orleans en los años ´60 del siglo XVIII tendría dos mil quinientos habitantes, eso era una ciudad. Los demás eran asentamientos, eran pequeñas poblaciones de cien o ciento cincuenta personas. “Es importante la naturaleza, el río como metáfora; en la novela salen además lugares como La Habana, Cuba, porque era el centro neurálgico del gobierno español. Está también España, ese contraste entre la solidez de las edificaciones españolas y la ligereza del clima y la naturaleza de Luisiana. Creo que el lector se hace una idea de por qué Suzette siempre añora su Luisiana. Por la naturaleza, por el clima a veces salvaje. Porque es su tierra”.
Lejos de Luisiana trae automáticamente imágenes a la mente. Es casi imposible no imaginarla en el mundo audiovisual. Y la productora española Plano a plano ya compró los derechos para avanzar con una serie, porque para película es muy larga y tendría que dejar de lado muchos elementos.
Para agendar
Luz Gabás se presentará hoy, a las 17.30, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en la Sala Rodolfo Walsh, del Pabellón Amarillo