Retratos de divas y estrellas del teatro de revista, retocados a mano en tonos pastel, ilustraban el calendario colgado en el servicio técnico de cámaras donde trabajaba Sol Miraglia en 2008. "Es de Luisita, la tenés que conocer", le aconsejaron.
Menuda y tímida, de unos ochenta años, la clienta entró en el local al día siguiente. Al poco tiempo, Luisa Escarria recibía a la joven fotógrafa en el departamento que compartía con sus hermanas sobre la avenida Corrientes, decorado con flores de tela y decenas de fotos tomadas décadas antes en ese mismo living. El casting era sorprendente: posaban desde Susana Giménez y Moria Casán hasta Luis Sandrini, Roberto Galán, Gerardo Sofovich y Atahualpa Yupanqui.
Aquello era apenas la punta del iceberg. En cajones y precarias cajas de cartón guardadas bajo la cama, Miraglia descubrió un tesoro oculto durante más de tres décadas, con unos 22.500 negativos que incluían imágenes únicas de la época de oro del teatro de revista.
Llegadas desde Colombia en 1958, las hermanas Escarria habían montado allí un precario estudio donde las estrellas se sentían como en casa: recibidas con café y arepas, posaban para Luisita mientras escuchaban boleros. Chela se ocupaba más tarde del revelado y de los pacientes retoques con pincel.
"Yo insistía en que pensaran en algo lindo, porque eso se reflejaba en la mirada", dice Luisita con humildad en el documental que Miraglia y Hugo Manso estrenaron en 2018. Tras haber ganado el Premio del Público en el Bafici, Foto Estudio Luisita integra ahora la programación de BAphoto Live, feria que rescata aquel valioso archivo. Otro importante reconocimiento que sigue a la muestra exhibida el año pasado en el Teatro San Martín, cuatro meses antes de la muerte de esa mujer excepcional que alguna vez soñó con ser monja.
Hija de fotógrafos, nacida en Cali en 1929, Luisita retrató por primera vez a una mujer desnuda a los 13 años. La preparó vestida y luego tomó la foto de espaldas, con un disparador. A los 18 tenía su propio estudio y antes de cumplir los 30 llegaba a Buenos Aires con su madre y dos de sus hermanas, donde se refugiaron ante la creciente violencia en Colombia.
Gracias a un vecino conocieron a Amelita Vargas, la "reina del mambo", que les presentó a José "Pepitito" Marrone. Éste, a su vez, les abrió la puerta del mundo del teatro. Llegarían a dejar un registro histórico de los elencos completos del Maipo, el Nacional y el Odeón. Aplausos.
Para agendar
El sábado 12 de septiembre a las 18 habrá un diálogo abierto sobre Foto Estudio Luisita entre Sol Miraglia, Amalia Amoedo y Francisco Medail. Gratis por Zoom con incripción previa en BAphoto Live y en vivo por YouTube.
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