Luciana Lamothe representará a la Argentina en la Bienal de Venecia con una propuesta queer
Una instalación transitable de maderas curvas, que propone una “transmaterialidad”, se titulará “Ojalá se derrumben las puertas”; el proyecto está en línea con el tema elegido por Adriano Pedrosa para la 60ª edición: “Extranjeros por todas partes”
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“Lo que planteo es generar una transmaterialidad, en la cual los materiales duros pueden ser blandos y los blandos también pueden ser duros; depende del uso que se les da. En ese sentido creo que hay una propuesta queer en mi trabajo a partir de lo que están diciendo esos materiales, que son cuerpos vivos”. De esa manera se refirió Luciana Lamothe a la instalación envolvente que construirá el año próximo con maderas curvas y tubos para andamios en el pabellón argentino en Venecia, donde representará al país en la 60ª edición de la “madre de las bienales”.
Ojalá se derrumben las puertas es el título del proyecto curado por Sofía Dourron y seleccionado entre más de sesenta de todo el país según se anunció hoy en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería. Fue tomado de un verso de la poeta Elba Fábregas (1918-1984), discípula de Lino Spilimbergo y Enrique de Larrañaga, que también fue profesora de dibujo y titiritera.
“Me llamó la atención porque propone un deseo: el ‘ojalá’ –explicó la artista, que ya cuenta con una amplia trayectoria internacional-. Propone una idea muy clara, y al mismo tiempo no está bajando una línea. Está muy ligado a mi obra porque yo trabajo con esa tensión entre los materiales, con la posibilidad permanente del derrumbe o del quiebre, pero al mismo tiempo termina ganando la resistencia del material, que expresa su fuerza”.
Esa resiliencia se relacionará además en este caso con el tema elegido para esta esta edición de la bienal por su curador, el brasileño Adriano Pedrosa, el primero proveniente del hemisferio sur en ocupar ese rol. “Extranjeros por todas partes” será el título del encuentro internacional que se realizará del 20 de abril al 24 de noviembre de 2024, según anunció en junio el director artístico del Museo de Arte de San Pablo (MASP), y aclaró que será “una celebración de lo extranjero, lo lejano, lo outsider, lo queer y lo indígena”.
“La instalación propone una colaboración para sostenerse erguida -explicó Lamothe, al señalar que la obra se relaciona también con la situación de los inmigrantes-. Estoy trabajando con pesos y contrapesos, balanceos y espesores. La propuesta es generar un mecanismo en el cual cada parte es fundamental: hay una solidaridad entre los elementos y las estructuras que conforman ese sistema, esa comunidad”.
En ese sentido, su propuesta “destaca la inestabilidad de los elementos que, puestos en una tensión cercana al límite, muestran a la vez la posibilidad que existe en la alianza y la cooperación como caminos de subsistencia”. Así lo consideró el jurado presidido por la directora de Asuntos Culturales, Paula Vázquez, conformado por la presidenta del Fondo Nacional de las Artes, Diana Saiegh; la subsecretaria de Patrimonio Cultural de la Provincia de Salta, Claudia Lamas; la directora ejecutiva del Parque de la Memoria y presidenta de la Asociación Argentina de Críticos de Arte, Florencia Batitti; la autora del último envío de la Bienal de Arte de Venecia de 2022, Mónica Heller; la curadora Carina Cagnolo y el presidente ejecutivo de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, Juan Usandivaras.
El proyecto, que demandará una inversión presupuestada en más de 93.500 dólares, recibirá apoyo de la Cancillería para concretar in situ la obra que ocupará toda la superficie del pabellón argentino. De 500 metros cuadrados, está ubicado en los llamados “Arsenales”, donde se construían las flotas de la “Serenissima” a principios del siglo XIII.
Egresada como profesora de Bellas Artes en la Prilidiano Pueyrredón, Lamothe está habituada a trabajar en diversos contextos. Habituada a trabajar con materiales industriales, en 2019 se vio obligada a ir varias veces a comprarlos en “una zona 100% masculina” en uno de los siete Emiratos Árabes Unidos, donde las mujeres deben respetar ciertas reglas. Fue invitada entonces a participar la sección Residents de la feria Art Dubai por su director, Pablo del Val, que había quedado impactado meses antes por su instalación presentada durante el programa Rayuela de Art Basel Cities: Buenos Aires, curado por la italiana Cecilia Alemani.
Nacida en Mercedes en 1975, a los 30 años Lamotthe ganó el Premio Currículum Cero, impulsado por la galería Ruth Benzacar, que también reveló al mundo el talento de otro artista que representó a la Argentina en Venecia: el rosarino Adrián Villar Rojas. Desde entonces participó en importantes bienales como las de Lyon, Berlín y Montevideo.
Recientemente creó una instalación interactiva para la muestra Breve historia de la eternidad, en el Recoleta, y una estructura transitable para exhibir las obras de la muestra actual Cien caminos en un solo día, curada por Jimena Ferreiro en el Moderno. La de Venecia será la de mayor escala que haya realizado hasta el momento. “Todavía no la realicé”, aclaró a LA NACION con humildad.
“Trabajo mucho en relación a la dureza y la blandura de los materiales, y genero un paralelo entre lo que pasa a nivel cultural y ético: cuál es el sentido que se le da a la dureza y a lo blando. -explicó hoy en la Cancillería-. Está muy ligado al patriarcado y a la dureza en relación con el hombre y a la blandura en relación con la mujer. Históricamente hubo una bajada de línea muy fuerte, que nos ha formateado como sociedad”.
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